Hansi Flick, un escudo frágil para Laporta

En un Barcelona en permanente estado de ebullición, las miradas apuntan al entrenador alemán, que todavía no podrá contar con Dani Olmo y que solo focaliza su esfuerzo en la gestión del vestuario

Hansi Flick conversa con Ter Stegen, en el entrenamiento del Barcelona este sábado.Quique García (EFE)

En el Barcelona se repiten los tópicos, desde la pandemia monopolizados por los problemas, generalmente económicos, a veces jurídicos (Caso Negreira), que desvelan a una entidad azulgrana frágil, siempre a la espera de un golpe de efecto que pueda enderezar el rumbo del club. Ocurre, ahora, que la protección que brindaba la figura de Xavi Hernández se rompió (o la dejaron romper), que la dupla Lamine Yamal-Nico Williams, sensación en la España campeona de Europa, no se pudo clonar en el ...

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En el Barcelona se repiten los tópicos, desde la pandemia monopolizados por los problemas, generalmente económicos, a veces jurídicos (Caso Negreira), que desvelan a una entidad azulgrana frágil, siempre a la espera de un golpe de efecto que pueda enderezar el rumbo del club. Ocurre, ahora, que la protección que brindaba la figura de Xavi Hernández se rompió (o la dejaron romper), que la dupla Lamine Yamal-Nico Williams, sensación en la España campeona de Europa, no se pudo clonar en el Barça y que las miradas apuntan a un entrenador de perfil bajo, futbolero y trabajador, amigo del sentido común, como Hansi Flick. “Siempre le digo lo mismo al equipo: ni pensemos en lo que no podemos cambiar. No pongamos excusas y no nos quejemos”. Parece que no engaña el técnico. En un Barcelona en permanente estado de ebullición, Flick descarta convertirse en el portavoz del club —es un frontón en las ruedas de prensa, más cortas respecto de las de su antecesor en el cargo— y solo carga su energía en lo que parece poder controlar: el vestuario.

Se sorprenden en la Ciudad Deportiva con la actitud de Flick. “Está pendiente de todo”, subrayan. ¿Por ejemplo?, añaden las mismas fuentes; “pidió participar en las reuniones en las que se programó la alimentación en la gira, habla mucho con los jugadores lesionados y siempre está preguntando sobre el club y de la gente que trabaja”. Uno de los primeros aspectos que destacaron de Hansi Flick desde el área deportiva, tras el primer encuentro que tuvieron con él en Londres, fue su capacidad para hablar de fútbol. “Este sí es un entrenador”, comentaron, en comparación con el entonces preparador, Xavi. Al área deportiva le preocupaba la condición física de los futbolistas en las últimas temporadas. “No están bien. No entrenan”, se quejaban. Entonces, la decisión de Deco, director deportivo, fue remodelar toda el área. Cinco caras nuevas: Julio Tous, responsable de la preparación física; Pepe Conde y Rafa Maldonado, preparadores físicos de campo; y Germán Fernández, preparador físico de gimnasio y fuerza. Además, se sumó Raúl Martínez, jefe de fisioterapia.

“Los entrenamientos de Flick están muy centrados en lo que quiere para el equipo: fuerza y velocidad”, asegura un empleado del área deportiva. Una premisa que contrastan desde el vestuario: “Es exigente en la parte física”. El técnico alemán no oculta su nuevo modelo: “Llevar el físico de los jugadores al siguiente nivel es uno de mis principales objetivos”. A partir de un 4-2-3-1, Flick quiere un equipo agresivo en la recuperación del balón, rápido para atacar. Presume, también, de su cercanía con los jugadores. “En la conversación individual es muy bueno”, explica uno de los veteranos de la plantilla. Sin embargo, según las mismas fuentes, Flick tiene más dificultades para las charlas grupales. Y el idioma no le ayuda. “Con nosotros y los jugadores se comunica en inglés”, explica un empleado del club. Aunque algunas fuentes del Barcelona explican que el técnico dejó aparcadas las clases de castellano —”Tiene cosas más urgentes”, cuentan—, Flick asegura que en dos meses podrá hablarlo.

Thiago Alcántara, su enlace con la plantilla y el miembro del staff preferido de los más jóvenes del grupo, regresó a Inglaterra por motivos personales. Se espera, en cualquier caso, que se reintegre el año próximo. “Ha ayudado al equipo y es una gran persona. Ahora se va y tenemos a Arnau [Blanco, entrenador del cadete A], que también nos está brindando mucho apoyo”, explicó Hansi Flick. Otro de los apoyos del técnico es el capitán Ter Stegen. Aunque la relación de Flick con Gündogan y Lewandowski es de elevada interacción, el entrenador confía más en la ascendencia y en la capacidad de liderazgo del portero para alzar la voz en el vestuario.

La plantilla azulgrana, en cualquier caso, no es difícil de gestionar. Xavi, de hecho, acostumbraba a elogiar la calidad humana. Y Flick, por ahora, se rinde frente sus jugadores. Lo hace por su nobleza en el vestuario, pero también por su técnica en el campo. “Tenemos mucha calidad”, subraya el preparador del Barcelona, mientras evita presionar a la dirección deportiva en el cierre del mercado de fichajes. “Estoy contento con los jugadores que tengo ahora. Todo lo demás es una incógnita. Confío mucho en el club y estoy contento con lo que ha mostrado el equipo. Cuando vuelvan los jugadores que están lesionados estoy seguro de que seremos un equipo muy fuerte”. En la enfermería se encuentran Ansu Fati, Gavi, De Jong, Araujo y Pedri.

Flick sí podrá contar en el estreno en la Liga frente al Valencia (21:30 horas, Movistar) con Iñigo Martínez, Pablo Torre, Marc Casadó y Pau Víctor. Los cuatro, inscritos en LaLiga este viernes. Faltan resolver los casos de Vitor Roque, Álex Valle y Dani Olmo. La situación del brasileño y el canterano no preocupan en la dirección deportiva: Roque será cedido y Valle podría jugar con ficha del filial. La situación de Olmo, fichaje estrella del verano, será resuelta la próxima semana, según fuentes del club. “Llegó hace poco y tiene pocos entrenamientos. Primero tiene que entrenar para poder ayudarnos”, contó Flick.

“Ahora se comenzará a ver el trabajo de Flick. Poco a poco comenzará a tener todos los jugadores y veremos cómo hace funcionar al equipo”, razonan desde el área deportiva. A falta de dos semanas para el cierre del mercado, el Barça solo ha incorporado a dos jugadores, Olmo y Pau Víctor. Buscan un extremo y un pivote. No saben, en cualquier caso, si los podrán conseguir. Un verano difícil de gestionar para el área deportiva. Uno más. Sin solución para los problemas económicos, Joan Laporta mira al campo de Montjuïc (espera regresar al Camp Nou en diciembre) ya sin la protección de dos ídolos como Koeman y Xavi. El escudo ahora es una incógnita para la hinchada: Hansi Flick.

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