Barça BAR
87
París Basketball PAR
103
1234T
BAR 18 30 22 17 87
PAR 31 14 28 30 103
FINALIZADO

El Barcelona se enreda ante el París

TJ Shorts y los triples del rival amargan a un equipo azulgrana que contó demasiadas pérdidas y careció de claridad en ataque (87-103)

Satoransky trata de entrar a canasta ante Kratzer durante el Barcelona-París.Marta Pérez (EFE)

La velocidad del París y las individualidades de TJ Shorts pudieron con el Barça (87-103), por un día destartalado en defensa y en la construcción, carente de ideas en ataque, lejos de la versión de líder de la Euroliga que perdió este viernes a manos del Fenerbahçe. Curiosamente, al conjunto azulgrana le quedó grande un debutante en la competición (llega tras vencer la Eurocup del curso anterior) pero no una Cenicienta porque pelea por los puestos de play-off, un rival que puede presumir de correr más que nadie y de expresarse con gusto y tino desde la periferia -al punto de que firmó el récord de lanzamientos (52) en un encuentro de la Euroliga frente al Alba Berlín-, eléctrico y de transiciones rápidas. Un baloncesto muy NBA que dirige desde el banquillo un conocido en la ACB como Tiago Splitter, exjugador del Baskonia, Basket Bilbao y Tau antes de hacer las Américas. Y con eso y con TJ Shorts, además de los triples de Hifi y Lo, fue suficiente para descarrilar al Barça.

Comenzó el conjunto azulgrana con la modorra encima, toda vez que del salto inicial perdido pasó a un mate en contra que se convirtieron en tres en un santiamén, además de un par de bandejas, defensa de plastilina y el rival como Pedro por su casa y hasta la cocina. Un desaguisado al que sumaron varias pérdidas y lanzamientos tuertos; un inicio que infló las venas de Peñarroya porque faltaban dos de las señas de identidad que pretende: intensidad en el repliegue y en la fase defensiva, y transiciones rápidas con pases diligentes y precisos. Y ni lo uno ni lo otro. Satoransky, que puso carácter, colocó la primera piedra para rebelarse, y Parra, que a cada encuentro está más maduro y afilado —le recompensó el técnico con el quinteto inicial—, le secundó. Pero no había tutía porque era el cuarto de las manos de mantequilla y de los pases torcidos, toda vez que contabilizaron hasta siete pérdidas. Así que el París, impulsado por el eléctrico y fabuloso TJ Shorts, desacreditó la intentona, capaz de cerrar el prólogo con una holgada ventaja (18-31).

No parecía reanimarse el Barça, desnortado en ataque y castigado en defensa. Pero fue eso, precisamente, lo que activó el botón del turbo azulgrana, toda vez que una técnica señalada a Abrines y una personal de Satoransky en ataque hizo explotar a los aficionados —”¡Qué malo eres, árbitro qué malo eres!”, entonó el pabellón— y encendió a los jugadores. Punter, generoso en la construcción, asomaba la patita por la puerta, Satoransky seguía en sus trece de que el equipo no se desmadejara y Parker, que el año pasado parecía estar en el parqué como en una barbacoa por Massachusetts y que ahora dignifica su baloncesto de kilates con una competitividad puntiaguda, endosó dos triples seguidos por otros tantos de Abrines. Aupados todos por el Palau, que se desgañitó de lo lindo, se configuró un cóctel que al fin se le indigestó al París, ya por debajo al llegar al entreacto (48-45). Fue un espejismo.

Descomunal por su rapidez e inteligencia con la pelota naranja entre las manos, TJ Shorts -norteamericano que juega con Macedonia del Norte- siguió a lo suyo en la reanudación, un diablo de fintas, asistencias y puntos, un base que casi valía por cinco. Pero ante la individualidad rival, el Barça trató de explayarse con el colectivo. Ora Juan Núñez con unas bandejas y un triple, ora Vesely con su afamado tiro de media distancia, ora Parra desde la periferia, ora Hernangómez para reivindicar su papel en el equipo y bajo el aro… Insuficiente, en cualquier caso, para desdibujar a un contrincante que no se cansaba de correr, Shorts al mando y Hifi y Lo como auténticos francotiradores desde el extrarradio. Chof, Chof, Chof, y al último capítulo con todo por decidir (70-73).

Sucedió entonces que ahí palideció el Barça, un cortocircuito en mala hora, de nuevo sin ideas en ataque, incapaz de descontar rivales en las penetraciones ni de armar los brazos a tiempo, fallo tras fallo, bofetada a bofetada. Como repartidor, claro, TJ Shorts, que acabó con 24 puntos, excelentemente escoltado por los lanzadores exteriores, por Ward, Outtara, Hifi y Lo. Mucha tralla para poco Barça, que solo encontró argumentos con Parker porque Punter no tenía el día. Y porque, claro, a TJ Shorts nadie pudo echarle el lazo.

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