Tiger Woods se rompe el tendón de Aquiles y no jugará el Masters de Augusta
El campeón de 15 grandes, de 49 años, vuelve a ver muy comprometida su carrera por culpa de las lesiones
El golf vuelve a quedarse sin Tiger Woods. El campeón de 15 grandes, de 49 años, ha anunciado este martes una nueva lesión que sitúa de nuevo su imperial carrera en un oscuro túnel. Tiger se ha roto el tendón de Aquiles de la pierna izquierda y se perderá no solo el próximo Masters de Augusta, del 10 al 13 de abril, sino seguramente el resto de la temporada. Con los 50 años en el horizonte (los cumplirá el 30 de diciembre) y víctima de un cuerpo lleno de cicatrices por sus continuas operaciones de espalda y de rodilla, la incógnita de si Tiger podrá volver a jugar en la élite planea de nuevo.
“A medida que comencé a intensificar mi entrenamiento y las prácticas en casa, sentí un dolor agudo en mi tendón de Aquiles izquierdo, que se descubrió que estaba roto”, explicó Tiger en un comunicado, y comentó que este martes fue operado en Florida. “Ahora estoy de regreso en casa y planeo concentrarme en mi recuperación y rehabilitación, gracias por todo el apoyo”, añadió.
Tiger es actualmente el jugador número 1.239 del ránking mundial y este año no ha jugado ningún torneo puntuable para el ránking mundial. En 2024 participó en los cuatro grandes: fue 60º en el Masters después del récord de 24 cortes seguidos superados, pero no pasó esa barrera en el PGA Championship, US Open y Open Británico. Aparte de eso, se retiró en el Genesis Invitational. En 2023 y 2022 apenas logró alistarse en tres torneos cada año. Una leyenda en cuentagotas.
La carrera de Woods quedó prácticamente sepultada al más alto nivel cuando en febrero de 2021 sufrió un gravísimo accidente de tráfico que casi le cuesta la vida. Se salvó pero del amasijo de hierros en que quedó convertido su vehículo al perder su control salió con las dos piernas rotas. Ya nunca volvió a ser el mismo pese a que una y otra vez ha caído y se ha vuelto a levantar. Su trayectoria de las últimas temporadas es más un parte médico que una hoja de resultados, además de un acompañamiento de su hijo adolescente Charlie en su camino hacia el golf profesional. Su último fogonazo fue el Masters de la resurrección que conquistó en 2019, su 15º grande 11 años después del anterior, a tres laureles del récord histórico de Jack Nicklaus que ya no puede amenazar. Un nuevo golpe, esta vez la rotura del tendón de Aquiles mientras se preparaba para su amado Masters, le devuelve a lo más hondo.
Tiger sentía que si en algún lugar tenía una mínima opción de luchar por un grande, ese escenario era Augusta, el campo que podría jugar con los ojos cerrados, allí donde comenzó su revolución en 1997, la primera de sus cinco chaquetas verdes, el inicio de todo. Por eso forzaba estos días el cuerpo, las rodillas machacadas, la espalda que le martiriza, para tratar de alcanzar abril, el Masters de su vida, mínimamente competitivo. Pero su gran amor por Augusta se le ha vuelto en contra.
La depresión para él es todavía mayor porque a principios de febrero sufrió la muerte de su madre, Kutilda, una figura imprescindible en su carrera y en su vida por su dedicación para crear al gran competidor que ha sido el Tigre. “Mi madre era una fuerza de la naturaleza por sí misma. Era mi mayor apoyo. Sin ella, no hubiera logrado nada”, dijo entonces Woods.
Solo un mito como él sería capaz de volver otra vez.