El caso del ‘hachazo runner’: traición o competición a unos metros de la meta

La actitud a tomar al final de las carreras populares genera debate entre sus participantes

Un grupo de corredores rodea la Puerta de Alcalá durante la carrera popular 'Madrid corre por Madrid'.

Imagínate la siguiente escena: estás en una carrera popular y quedan escasos metros para meta. Ya ves el arco de llegada a lo lejos, te queda un poco de fuerza en las piernas y, delante de ti, va otro corredor. ¿Qué haces? A ese esprint final para adelantar a uno o más corredores se le conoce popularmente como “el hachazo” y no todo el mundo está de acuerdo con su práctica. Hay quien considera que ir a un ritmo más o menos lento toda la carrera y esprintar al final cual profesional es de ser un “flipado”; otros que correr es una juego y, como tal, hay que jugarlo hasta el final y otros que piensan que precisamente esa idea de competitividad es de lo peor de las carreras y los corredores populares.

Es el debate del “hachazo runner” que ha abordado el periodista Pablo Cantó en la newsletter semanal La Zancada. [Si te gusta leer sobre correr y corredores, más allá de tiempos, entrenamientos y superación, apúntate aquí].

Cantó había preguntado en primer lugar al corredor Marcos Pascual, autor de clips diarios en Instagram desde su cuenta @soymarcis y que precisamente había abordado los adelantamientos en los metros finales en un vídeo. “Yo era de los que apretaba para quedar el 40 en vez del 41″, respondió. Y añadió: “Ahora pienso que qué tontería, pero si puedes ¿por qué no? Esprinta. El problema viene cuando no puedes apretar, estás destrozado y te arriesgas a una lesión... Para quedar el 39″. Para Pascual, “en una carrera, sobre todo en montaña y en ultra trail, gana el que gestiona mejor toda la carrera, no el que va 199 kilómetros delante pero es adelantado en el 200. La carrera no termina hasta que no se cruza la meta”.

Algunos lectores del boletín también se pronunciaron sobre el hachazo runner. La mayoría, a favor. Estas fueron algunas de las respuestas:

  • “Yo no compito con nadie, salvo conmigo misma, por eso no le veo ningún problema a adelantar al final. No negaré que me hace especial ilusión adelantar a alguien si le he ido viendo a lo largo de la carrera, pero no es nada personal, simplemente es mi pequeña victoria”
  • “Lo del hachazo no es nada personal, es una forma de terminar cada salida a correr sea en carrera o no”
  • “Todos apretamos al final de la carrera, evidentemente, pero ¿apretar hasta que te dejas el alma para entrar 1 segundo antes que otra corredora? No gracias, prefiero entrar rápido pero sin pisar y dar un abrazo y enhorabuena a la que se lo ha currado”. ‌
  • “No nos planteamos que sea una mala praxis cuando compiten en pista los pro... cada uno administra fuerzas como sabe y mejor resultado le da. Si no se compite y no se busca puesto, aprovecho la energía que queda para acabar, pero nunca es ‘para acabar antes que otros’. Simplemente, para acabar lo mejor que sé”.
  • “En una carrera no compito contra otros corredores, solo pienso en mi propia meta. Y si tengo (y puedo) hacer un sprint final para alcanzar mi meta lo hago”.

A pesar de que muchos corredores están a favor del hachazo, los gestos de deportividad y camaradería suelen ser los más aplaudidos por los runners. Uno de ellos –al que muchos lectores de La Zancada también han hecho referencia– pudo verse en la meta del Gran Trail Peñalara del pasado 7 de octubre, cuando Agustín Luján se negó a ganar porque su rival, Javier González, se perdió tras diez horas de frío y lluvia liderando la carrera. Luján lo espero en la meta para dejarle pasar.

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