Chus Mateo: “Lloraremos y nos pondremos de pie”

El entrenador del Madrid da valor al camino de toda la temporada antes de medirse el miércoles al Barça en semifinales de la ACB

Sergio Rodríguez y Chus Mateo, durante la final.RONALD WITTEK (EFE)

Le hubiera gustado disfrutar de una cerveza con su equipo técnico y con su familia para celebrar un título de la Euroliga, el segundo consecutivo. La derrota ante el Panathinaikos cambió esa alegría por la decepción, pero no los planes y el balance del camino del entrenador del Madrid, Chus Mateo, que aseguró que pensaba brindar igualmente con los suyos. “Al final, en la vida, cuando gano y cuando pierdo, ellos están a mi lado”, afirmó. Y dio valor a u...

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Le hubiera gustado disfrutar de una cerveza con su equipo técnico y con su familia para celebrar un título de la Euroliga, el segundo consecutivo. La derrota ante el Panathinaikos cambió esa alegría por la decepción, pero no los planes y el balance del camino del entrenador del Madrid, Chus Mateo, que aseguró que pensaba brindar igualmente con los suyos. “Al final, en la vida, cuando gano y cuando pierdo, ellos están a mi lado”, afirmó. Y dio valor a una durísima trayectoria durante la temporada para llegar al último peldaño de la Final Four, aunque fuera el conjunto griego quien tocara el cielo. “Sí ha merecido la pena este camino, no voy a pensar que no. Ahora lloraremos esta noche y nos levantaremos, nos pondremos de pie. Prefiero haber peleado hasta el final. Es el espíritu que quiero para mi equipo. Demostraremos que el carácter del Madrid es felicitar a los oponentes y seguir caminando hacia delante”, comentó el entrenador blanco.

Sobre las claves de la derrota después de una segunda parte de la final muy diferente a la primera, Mateo apuntó más a la pizarra que al carácter de sus jugadores. “En la primera parte entendimos lo que teníamos que hacer contra su defensa, pero en la segunda ellos mejoraron atrás, jugaron con más fuerza física y nosotros perdimos nuestra energía. Y entonces tiramos demasiados triples, les dejamos el control porque no jugamos con la misma disciplina. Teníamos que haber mirado más adentro. Perdimos agresividad”, comentó el preparador madridista, también “confuso” por el arbitraje y las faltas con las que cargaron sus hombres interiores.

A esa confusión en las ideas del Madrid y el descenso de voltaje se unió el alzamiento de Sloukas, que ya suma cuatro títulos de la Euroliga con tres equipos diferentes: Olympiacos en 2012 y 2013, Fenerbahçe en 2017 y Panathinaikos ahora.

Sloukas acaparó el protagonismo que el año pasado se ganó Llull. “Tuvimos el partido para romperlo y no lo hicimos”, lamentó el escolta balear. “Ellos tuvieron un grado más de energía, fueron agresivos, intensos, eficaces en el ataque. Tuvieron la paciencia para encontrar al mejor hombre ubicado para el tiro. Nosotros no tuvimos esa paciencia en ataque, fuimos muy predecibles y poco fluidos, y ellos lo aprovecharon. Sabíamos que el partido iba a ser largo, un maratón. Jugamos un buen primer cuarto, pero en la segunda parte nos costó mucho”, añadió Campazzo.

Y de la Euroliga al clásico. El miércoles (20.30, Movistar) el Madrid recibe al Barcelona en el primer encuentro de las semifinales de la ACB, al mejor de cinco encuentros (viernes también en el WiZink y domingo en el Palau son los siguientes) con ventaja de campo para los blancos. El Madrid llegará lastimado tras la derrota europea. “Esto nos tiene que dar combustible”, pidió Campazzo; “tenemos otro título por delante y hay que levantarse”.

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