Un Madrid más hecho derrota a un Barça en construcción
Los blancos, mejorados con Campazzo, se imponen a los azulgrana por 80-90 en el primer clásico del curso, las semifinales de la Supercopa. Unicaja derrota al Murcia en la otra cita
El Madrid tiene un sello nuevo con Facundo Campazzo de vuelta al mando de las operaciones. El Barça es completamente otro con muchas piezas nuevas al servicio de otro debutante en el banquillo, Roger Grimau. El clásico sigue siendo el mismo, sea en la lucha por el título liguero, en una Final Four o, como este sábado en Murcia, en una semifinal de la Supercopa para abrir el curso. Vencieron los blancos con los puntos de Musa (24), los rebotes de Tavares (11) y la sabiduría del Facu,...
El Madrid tiene un sello nuevo con Facundo Campazzo de vuelta al mando de las operaciones. El Barça es completamente otro con muchas piezas nuevas al servicio de otro debutante en el banquillo, Roger Grimau. El clásico sigue siendo el mismo, sea en la lucha por el título liguero, en una Final Four o, como este sábado en Murcia, en una semifinal de la Supercopa para abrir el curso. Vencieron los blancos con los puntos de Musa (24), los rebotes de Tavares (11) y la sabiduría del Facu, y este domingo (19.00, Movistar) disputarán la final ante el Unicaja, que ganó a los anfitriones por 74-79. Buscan los madridistas su sexto título seguido en la Supercopa. El nuevo Barça, muy dependiente de Laprovittola (27 puntos) y con escaso aporte de los nuevos, está en la incubadora.
Ni Willy ni Tavares en los quintetos iniciales. Los dos equipos guardaban algunos de sus mejores cromos. El Madrid sí apostaba por ese aire fresco de Campazzo que recordaba un pasado ilustre. El Barça no alineaba de inicio a ninguna de sus recientes incorporaciones. Pero sí empezó a dejar pinceladas del estilo Grimau, un juego menos rígido, con más libertad de pensamiento, desprendido de las cadenas que sujetaba Jasikevicius. Menos ajedrez, en definitiva. El conjunto azulgrana esprintaba mientras el madridista probaba fortuna desde el perímetro. Tres minutos con un escuálido 3-2 dieron paso a los dos colosos, Willy y Tavares, en su primer choque de la temporada. Un rebote de la torre de Cabo Verde lanzó a Campazzo a la contra. Y en la jugada siguiente apareció la conexión argentina con Deck (8-10). La presencia de Tavares intimidaba al Barça, recuperado con las incursiones y la muñeca de Laprovittola, el mejor artillero, un torbellino por dentro y por fuera (16 de los 19 primeros puntos de su equipo). El Madrid respondía uniendo la imaginación de Sergio Rodríguez con el tallaje de Tavares, que lastimó con un codazo a Brizuela (el escolta ya no volvió a jugar). Un triple del Chacho en la última décima cerró un primer cuarto de mucho ritmo (25-22).
Jabari Parker, Jokubaitis, Parra... Y Rudy, Llull, Hezonja... Los dos grandes exhibían su amplio fondo de armario. Willy se emparejó con Poirier, otro hueso duro ante el que probar su fiebre defensiva. Y al que buscar las cosquillas en el tablero contrario. Seguía a toda pastilla el Barça, incluso con tiros en transición sin la opción del rebote ofensivo, una osadía que hubiera encendido a Saras. Pero este Barça tiene otra cara, no le da tantas vueltas al coco. Un bingo exterior de Parra estiró la renta (32-25). El sabio Rudy provocó una antideportiva de Laprovittola, más calladito en el segundo cuarto (dos puntos) después de su concierto del primer episodio, y Campazzo también a distancia recordó viejos tiempos. El Madrid exprimió las pérdidas de balón que el nuevo librillo azulgrana acarrea a veces como peaje, y con esos contragolpes los blancos compensaron algún que otro atasco en el ataque estático. El duelo volvía a la casilla de salida (35-36), intenso en el cuerpo a cuerpo. Ahora era Campazzo el que sufría un duro golpe en la cabeza de su colega Laprovittola, y Da Silva el que embestía a Rudy en un balón dividido. Ni Supercopa ni pretemporada, era un clásico en toda regla. No hay tregua cuando se trata de Barcelona y Real Madrid y se olfatea un título. Tavares se hizo fuerte en la cueva (sin antídoto aunque cambien sus parejas de baile) y el Madrid alcanzó el descanso un peldaño por delante (40-42).
Laprovittola volvió donde lo había dejado en el arranque del duelo. Campazzo marcaba el tiralíneas desde su observatorio. Por esos misterios del baloncesto, Argentina se quedó fuera del Mundial y de los próximos Juegos con estos dos genios en sus filas. Con el Facu al volante y la producción de Musa, el Madrid elevó la temperatura ante un Barça que todavía está en un proceso de encajar el puzle. Los madridistas mandaban (48-52) pese a un lunar en el acierto desde el triple. Desde esa baldosa sumó Jabari Parker sus primeros puntos en la cita. El número dos del draft de 2014 dejó más dudas que certezas sobre lo que será su rendimiento a lo largo de la temporada. En la zona, Tavares emergió con sus interminables 2,21m y sus brazos como pértigas para hundir con un tapón a Willy Hernangómez, que terminó con solo dos puntos. Ahí manda el hombretón del Madrid. Entre el poderío interior del pívot y la agilidad y el tajo de Campazzo, el conjunto de Chus Mateo dio un buen bocado. Antes del último envite, 59-67.
El Madrid tenía el reloj del partido en el bolsillo, dueño de la escena frente a un Barça que arranca la temporada con más urgencias. Musa, un tiro cuando encara el aro rival, engordó el botín (64-76). El bosnio no será el mejor cerrojo defensivo, pero en ataque tiene todas las llaves. Los azulgrana volvían a echar mano de la chistera de Laprovittola, una vía demasiado explotada. Los blancos dormían la cita porque el tiempo jugaba a su favor. Y en caso de apuro, balón a Tavares. Con la cuenta a salvo, el Madrid aceptó un intercambio de golpes que no alteraba sus signos vitales. Para abrochar el pase a la final, Campazzo de maestro de ceremonias. Reforzados con el Facu, fuertes por dentro (54 puntos en la pintura), los blancos hoy son un equipo mucho más hecho que un Barça muy renovado que todavía está descubriéndose.
BARCELONA, 80; REAL MADRID, 90
Barcelona: Satoransky (14), Laprovittola 827), Kalinic (7), Da Silva (5) y Vesely (7) —quinteto inicial—; Parker (4), Abrines (8), Jokubaitis (2), Brizuela (0), Willy Hernangómez (2) y Joel Parra (3)
Real Madrid: Campazzo (17), Abalde (2), Musa (24), Deck (14) y Poirier (7) —quinteto inicial—; Causeur (0), Yabusele (1), Tavares (13), Rudy Fernández (7), Sergio Rodríguez (3), Hezonja (0) y Llull (2).
Parciales: 25-22, 15-20, 19-25 y 21-23.
Árbitros: Jiménez, Serrano y Cutillas.
Palacio de los Deportes de Murcia: 7.400 espectadores.
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