Sergio Scariolo: “Quiero seguir entrenando a la selección española”
El preparador italiano muestra su deseo de continuar en el siguiente ciclo olímpico, hace balance del Mundial y mira a los retos del futuro
Sergio Scariolo (Brescia, 62 años) atiende por teléfono a EL PAÍS desde Bolonia, camino del entrenamiento matinal con su club, la Virtus. No hay descanso para el preparador italiano, que justo hace una semana probaba el amargor de la eliminación en la segunda fase del Mundial al frente de la selección española. Scariolo, ganador de ocho medallas con la Familia, hace balance del torneo, reflexiona sobre el cambio generacional y mira al futuro, al reto...
Sergio Scariolo (Brescia, 62 años) atiende por teléfono a EL PAÍS desde Bolonia, camino del entrenamiento matinal con su club, la Virtus. No hay descanso para el preparador italiano, que justo hace una semana probaba el amargor de la eliminación en la segunda fase del Mundial al frente de la selección española. Scariolo, ganador de ocho medallas con la Familia, hace balance del torneo, reflexiona sobre el cambio generacional y mira al futuro, al reto de clasificarse a través de un preolímpico para los Juegos de París 2024. Para una selección acostumbrada al dulce oro, un desafío sigue a otro.
Pregunta. ¿Qué conclusiones saca del Mundial de España?
Respuesta. Creo que hemos jugado un excelente baloncesto, por encima desde luego de lo que nosotros mismos nos esperábamos. Para poder dar otra campanada, nos ha faltado rematar el grandísimo trabajo durante tres cuartas partes de los partidos que hemos perdido [contra Letonia y Canadá]. Se nos han escapado en la lotería de los dos o tres últimos tiros.
P. ¿Qué falló para ceder 11 y 12 puntos, respectivamente, en los últimos cuartos de esos dos encuentros?
R. Yo daría mucha más importancia a lo que ha costado, y a lo extremadamente positivo que ha sido llegar en esa posición a los últimos cuartos, porque no era para nada esperable. Luego nos ha faltado un poco más de experiencia en esos momentos de partido. El dato impactante es que de nuestros 12 jugadores solo uno era titular en su equipo [Joel Parra en el Joventut]. Ese es un hecho aplastante para hablar del perfil de nuestros jugadores, que han hecho un grandísimo esfuerzo. Y nos faltó también más equilibrio ataque-defensa, un poco más de capacidad ofensiva en los mejores defensores y un poco más de capacidad defensiva en los mejores atacantes. Poder identificar un grupo de cinco o seis jugadores que pudiesen garantizar un rendimiento sin tanto desequilibrio. Eso nos ha obligado a buscar cuál podía ser la mejor combinación porque nos faltaba producir puntos desde la defensa, con grandes acciones defensivas con contraataque añadido, que es nuestro sello, y por otro lado más frialdad y acierto en esos momentos para no dejar al rival aprovechar nuestros fallos.
P. Jugar el Mundial con Juan Núñez, de 19 años, como base titular, y sin Lorenzo Brown ni Ricky Rubio, ¿fue decisivo?
R. He estado encantado con la evolución de Juan. Ha tenido solo un mal partido [Letonia], en el que dio la sensación de verse un poquito superado. Es un balance positivo. Está claro que no tiene ni pies ni cabeza esperar de Juan un rendimiento como el de Ricky o el de Lorenzo, los dos jugadores llamados a llevar el timón del partido en los momentos decisivos. Pero ha sido una inversión brutal, a nivel de madurez y crecimiento. No olvidemos que era suplente de Yago dos Santos en el Ulm, que ha jugado la Eurocup.
P. El objetivo de este ciclo era mirar a medio o largo plazo, madurar un relevo generacional, pero el oro en el Eurobasket hizo saltar por los aires todas las previsiones. ¿El noveno puesto conseguido en este Mundial es una vuelta a la realidad?
