El Real Madrid cae contra la Juventus en otra noche sin puntería y con lagunas defensivas

Ancelotti dice que no le preocupan los errores, porque son sencillos de corregir: “El equipo no está acostumbrado a defender con un rombo”

Bellingham, perseguido por McKennie, en el Juventus-Real Madrid en Orlando.

La última prueba del Real Madrid en EE UU antes que empiece la Liga el sábado 12 en San Mamés se pareció mucho a la primera contra el Milan. Contra la Juve, de nuevo dos goles muy madrugadores en contra. El primero, de Moise Kean, a los 49 segundos. Como en Los Ángeles, después de un error en la salida de balón, esta vez de Luka Modric. El segundo, de Weah, llegó después de una transición rápida que el Madrid no defendió bien, la otra preocupación de Carlo Ancelotti estos días. La salida de balón y la d...

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La última prueba del Real Madrid en EE UU antes que empiece la Liga el sábado 12 en San Mamés se pareció mucho a la primera contra el Milan. Contra la Juve, de nuevo dos goles muy madrugadores en contra. El primero, de Moise Kean, a los 49 segundos. Como en Los Ángeles, después de un error en la salida de balón, esta vez de Luka Modric. El segundo, de Weah, llegó después de una transición rápida que el Madrid no defendió bien, la otra preocupación de Carlo Ancelotti estos días. La salida de balón y la defensa cuando recupera el contrato. Dos fallos, dos goles. El tercero, de Vlahovic, se pareció también al tercero del Barça, ya en un momento de desconexión del Madrid.

La derrota (3-1) deja un balance de la gira americana que señala lagunas en la defensa y cierta incapacidad para anotar. El equipo de Ancelotti ha recibido ocho goles en cuatro partidos (dos del Milan, tres del Barça y tres de la Juve). Y en los dos últimos encuentros ha marcado solo una vez después de 63 tiros (29 al Barça y 34 a la Juve). De esos, siete fueron a los palos. El Madrid produce mucho, pero no concreta, una espada sin filo.

Ancelotti tenía claras sus conclusiones: “Me ha gustado mucho lo ofensivo”, dijo. “Hay que arreglar el aspecto defensivo. Es lo que me preocupa”. Parte de los problemas los atribuyó al nuevo sistema, con cuatro en el medio, esta vez Kroos como pivote, con Modric y Camavinga a los lados, y Bellingham por delante: “El equipo no está acostumbrado a defender con un rombo. Hemos encajado muchos goles en contra. Los tres de hoy, también dos contra el Barcelona. Ahí creo que ha faltado equilibrio y necesitamos arreglarlo”.

Contra la Juve, otra vaz atacaba y atacaba, empujado sobre todo por Camavinga y Bellingham. Y sobre todo acelerado en el último tramo por Vinicius. El brasileño sigue con su misión expansiva, colonizando más campo, apareciendo más por dentro, recibiendo más a menudo incluso en el círculo central. Una amenaza aún más imprevisible, que dispuso de varios tiros en los alrededores de la frontal, fuera de esa especie de túnel que se ha construido estos años en la banda izquierda. Con uno, pícaro para superar al portero con un globo, volvió a acertarle al larguero, como hizo tres veces contra el Barcelona.

El empuje del Madrid producía un flujo constante de ocasiones. No solo de Vinicius. Szczesny tuvo que emplearse en un tiro dentro del área de Bellingham, en uno muy lejano de Rüdiger (esa costumbre del alemán), vio cómo le pasaban cerca y se iban por poco dos muy cercanos de Joselu. Pero nada.

Hasta Fran García se animó a pegarle un par de veces desde fuera del área. El canterano regresado del Rayo, con pista ahora por la lesión de Mendy, ha ido creciendo en ataque a medida que avanzaba la gira. Cada vez ocupa más espacio del que ha liberado Vinicius con su traslado al centro. Cada vez llega más arriba y acompaña más a los de arriba, cada vez les pone más balones. Su paso adelante resulta fundamental para equilibrar el nuevo rombo de Ancelotti, hacia delante y hacia atrás.

Después de los dos goles iniciales, la Juve desapareció. Apenas dejó un par de combinaciones rápidas cerca del área. Instantes fugaces bajo una avalancha continua. Aunque el Madrid no encontraba el gol. Hasta que Kroos dibujó un pase extraordinario a la espalda de la defensa hacia la carrera de Vinicius, que venció a Szczesny con un amago y la envió a la red por encima del portero.

El resto siguió por el mismo camino machacón. El Madrid insistía, llegaba, amenazaba, y la Juve aguantaba. Hasta el estirón final del tercer gol, otro desajuste.

Sin embargo, Ancelotti no pareció demasiado preocupado: “El aspecto defensivo es lo más sencillo de mejorar. Hay un problema de colocación, de concentración, de actitud. A nivel defensivo hemos sido muy buenos en la presión arriba, pero bastante frágiles en el bloque bajo. En eso tenemos que mejorar. Bajar un poco el bloque puede ser una opción”, dijo. “Cuando el equipo rival salta la primera presión, ahí es que donde tenemos dificultades”.

Menos le preocupa el acierto con el gol. Se va de EE UU muy satisfecho con lo que genera el equipo arriba. La puntería cree que se arreglará de manera natural: “Hemos viajado mucho. Entonces, la frescura que tiene que tener el delantero al finalizar no la tenemos en este momento. Creo que no es un problema. He visto muchas cosas buenas delante”.

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