Mundial de Ajedrez | Ding provoca otro empate muy aburrido para incomodar a Gukesh

El chino, favorito en un eventual desempate rápido, no arriesga con blancas y mantiene el duelo igualado (5-5) a falta de cuatro partidas

Gukesh (izquierda) y Ding acuerdan el empate en la 10ª partida del Mundial, este sábado en SingapurMaría Emiliánova

No pocos ajedrecistas son buenos en el póquer, donde, además de la capacidad de cálculo, es fundamental el control de las emociones. El campeón del mundo, Liren Ding, de 32 años, buscó este sábado un empate muy aburrido en la décima partida del Mundial de Singapur, como ya hizo el jueves en la novena. Su objetivo es incitar a que su rival, Dommaraju Gukesh, de 18, arriesgue porque el chino se siente favorito en un eventual desempate rápido. El marcador está igualado (5-5) a falta de cuatro; el indio tendrá la iniciativa de las piezas blancas este domingo en la undécima.

Al nivel de una final del Campeonato del Mundo, provocar una partida muy aburrida también tiene su arte. Lo ideal es hacerlo de tal modo que el adversario se sienta incómodo en todos los escenarios posibles, según qué tipo de posición elija tras la apertura. Esa fue la intención de Ding este sábado: planteó una variante que su principal analista, el húngaro Richard Rapport, había utilizado dos veces, en 2018 y 2019. Si Gukesh elegía uno de esos dos caminos, quedaría algo peor, pero con cierto contrajuego; si no, el desenlace más que previsible sería unas rápidas tablas.

Gukesh se olió la tostada y, tras unos minutos de reflexión, encontró una defensa mucho más sólida que la de los rivales de Rapport. El chino se sumió en una larga reflexión, vio que no podía lograr ninguna ventaja sustancial, aunque fuera muy pequeña, y buscó la manera más aséptica de dirigir la partida hacia la igualdad absoluta. La paz se firmó en menos de tres horas.

Una de las conclusiones más claras de la estrategia de Ding es que el dinero no le importa mucho: por primera vez, la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) reparte la bolsa de premios (2,5 millones de dólares, 2,4 millones de euros) incentivando la combatividad: 200.000 dólares (189.250 euros) por cada victoria, y el resto se divide al 50%. En caso de que el duelo acabe en un desempate rápido: 1,3 millones de dólares (1,23 millones de euros) para el ganador y 1,2 millones de dólares (1.14 millones de euros) para el derrotado.

Gukesh, durante la apertura de la décima partida del Mundial de Singapur, este sábadoEng Chin An (Eng Chin An)

Ding tiene dos motivos para nadar seguro y guardar la ropa: ha sufrido una profunda crisis de salud y de juego durante año y medio (desde que ganó el título frente al ruso Ian Niepómniashi); y los números dicen que es más fuerte que Gukesh en las modalidades rápidas. Durante la conferencia de prensa después de esta décima partida, intentó esconder su planteamiento: “He preparado intensamente la apertura, analizando muchas variantes; pero Gukesh ha encontrado una solución muy buena”. No dijo que todas esas variantes equivaldrían en fútbol a jugar con cinco defensas, cuatro centrocampistas y un solo delantero.

Gukesh también se unió al póquer dialéctico: “Hacer tablas con negras es bueno. Yo no me siento con un objetivo definido de jugar a ganar o conformarme con hacer tablas; todo depende del tipo de posición que haya en el tablero y de buscar siempre el mejor movimiento posible”. Todo eso es probablemente cierto, pero es sólo parte de la verdad, porque él, su equipo de analistas y su padre tienen que decidir algo esencial: si le perjudica o no que el título mundial se dilucide en el trajín de un desempate rápido.

Es objetivamente cierto que el chino ha sido, hasta ahora, a lo largo de su carrera, mejor que el indio en las modalidades rápida y relámpago. Pero, a juzgar por lo visto en este duelo, Gukesh parece más seguro de sí mismo, salvo que sea muy hábil poniendo una cara de póquer pero con mucha procesión nerviosa por dentro. En la famosa película Rebelde sin causa, los dos protagonistas se retan en un duelo para aclarar quién es más cobarde. El desafío consiste en dirigir sendos vehículos hacia un precipicio y saltar del coche más tarde que el rival para evitar la caída al abismo. Gukesh necesita decidir si quiere jugar a eso.


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