La muerte digna de España en el Mundial femenino de balonmano tras perder ante el muro alemán
La selección, que dependía de sí misma tras la derrota de Serbia, cae frente a la superioridad física germana y se queda sin cuartos
Al final, después de todas las idas y venidas en el Mundial, España llegó a la última estación dependiendo de sí misma para pasar a cuartos. Montenegro apalizó a Serbia (33-17) a primera hora de la tarde y eso colocó a la selección en disposición de dar el gran golpe. Tenía que ganar a un equipo anfitrión, invicto e intratable en el pabellón repleto de Dortmund. Parecía demasiado tomate, y lo fue.
A la vuelta del descanso, las gigantonas germanas, líderes matemáticas del grupo antes de jugar, pisaron fuerte (12-20 en el minuto 41) y aplastaron cualquier ilusión de las Guerreras, que desde ese momento solo pudieron procurarse una muerte digna. Danila So Delgado se revolvió con 10 goles (ocho en la segunda parte), pero acabaron pesando más las 18 pérdidas y la gran superioridad física de un conjunto que le recordó a España lo que le queda por recorrer en esta nueva etapa para volver a aspirar a la élite.
La selección tuvo el mérito de no dejarse ir en un choque que cerró para ella un campeonato marcado por sus bajonazos ante Islas Feroe y Serbia, dos rivales ganables que se aprovecharon de su falta de constancia y fiabilidad. Dos cruces que sepultaron a las Guerreras en un torneo que funciona por acumulación. La que cantó el gordo fue Montenegro, que pasó como segunda a cuartos. Ayudó a España, pero, sobre todo, se ayudó a sí misma.
El 6-12 en el minuto 24 amenazó con un adiós por la vía rápida de la selección. Cada ataque suyo era un dolor. Los centímetros de las teutonas cegaban a las jugadoras de Ambros Martín, que chocaban, literalmente, contra un muro. Ni tenían lanzamiento exterior, ni opciones de penetrar ni las extremos encontraban vuelo. Y, de postre, la portería, con Lucía Prades, no se había apuntado ni una intervención. Tampoco el balonmano de las anfitrionas era un primor. Muchas pérdidas, tantas como España. Así que a nada que se entonó la selección bajo palos con Nicole Morales y afinó un poco arriba, redujo daños al descanso (10-13). La llamita de la esperanza seguía encendida.
Sin embargo, en cuanto el partido se reanudó, la casa se vino abajo de un plumazo y ya sin remedio. “Para ganar tienen que darse muchas cosas”, había avisado Ambros. Y no se dieron tantas. A lomos de Danila, la mejor noticia de España en el Mundial, todavía se puso 24-27 en el minuto 57 y obligó a Alemania a pedir un tiempo muerto. Pero hasta ahí llegó. La montaña en Dortmund era demasiado grande. “Este partido no era el clave”, lamentó el seleccionador, en referencia a los dos gatillazos contra Islas Feroe y Serbia, donde se le escaparon cuatro puntos que le habrían disparado a los cuartos.
España, 25 - Alemania, 29
España: Prades; Etxeberria (3), Bengoetxea (1), Alicia Fernández (1p), So Delgado (10), Jennifer Gutiérrez (-) y Gassama (-) —equipo inicial— Morales (ps), Vegué (-), Somaza (1), Arcos (-), Lysa Tchaptchet (1), Elba Álvarez (4, 1p), Lyndie Tchaptchet (2), Arroyo (-) y Oppedal (2).
Alemania: Filter; Behrend (-), Leuchter (2), Von Pereira (-), Vogel (6), Smits (-) y Doll (5, 2p) —equipo inicial— Wachter (ps), Grijseels (1), Engel (4, 1p), Antl (3), Steffen (-), Kuhne (3), Lott (4), Maidhof (-) y Hauf (1)
Árbitros: Hansen y Madsen. Excluyeron por dos minutos a Lysa y Lyndie Tchaptchet, Vogel y Doll (2).
Resultado cada cinco minutos: 1-2, 2-3, 3-6, 5-9, 6-12 y 10-13 (Descanso). 10-17, 12-19, 16-21, 18-24, 21-27 y 25-29 (Final)
Westfalenhalle (Dortmund). 10.522 espectadores.
Así quedó el grupo de España
Alemania, 10 puntos*
Montenegro, 6*
Serbia 5
España, 4
Islas Feroe, 3
Islandia, 0
Con un asterisco, los equipos que pasan a cuartos