España tiene deberes para el preolímpico
La selección cae en la prórroga ante Italia (84-87), un encuentro de preparación que sirve de homenaje a Marc Gasol
La selección española comenzó el rodaje hacia el preolímpico de la próxima semana en Valencia (del 2 al 7 de julio) con un derrota en la prórroga en el amistoso contra Italia (84-87). La cita sirvió para tomar nota de los errores y del tajo que hay por delante, y para rendir homenaje a Marc Gasol, una de las columnas de la etapa dorada del equipo español. El expívot recibió el calor del WiZink por una trayectoria gigantesca con el combinado nacional: 191 partidos (octavo en el listado histórico) y nueve medallas, entre ellas los dos oros mundiales de 2006 y 2019, dos oros europeos y las dos eternas platas olímpicas. Marc se abrazó a Llull y Rudy, los eslabones de aquel conjunto legendario con un grupo actual que avanza hacia la renovación generacional mientras lucha por seguir en el podio. De momento debe encarar los deberes de clasificarse para los Juegos de París.
España se encuentra ante lo desconocido después de ser campeona de casi todo. Nunca esta generación debió atravesar el peaje de un preolímpico, y el reto llena de incertidumbres el camino. Jugar en casa es un arma de doble filo, como ha advertido Scariolo, muy atento al exceso de confianza y avisado por experiencias pasadas. La puesta a punto ha de ser exprés, y ni siquiera cuando falta una semana para el primer encuentro en Valencia ha podido el seleccionador disponer de toda su plantilla al completo. Lorenzo Brown se incorporó este martes al grupo tras cerrar su paso del Maccabi al Panathinaikos. El resultado es un equipo que todavía tantea esos peldaños de la formación mientras la piezas van encajando y a la espera de los últimos descartes.
Liderada por Melli, la Azzurra golpeó a la mandíbula de la selección en el arranque (1-10). Al equipo español le costó entrar en calor, concesivo en el patio trasero y sin rendijas libres en el ataque. Solo tres puntos en siete minutos encendieron la luz de alarma. Scariolo agitó varias veces el árbol hasta que encontró una fórmula para despertar. Rudy y Llull apagaron los nervios y la energía inagotable de Garuba y la muñeca de Juancho resucitaron a la Familia (10-14), aunque todavía con el freno de mano puesto.
El conjunto de individualidades aún sumaba más en la selección que el equipo al completo. Variaban las piezas pero faltaba algo de fluidez con el balón prácticamente en cualquiera de las combinaciones en la cancha, a la espera de un chispazo. Los arreones agitaron al equipo español, e incluso le permitieron dar la vuelta al partido en el descanso (33-28), aunque no le otorgaron la continuidad necesaria para mandar con solvencia. Italia iba y venía en el marcador mientras España vivía de unos buenos momentos: el músculo de Willy, la chistera del clarividente Juan Núñez, algún latigazo exterior de Abrines...
El choque llegó en el columpio al desenlace (54-50 al entrar en el último cuarto). La capacidad ofensiva de Willy alimentó de puntos a la selección, pero los huecos atrás difuminaron esa renta. Italia enlazó tres triples seguidos: 70-73 a falta de medio minuto. Apareció entonces el hombre de las canastas imposibles, Sergio Llull, para cazar un bingo lejano a falta de 9,8 segundos y mandar la cita a la prórroga. Ahí volvió a España a dejar ver esas costuras en defensa y ciertas prisas en ataque. En el cara o cruz final, Willy erró e Italia ató el triunfo. A la selección le quedan deberes. El viernes se enfrentará en Alicante a la República Dominicana, última piedra de toque antes de un preolímpico que compartirá con Líbano, Angola, Polonia, Finlandia y Bahamas. Solo el ganador del torneo estará en París.
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