La vida desde la tabla
El surfista y escritor inglés Sam Bleakley invita a un disfrute pleno del deporte de surcar las olas
Visto desde la relativa seguridad de la tierra firme, el surf tiene algo de hipnótico. La figura de una persona erguida surcando el mar sobre una tabla transmite una peculiar sensación de control. Como si el ser humano, al menos por unos segundos, pudiera dominar a la naturaleza. Otra cosa es lo que sucede encima de la tabla. Que no es poco. Porque solo para llegar a coordinar el cuerpo y ser capaz de levantarlo mientras se avanza al ritmo de la ola hace falta una importante dosis de propiocepción. También unas gotas de coordinación y la visión de que todas esas ondas que se escaparon, todos e...
Visto desde la relativa seguridad de la tierra firme, el surf tiene algo de hipnótico. La figura de una persona erguida surcando el mar sobre una tabla transmite una peculiar sensación de control. Como si el ser humano, al menos por unos segundos, pudiera dominar a la naturaleza. Otra cosa es lo que sucede encima de la tabla. Que no es poco. Porque solo para llegar a coordinar el cuerpo y ser capaz de levantarlo mientras se avanza al ritmo de la ola hace falta una importante dosis de propiocepción. También unas gotas de coordinación y la visión de que todas esas ondas que se escaparon, todos esos segundos de desorientación después de una caída al agua y todas las horas de práctica salen más que rentables cuando al otro lado de la balanza se sitúa la conciencia plena de la existencia acompañada de una intensa relación con el entorno.
El surf y la meditación (Siruela) es el libro en el que el surfista profesional y autor de varios libros de viajes Sam Bleakley invita a acercarse a esta disciplina desde la perspectiva de alguien que nació en las costas de Cornualles y desarrolló una peculiar capacidad de conexión con el mar. Una infancia en la que el surf tenía sonido y olía al salitre que se filtra en el aire lo dotaron de una gran sensibilidad física y mental. Se percibe en las evocaciones de las jornadas que pasó en la playa con sus padres y que hoy replica son sus hijos. Bleakley ofrece un ensayo en el que conviven los viajes, la historia, la responsabilidad individual con la ecología o una serie de consejos para disfrutar del surf escritos desde la experiencia. También la historia de cómo las tablas pasaron de ser contundentes objetos de madera a elementos brillantes y hermosos. O de las sutiles y elegantes escenas de personas caminando sobre el tablón mientras aferran los diez dedos de sus pies a la proa. Un acercamiento al surf desde el humanismo que ayuda a entender por qué es mucho más que un deporte para quienes lo practican.