Nunn desquicia al Barcelona

El base del Panathinaikos encuentra respuesta para todo (90-89) y sume al equipo azulgrana en una espiral negativa

Satoransky, con la pelota y ante Sloukas, en el duelo del Barça en casa del Panathinaikos.PETE ANDREOU (EFE)

El Barça se ha perdido por el camino, equipo que insinuaba mucho y que se ha quedado en agua de borrajas, tiritera tras tiritera, mentalidad de hojalata cuando llegan los momentos decisivos, famélico de baloncesto en el último mes porque suma cinco derrotas en los últimos seis encuentros, las cuatro postreras de carrerilla. Este martes fue ante al Panathinaikos de Nunn, capaz de decidir cuándo se acaba el baloncesto, toda vez que cerró los tres primeros cuartos con canastas desde su casa sobre la bocina. Alas para el equipo griego y una sacudida violenta para el Barcelona, que ensambla las dudas en la figura del entrenador Joan Peñarroya, que no acierta a dar con la tecla, desnortado en Europa y en la ACB. Por lo que ahora suena a quimera pensar en la Final Four, que ya se sabe que será del 23 al 25 de mayo en Abu Dabi, la primera vez fuera del territorio europeo sin contar con las celebradas en Israel (1994 y 2004), que sí tiene equipos que participan en la competición.

Sorprendió de inicio Ergin Ataman -el mago del banquillo con tres Euroligas en el zurrón; la última en el curso anterior frente al Madrid- con una puesta en escena con tres bases, despreocupado por los centímetros. La idea versaba en lo defensivo porque Kalaitzakis no se preocupó del aro rival sino que fue una auténtica lapa para Punter, la sombra, el mayor de los engorros porque el norteamericano, que no encestó canasta alguna en el primer acto ni en el segundo. Sucedió que el técnico del conjunto heleno tampoco se inquietó en ataque porque ha descorchado la mejor versión de Juancho Hernangómez desde que se luciera el año pasado en la Final Four, ahora titular indiscutible con unos registros sensacionales, ídolo de la efervescente afición. Enérgico, también vertical, fue el primero en poner el susto en el cuerpo del Barcelona, que no encontraba remedio para su baloncesto. Solo Parker, siempre tan atildado sobre el parqué, el bailarín de la pelota naranja, daba respuesta con sus fintas y tiros de media distancia. Pero era poca cosa para un Panathinaikos que también se refugió en Lorenzo Brown, la electricidad en estado puro, el triple a la orden del día. Desubicado, el Barça se agarró a Juan Núñez, más académico, la inteligencia al poder, bandeja por aquí y por allá, también una diana desde la periferia para volver a las estrecheces hasta que Nunn metió un lanzamiento desde el centro del campo (25-19) cuando el reloj indicaba el final.

No se venció el Barça ante las adversidades, consciente de que su margen de error cada vez es menor, catapultado por la segunda unidad, de nuevo con las bandejas de Juan Núñez, con los triples de Anderson y con los puntos de Willy Hernangómez, que quiso dejar claro quién es el hermano mayor y que, de paso, descubrió la debilidad rival bajo el poste. Penetraciones de Satoransky, pick&roll para Vesely y, al fin, un Barça reconocible que, sin embargo, se derrumbaba con el rebote para alegría de un Panathinaikos que volvía a coger color a tiempo. Y para eso también estaba Nunn, que cerró el acto, otra vez, con una canasta cuando se desgranaba el segundero (45-45).

Volvió el Barça más voraz tras el descanso, ese que saca puños y choca manos con las canastas, afilado por dentro y abrasivo desde el extrarradio. Un triple de Satoransky, otro de Punter -que por fin le sacó la tapa a la canasta- y dos más de Abrines (el primero llegó después de que frenara a Lessort en seco cuando se disponía a hacer un mate) elevaron al equipo azulgrana y pusieron en cloroformo al Panathinaikos. Pero el Barça estaba con la flecha verde hacia arriba, por más que Punter no estuviera de dulce, por una vez anónimo en el parqué. Parker hizo un mate que hizo temblar al OAKA, Abrines selló tres tiros libres seguidos y Anderson hizo un tapón a Brown para sacarse el sombrero y, claro, para que el pabellón empezara a rugir porque su equipo se descomponía por momentos. Hasta que, claro, Nunn, por tercera vez, volvió a meter un triple desde el centro del campo en el estertor del cuarto (63-69).

Y así comenzó el epílogo Nunn, otros dos chofs desde el triple, otras dos bofetadas para un Barça que se tapaba los oídos ante el bullicio de la hinchada y los ojos ante la capacidad del rival para poner las tablas en un santiamén. Otro partido y adiós muy buenas al Barcelona, que cortocircuitó de mala manera. Balones perdidos, balones al aro y no a la red, balones para los verdes, que entraron en ebullición con Nunn, Grant y Sloukas para devolver al Barça a su realidad, esa que dice que tiene de todo menos pulso para los momentos calientes. Y eso que Juan Núñez siguió en sus trece, pues metió los siete primeros puntos del cuarto para los azulgrana. Y cuando Punter dijo la suya con un triple, perdió lo ganado al permitir un robo y canasta de Lessort. Sucedió que Vesely se resistió a la cachetada y que Abrines metió tres tiros libres para poner la igualada a falta de nueve segundos, ya sin Nunn por la eliminación de personales. Sucedió entonces que Lessort sacó la falta, metió un tiro libre y selló el triunfo para el Panathinaikos al tiempo que tumbó en la lona al Barcelona, encasillado en la derrota.

También perdió el Real Madrid en su visita al Lyon Villeurbane (80-78) para subrayarse como el mejor de los huéspedes, pues suma cinco derrotas de seis duelos a domicilio (venció al Barça en la jornada anterior). En Francia quedó sometido por Maledon (23 puntos), por más que Deck y Hezonja mostraran resistencia. La nota positiva de la jornada, en cualquier caso, la puso el Baskonia, que superó al Fenerbahçe (88-76) con la dirección de Howards (17 puntos) y el aliño de Baldwin y Hall (14 ambos).

PANATHINAIKOS, 90 – BARCELONA, 89

Panathinaikos: Kalaitzakis (0), Brown (18), Grant (8), J. Hernangómez (4) y Lessort (16) -quinteto inicial-; Sloukas (6), Osman (0), Nunn (29), Mitoglou (9) y Yurtseven (0).

Barcelona: Punter (6), Satoransky (11), Abrines (13), Parker (15) y Vesely (7) -quinteto inicial-; Anderson (8), Sarr (0), W. Hernangómez (6), Juan Núñez (19) y Parra (4).

Árbitros: D. Javor (Esl), C. Paternico (Ita) y L. Kardum (Cro). Eliminado por personales, Nunn.

OAKA Altion. Unos 19.000 espectadores.

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