De la Fuente: “La vida es aprender de los errores”
El seleccionador español se congratula de las goleadas a Georgia y Chipre, 13 tantos en una semana, tras el chasco en Glasgow
“La vida es eso, ¿no? Aprender de los errores”, arremetió, de entrada, Luis de la Fuente. Y el técnico aprendió la lección. Le bastaron seis partidos al mando de la absoluta para limitar las improvisaciones. Después del chasco ante Escocia en Glasgow (2-0), en la segunda jornada de la clasificación para la Eurocopa 2024, el técnico buscó evitar otro descalabro en el Nue...
“La vida es eso, ¿no? Aprender de los errores”, arremetió, de entrada, Luis de la Fuente. Y el técnico aprendió la lección. Le bastaron seis partidos al mando de la absoluta para limitar las improvisaciones. Después del chasco ante Escocia en Glasgow (2-0), en la segunda jornada de la clasificación para la Eurocopa 2024, el técnico buscó evitar otro descalabro en el Nuevo Los Cármenes. Nada de sorpresas, ni siquiera ante la frágil Chipre, colista del grupo A. En Glasgow los ocho cambios que había realizado el preparador de España respecto al estreno ganador ante Noruega (3-0) le penalizaron en el campo, por supuesto, pero también en el entorno.
Entonces, ante Chipre, cuando el contexto invitaba a la calma tras la goleada frente a Georgia, De la Fuente no especuló: solo tres cambios respecto del once inicial en Tbilisi. Uno táctico, Mikel Merino por su niño mimado Fabián Ruiz; y otros dos por obligación, Nico Williams y Lamine Yamal por los lesionados Asensio y Olmo. “Se valora como un error después de tomar la decisión. Pero siempre busco lo mejor para el equipo y conseguir un buen resultado”, insistió el técnico tras la goleada. Y fueron, justamente, Williams y Yamal la sensación de España en Granada. A Nico lo buscaban con frecuencia, a Lamine, en cambio, a cuentagotas. Sin embargo, fue tan influyente en el juego de la Roja la insistencia del extremo del Athletic como el fútbol del azulgrana, esporádico y llamativo, sobre todo decisivo.
En la concentración de España, ya sea en Las Rozas como en Tbilisi, también en Granada, no es extraño ver a Yamal cerca de Williams. “Nico le cuida. Le está haciendo un poco como de anfitrión a la selección absoluta”, explica un empleado de la federación. En la previa del duelo ante Chipre, en el reconocimiento del campo en el Nuevo Los Cármenes, aparecieron juntos. Cada uno con su estilo, Williams más extrovertido y divertido, Yamal menos comunicativo y expresivo (protegido con unos aparatosos cascos blancos), charlaban y sonreían en la casa del Granada. La joven sociedad que se teje en las concentraciones reta a los cánones de precocidad e invita a soñar a la hinchada de la Roja.
Aparecía Nico Williams una y otra vez por el ala izquierda, siempre cerca de Gayá, para despertar a España, clave en los goles de Gavi y de Mikel Merino. A Lamine le bastaba con su desparpajo para levantar a la hinchada, como cuando intentó un gol olímpico, también cuando dejó sentado al defensa chipriota, Laifis. Ni hablar de la emoción de la afición cuando dibujó una jugada preciosa que terminó con el balón en el poste. El rebote lo pescó Morata, pero estaba en posición incorrecta. “Este tipo de jugadores son diferentes”, comentó De la Fuente sobre el azulgrana, de 16 años; “hay situaciones que a algunos futbolistas los pueden bloquear, pero que a los diferentes no. Por el bien del futbol español tenemos que ser prudentes. Tenemos que estar preparados para los momentos menos buenos. Tiene la genialidad de unos pocos”.
La explosión de Lamine, tanto en el Barcelona como en España, le da la razón a De la Fuente. El técnico, que lo conoce de las categorías inferiores, se quería asegurar a la perla azulgrana. Antes de esta ventana ante Georgia y Chipre, en Las Rozas ya tenían claro que le tenían que hacer jugar estos dos partidos, más el próximo frente a Noruega (en octubre) para evitar que Yamal fichara por Marruecos. La selección africana anda tras los pasos de Yamal —su padre es de Marruecos— y en la Roja quieren atarlo: solo necesita jugar tres partidos con la absoluta para dejarlo bloqueado. Ya cuenta dos: en Georgia cuando se convirtió en el goleador más joven de España (16 años y 57 días) y ayer, en Granada.
Sin el fútbol de Yamal ni las asistencias de Williams hubiera sido imposible entender la victoria de España. Y lo sabía la afición que ovacionó al canterano azulgrana cuando lo reemplazó Ferran Torres. Antes ya había dejado el campo lesionado Nico Williams. “Era suficiente para que no pudiera continuar. Dentro de tres semanas tenemos de nuevo compromisos”, explicó De la Fuente. Pero ya era la hora de los cambios. No peligraba el triunfo de España ni revolotearían las dudas sobre De la Fuente. “Estoy feliz. Se han cumplido los objetivos”, subrayó el técnico. España sumó 13 goles en dos partidos y encamina su billete rumbo a la Eurocopa 2024. “Es muy difícil conseguir goleadas de este calibre porque los equipos defienden muy bien. Los futbolistas son los protagonistas. Mantener la atención como lo están haciendo. No pensaba en goleadas tan abultadas. Nuestro objetivo es ganar los partidos que restan. Si ganamos todos seríamos primeros de grupo”, cerró De la Fuente.
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