Las New York Liberty ganan su primer título de la WNBA y acaban con casi medio siglo de sequía para el baloncesto de Nueva York

Cierre a una temporada histórica de la liga de baloncesto estadounidense con récords de audiencia televisiva y asistencia a los estadios

Jonquel Jones, pívot de las New York Liberty, levanta su trofeo a la mejor jugadora después del triunfo de su equipo ante Minnesota Lynx en la final de la WNBA.Wendell Cruz (USA TODAY Sports via Reuters Con)

Las New York Liberty, uno de los equipos fundadores de la liga profesional de baloncesto femenino, ganaron este domingo en la prórroga su primer título de la WNBA al vencer en la prórroga a las Minessota Lynx en el quinto y definitivo partido de la final (67-62). Con ello, no solo acabaron con su sequía de títulos, sino con la de la propia ciudad, que llevaba 48 años sin celebrar un título de baloncesto, desde que los New York Nets (ahora Brooklyn Nets) se impusieron en 1976 en la extinta American Basketball Association (ABA), fusionada el año siguiente con la NBA. La Gran Manzana, considerada la Meca del baloncesto, no ha celebrado un anillo de la NBA desde que los New York Knicks ganaron su último título en 1973.

La final entre las New York Liberty y las Minnesota Lynx ha sido la guinda a una temporada récord para la liga, cuyas audiencias se han disparado por la llegada de una nueva estrella, Caitlin Clark, máxima anotadora histórica del baloncesto universitario, y su rivalidad con su némesis en la NCAA, Angel Reese. Clark, elegida novata del año, ha atraído los focos sobre la competición, lo que ha permitido a buena parte del público descubrir a las estrellas consagradas de la liga, entre ellas Breanna Stewart y Jonquel Jones, que se han unido en los últimos años a las Liberty de Sabrina Ionescu con el objetivo de acabar con los 28 años sin un solo título.

Los cinco partidos de la final se han decidido en las últimas posesiones y han incluido dos prórrogas y un tiro en el último segundo, batiendo récords de audiencia y de asistencia de público. Un total de 18.090 personas presenciaron el partido definitivo de este domingo en el Barclays Center de Brooklyn, elevando el récord de espectadores en el conjunto de las finales a un récord de 92.599 aficionados, con una media por partido de 18.520.

El quinto partido arrancó con un parcial de 10-19 para las de Minnesota, que se fueron al descanso con siete puntos de ventaja (27-34). En un gran tercer cuarto (20-10), las Liberty remontaron, pero las Lynx llegaron al momento final con ventaja. El desenlace tuvo incluso su dosis de polémica, ya que las Liberty forzaron la prórroga (60-60) con dos tiros libres tras una falta dudosa sobre Stewart a pocos segundos del final. El equipo de Minnesota pidió revisar la jugada, pero los árbitros mantuvieron su decisión.

Stewart venía de fallar otros dos tiros libres consecutivos, pero esta vez no perdonó. Después, en la prórroga, animadas por su entusiasta hinchada y por haber sido capaces de forzar el tiempo extra, las Liberty se impusieron finalmente a unas Lynx que solo pudieron encestar un tiro en los cinco minutos adicionales. En el partido definitivo, la máxima encestadora fue Napheesa Collier, estrella de las Lynx, con 22 puntos, secundada por Kayla McBride (21). En las Liberty, la anotación estuvo más repartida, con 17 puntos para Jones y 13 para tres jugadoras. Stewart lideró los rebotes, con 15.

El equipo de Nueva York acaba así con la maldición que las perseguía en las finales, a las que habían llegado en cinco ocasiones sin haber sido capaces de ganar nunca. Las Liberty se reponen de su última derrota, hace un año contra Las Vegas Aces. Además, se vengan de las Lynx, que este año les dejaron sin la Copa de la Comisionada de la WNBA.

Las Liberty han transformado el equipo en muy pocos años, desde que en 2020 escogieron a Sabrina Ionescu en el draft. En 2023 ficharon tanto a Breanna Stewart (campeona dos veces con las Seattle Storm y que suma dos títulos de mejor jugadora de la liga y de las finales) como a la bahameña Jonquel Jones (elegida mejor jugadora de las finales este año). Se trataba de una apuesta ganadora que estuvo a punto de dar sus frutos el año pasado, antes de la derrota ante Las Vegas Aces.

Jonquel Jones fue elegida mejor jugadora de las finales con unos promedios de 17,8 puntos, 7,6 rebotes, un 54,2% en tiros de campo y un 19 de 19 en tiros libres en total. La pívot de Bahamas, que se llevó el título de MVP de la liga en 2021 con las Connecticut Sun, es la tercera jugadora no estadounidense en llevarse el premio a la mejor jugadora de las finales tras la belga Emma Meesseman (Washington Mystics) en 2019 y la australiana Lauren Jackson (Seattle Storm) en 2010. Además, la alemana Leonie Fiebich, doble MVP de la Liga Femenina en España con Casademont Zaragoza (2023 y 2024), estableció con 65 puntos en total un nuevo récord de anotación para una novata en las Finales de la WNBA.

“Creo que ha sido divertido. Pero no nos quedemos en uno. Vamos a por el dos”, dijo Sandy Brondello, entrenadora del Liberty. “Es difícil ganar porque esta liga es muy buena. Necesitas un poco de suerte, pero también talento. También necesitas talento, el talento adecuado para conjuntar”. No será fácil. En las últimas 20 temporadas, solo las Aces han repetido título (2023 y 2024).

Breanna Stewart ―casada con la española Marta Xargay, a la que conoció en 2021 cuando ambas jugaban en Rusia en el Dynamo Kursk― disfrutó especialmente de su tercer título. “Esto es más personal porque soy de Nueva York. Soy del norte del estado. Vine aquí por una razón, y es ganar un campeonato”. Junto a sus compañeras ha logrado lo que no pudieron en medio siglo sus colegas masculinos como Pat Ewing, Jason Kidd, Kevin Durant y Kyrie Irving no pudieron: dar un título de baloncesto profesional a Nueva York.

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