Rudy Fernández y Roger Federer descubren en Augusta un mundo único
El exbaloncestista, enganchado al golf por Pau Gasol, destaca la desconexión del móvil en el Masters y el extenista compara el campo con Wimbledon
Augusta es el museo del golf y por sus praderas se pasean miles de personas admirando cada hoyo como si fueran los cuadros del Louvre. Uno de los que se queda con la boca abierta es Rudy Fernández, el exbaloncestista del Real Madrid y de la selección española, que después de retirarse el pasado verano ha dado rienda suelta a su pasión por este deporte, y que recién cumplidos los 40 años pisa su primer torneo de golf como seg...
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Augusta es el museo del golf y por sus praderas se pasean miles de personas admirando cada hoyo como si fueran los cuadros del Louvre. Uno de los que se queda con la boca abierta es Rudy Fernández, el exbaloncestista del Real Madrid y de la selección española, que después de retirarse el pasado verano ha dado rienda suelta a su pasión por este deporte, y que recién cumplidos los 40 años pisa su primer torneo de golf como seguidor nada menos que en el escenario del Masters de Augusta.
“Es una experiencia espectacular. Vivir esto ha sido una gran oportunidad. Augusta es algo único”, comentaba este sábado Rudy después de seguir durante cuatro horas el partido de Rahm y tras vivir de cerca la ronda de Sergio García el viernes. “Las tradiciones en la vida se pierden y aquí perduran, eso lo hace muy especial. Ha sido mi primer torneo y ahora tengo el listón muy alto. La desconexión del teléfono viene muy bien”, añadía. Los móviles están prohibidos en el campo y Rudy llamó a su madre desde un teléfono fijo de una serie de cabinas que hay en el recorrido. También le sorprendió que un miembro de seguridad del torneo le llamara la atención por llevar la gorra al revés, un gesto no permitido.
El Masters acogió a Rudy como un invitado especial, le acompañó con un fotógrafo en algunos hoyos del campo y le mostró la casa club. El exjugador se sorprendió por la magnitud del torneo y por la belleza del lugar. “El golf es un deporte que no conocía hasta ahora y que estoy disfrutando muchísimo. Me enganchó Pau Gasol y ahora me pica, pero no me atrevo a jugar con él porque sé que me va a ganar y no le quiero dar ese gusto. Para mí es un deporte muy divertido pero muy irregular. Yo soy muy metódico y mentalmente me cuesta no estar bien”, añadía.
El golf ha entrado en la familia Fernández. “Mis hijos están empezando a jugar y el niño, que también juega al fútbol, con cuatro clases ya me gana, me tengo que poner las pilas”, bromeaba Rudy, que aprende en el campo de La Finca y que próximamente participará en un torneo organizado por la Fundación Gasol. Este sábado se fijaba en cada detalle de la ronda de Rahm, sus gestos técnicos y la dificultad de cada golpe, sobre todo en los greens.
También lo mira todo con los ojos como platos Roger Federer. El genio suizo disfruta a los 43 años del golf tras una carrera majestuosa en el tenis coronada con 20 grandes. “Antes jugaba un poco y ahora llevo un año con clases de golf. Estoy jugando más y me doy cuenta de lo difícil que es este deporte. Hay que tener una mentalidad muy fuerte, punto a punto”, cuenta Federer en la cadena ESPN. Y compara Augusta con otro templo: “Me recuerda mucho a Wimbledon. Es increíble, tal como se ve en televisión”. Federer se fotografió con Nick Faldo, ganador de tres chaquetas verdes, otro aliciente para seguir mejorando en el golf y aceptar un nuevo desafío: 18 hoyos con Rafa Nadal.