Nadie le tose a Mariano García, favorito para el oro en el Mundial de atletismo

El atleta murciano, ya campeón del mundo en Belgrado hace dos años, ha manejado a la perfección la serie y la semifinal de 800m en Glasgow

Mariano García, delante de todos en la semifinal de Glasgow.Paul Childs (REUTERS)

La pista de 200 metros es el salón de su casa en Cuevas de Reyllo, Murcia, y los rivales son sombras chinescas que se desvanecen cuando intentan acercarse. Mariano García ha alcanzado la perfección. El campeón del mundo en pista cubierta es favorito para repetir victoria hoy (22.10, Teledeporte) en la final de Glasgow y no es un sacrilegio afirmar que a David Rudisha, el atleta masái, Dios de la distancia y presente en Glasgow, no le desagradará para nada, pue...

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La pista de 200 metros es el salón de su casa en Cuevas de Reyllo, Murcia, y los rivales son sombras chinescas que se desvanecen cuando intentan acercarse. Mariano García ha alcanzado la perfección. El campeón del mundo en pista cubierta es favorito para repetir victoria hoy (22.10, Teledeporte) en la final de Glasgow y no es un sacrilegio afirmar que a David Rudisha, el atleta masái, Dios de la distancia y presente en Glasgow, no le desagradará para nada, pues tampoco es tan distante la elegancia de su estilo.

“Como en la serie, he hecho un double threshold, pero en 800m, dos mitades iguales”, dice el campeón, de 26 años, después de una semifinal que, como la serie, pero más lento –”había que guardar para tener cambio en los últimos 100 metros, que es cuando vienen los bichos”, explica--, controla desde la cabeza, front runner perfecto, qué hermosura, cómo convierte lo complicado en sencillo, ligero como una brisa y fuerte como un huracán, y sus piernas largas, un encantamiento hipnótico que solo cambia de cadencia, y mínimamente cuando se acerca el italiano Catalin Tacuceanu, dueño de la mejor marca mundial del año, que intenta colarse sin entrada en su jardín y cortarle el ritmo. “Salimos con una táctica en la cabeza, pero hay que saber gestionar el momento. Y las luces de la pista me ayudan mucho: veo acercarse las sombras de los atletas que me persiguen”.

En la galería contempla los cuatro giros su entrenador, Gabi Lorente, ojos brillantes que no pueden esconder la excitación. “Sí, Mariano ha ganado velocidad. Mariano está mejor que hace dos años, cuando ganó el Mundial y después el Europeo al aire libre en Múnich”, confiesa el técnico de Fuente Álamo. “Pero no, no hacemos double threshold entrenando”.

Double threshold es el doble umbral, dos entrenamientos interválicos al día teniendo cuidado de que no se dispare el lactato más de lo que el organismo pueda reutilizar, y no hay atleta que no las suelte para hablar del método noruego o de Jakob Ingebrigtsen, el mediofondista ausente que ha revolucionado la forma de prepararse, y obligará a los atletas a llevar parches que les mida continuamente el lactato en el sudor, pero no a Mariano García, que está por encima de esos conceptos, un organismo privilegiado, una mirada profunda, que pasea por Glasgow, arriba y abajo por las orillas del Clyde y lamenta ver tan apagada la ciudad escocesa. “Ya me la conozco bien de tanto pasearla”, dice. “Es una ciudad muy triste, pero la alegría la ponemos los españoles con nuestras actuaciones”. Y como el rey de la alegría, y generoso que es, Mariano García intenta confortar a los tristes. El viernes dedicó sus victorias a Jorge González Amo, que llora la muerte de su esposa, Cristina, tan reciente. A González Amo, enamorado del 1.500m desde que lo corrió en los Juegos de México 68 y tantos años responsable federativo de la distancia entre los más jóvenes, no hay atleta español que no le considere su padre. Tampoco Mariano García, que le considera su padre y su “abuelo” también, y que también tiene hueco en el corazón para consolar a Lorena Martín, castellana de Peñaranda de Bracamonte, y “campechana como yo”, dice, desconsolada por haber sido eliminada en la serie de 800m

Aunque ni Moha Attaoui ni Lorea Ibarzabal lograron clasificarse para la final de 800m, Mariano García no será el único español protagonista del supersunday, la traca final de Glasgow, exhibición de la jerarquía aristocrática en Europa del medio fondo, con la dos finales de 800m y 1.500m como cierre de la función mundial, de 22.10 a 22.45. En la final femenina de 1.500m estará Esther Guerrero y en la masculina, el catalán Adel Mechaal y Mario García Romo, el castellano de Villar de Gallimazo que busca la fórmula perfecta para darle velocidad al fondo espléndido acumulado el invierno que acaba. “Ha sido un invierno duro en cuanto a resultados”, dice el salmantino, de 24 años, que tiene una mejor marca de 3m 29,18s en 1.500m y que cree que solo estará de verdad competitivo cuando tenga una marca de 1m 43s en 800m, y él sí que practica el doble umbral. “La verdad es que me esperaba mucho más, pero hemos aprendido muchas cosas y yo creo que el desarrollo que he hecho en la temporada, en la parte aeróbica, este invierno me va a pagar mucho más en la temporada de aire libre, que al final es lo importante de este año. En los últimos 10 días he entrenado un poco más en velocidad y creo que esa combinación me ha venido muy bien, y creo que puedo hacer un gran papel”.

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