R. El objetivo de este ciclo no ha sido París 2024, sino más adelante. Pensar que los jugadores que llegan después, y en los que tenemos mucha esperanza, estén ya listos es un disparate, una locura. Necesitarán después de los Juegos de París un par de años más para entrar a pleno régimen y proyectarse hasta el final del siguiente ciclo olímpico con un equipo muy joven y lleno de talento. Que mientras tanto hayamos ganado un Mundial y un Europeo ha sido increíble. Es una de esas cosas que pasan cada muchísimos años y nos han pasado dos veces porque la capacidad colectiva para superar la suma de las individualidades ha sido brutal. Hasta que hemos podido. Ese no es el baremo. Para un aficionado o patrocinador que piense en España como un candidato seguro a medalla, la selección no es su equipo en este momento. Si piensa en un grupo que demuestra los valores de juego en equipo, la cohesión, las ideas claras sobre el futuro, sí es ahora su equipo. Si damos tiempo a la maduración de los jóvenes, volveremos ser candidatos a medallas.
P. ¿Es necesario mantener los pies en el suelo?
R. Sí. Agradezco muchísimo el esfuerzo de todos. Yo soy un entrenador muy exigente, quiero llevar al jugador al límite de sus posibilidades, y siempre queda el margen de pensar que alguien hubiera podido dar un poquito más, sobre todo en la faceta que no controla demasiado, que no es la suya natural. Como mucho un par de jugadores nos han dado un poquito menos de lo que esperábamos.
P. Ha comentado usted que llegar a los Juegos será “una gesta titánica”. ¿Y no llegar?
R. Será lo que nuestras capacidades nos permitan. Es nuestra ilusión y nuestro sueño, pero a muchas grandes selecciones les cuesta estar regularmente en los Juegos. Hay que llegar preparados al preolímpico y competir hasta el final, que es nuestra forma de ser, es lo que nos ha hecho especiales. El tiro puede entrar o salir, influyen lesiones, arbitrajes... Lo que controlamos, que es nuestra actitud, es innegociable.
P. Tiene contrato hasta 2024. ¿Cómo ve su futuro?
R. He recibido con mucha satisfacción la manifestación de los actuales regidores de la Federación, que está en un proceso de renovación de cargos [hay elecciones a la presidencia el 2 de octubre], del deseo de que siga durante el siguiente ciclo olímpico. Mi intención es seguir entrenando a una selección, y no hay ninguna duda de que será la selección española. La cuestión para mí será decidir a final de temporada si mantengo este doble encargo, el club y la selección. Mi intención es la de seguir con España pero se tomará cuando sea el momento.
Alemania-Serbia, la final "del gran crecimiento europeo"
Por segunda edición consecutiva, la campeona del mundo será una selección europea. España, triunfadora en China 2019, entregará este domingo (14.40, Tdp) el relevo a Alemania o Serbia, protagonistas de una final que, según Scariolo, “reafirma el gran crecimiento del baloncesto europeo”. “Y que pone en un valor brutal lo que fue nuestra semifinal del Eurobasket pasado contra Alemania. Es el equipo del momento, destinado a dominar la competición en los próximos años. La final también demuestra la gran capacidad competitiva de Serbia, con una producción de jugadores tan enorme, figuras de la NBA y la Euroliga, que se puede permitir unas cuantas bajas importantes [Jokic, Micic] y seguir arriba”, añade el seleccionador de España.
Ninguno de los cuatro semifinalistas del pasado Mundial (Francia, España, Australia y Argentina) han repetido ahora. Para el técnico, es la señal de lo complejo que es mantenerse en la élite. “El nivel ha crecido muchísimo”, desgrana Scariolo; “hay muchos equipos con jugadores con responsabilidades muy importantes en la NBA y la Euroliga. El crecimiento es brutal. Eso es bueno para el baloncesto. A Canadá, lleno de jugadores de alto nivel NBA, les costó ganarnos. Y Estados Unidos ha perdido dos partidos [ante Lituania y Alemania]. La competición cada vez es más cara”.
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