Las brillantes España e Inglaterra se disputan la supremacía del talento en la final del Europeo sub-21
Las selecciones de Santi Denia y Lee Carsley confrontan un fútbol muy atractivo con la pugna entre LaLiga y la Premier League de fondo
En 1984, la selección española sub-21 que perdió ante Inglaterra la final del Europeo anunciaba los tiempos de cambio que fueron semilla del estilo de la España hegemónica de 2008 a 2012. Miembros de La Quinta del Buitre (Butragueño, Sanchís y Míchel), el mediocentro del Sevilla Francisco o los rojiblancos Quique Ramos y Marino no pudieron superar a doble partido (0-1 y 2-0) el juego físico de los ingleses, de presión alta, balones largos y centros laterales en aluvión. Por entonces, el fútbol inglés estaba inmer...
En 1984, la selección española sub-21 que perdió ante Inglaterra la final del Europeo anunciaba los tiempos de cambio que fueron semilla del estilo de la España hegemónica de 2008 a 2012. Miembros de La Quinta del Buitre (Butragueño, Sanchís y Míchel), el mediocentro del Sevilla Francisco o los rojiblancos Quique Ramos y Marino no pudieron superar a doble partido (0-1 y 2-0) el juego físico de los ingleses, de presión alta, balones largos y centros laterales en aluvión. Por entonces, el fútbol inglés estaba inmerso en su orgullosa endogamia. Sus clubes dominaban las competiciones europeas desde finales de los años setenta. Hasta que un año después del Europeo conquistado, la tragedia de Heysel los condenó al ostracismo y a repensar su fútbol. En el largo proceso aumentaron la presión policial sobre los hooligans, rediseñaron estadios más cómodos, fueron pioneros en la mercadotecnia e iniciaron el aperturismo táctico y técnico a entrenadores y jugadores que importaron sus culturas de juego. El resultado de mejorar el show y afinar para monetizarlo es la opulenta Premier League o la selección sub-21 que esta tarde (18.00, TVE) le discute el título de la categoría en Tiflis (Georgia) a la atractiva España de Santi Denia. Un equipo inglés que aún no ha encajado un gol en el torneo en el que despuntan jugadores que poco después de conocer la mayoría de edad ya han protagonizado cuantiosas operaciones de mercado.
El verano pasado, el Nottingham Forest desembolsó 40 millones de euros al Wolverhampton por Morgan Gibbs-White, el virguero del equipo, de origen jamaicano. La misma cantidad desembolsó el pasado mes de enero el Newcastle por su compañero de ataque, el extremo izquierdo Anthony Gordon. Inglaterra juega sin un nueve clásico, otro síntoma de su ya descarada metamorfosis. “Hay que jugar bien al fútbol y no nos va a dar con jugar muy bien”, advirtió Santi Denia, “hay que rozar la excelencia en todos los aspectos del juego. Inglaterra hace las cosas muy bien, hay que ser casi perfectos”, incidió el preparador albaceteño, que de ganar esta noche podrá presumir de haber sido campeón de Europa en las tres categorías inferiores sub-17, sub-19 y sub-21.
La perfección ya la rozó España en su exhibición en las semifinales contra Ucrania (5-1). Si vuelve a alcanzar ese nivel y no le da para derrotar al gran favorito de la competición, puede que se esté anunciando una generación inglesa de época. Algunos de sus jugadores (el citado Gibbs-White o Ángel Gomes) ya conformaron la selección que le ganó la final a España del Mundial sub-17 (4-2) en la que brillaba Phil Foden. De aquella final, Santi Denia, que también era el seleccionador, ha llegado hasta esta selección sub-21 con cuatro titulares: Miranda (Betis), Sergio Gómez (Manchester City), Antonio Blanco (Real Madrid) y Abel Ruiz (Braga). Éste ha roto con un campeonato extraordinario. Fino dentro y fuera del área para participar en la mayoría de los goles de España (13) en el torneo, tres de ellos propios. “Conocemos bien a los ingleses. Hay uno o dos jugadores que ya han jugado contra nosotros en la sub-17, tenemos experiencia, así que esperamos un partido muy disputado. Ellos no han recibido ningún gol y sabemos que tenemos que hacer las cosas muy bien para lograrlo”, dijo el goleador del Braga, al que su brillante actuación puede meterle en el mercado veraniego.
Para esta tarde el técnico inglés Lee Carsley, excentrocampista defensivo del Derby County, Blackburn, Coventry y Everton, y ahora estajanovista del fútbol formativo que trabajó en la academia del Manchester City, no podrá contar con el centrocampista Jacob Ramsey (Aston Villa), una de sus estrellas. Frente al favoritismo inglés, potenciado por otros buenos peloteros como el meta Trafford, el mediocentro Gomes e incluso el verso libre Madueke, la selección de Santi Denia ha mostrado en el torneo hechuras de equipo competitivo cuando no ha podido imponer su juego con claridad. El seleccionador español tuvo claro un once desde el estreno ante Rumania. Su única variación fue la entrada de Víctor Gómez por Arnau Martínez en el lateral derecho.
El duelo promete mucho porque es un escaparate de talentos autóctonos. Representantes de otro duelo comparativo entre la Premier League y LaLiga que han alcanzado la final como dos grandes colectivos que se sienten más cómodos en campo contrario y con la pelota el mayor tiempo entre sus botas. Con matices, no se aprecian los grandes antagonismos estilísticos del precedente del 84. Inglaterra registra un 59,98% de posesión de balón y 13 remates por partido y España un 59,39% de pelota y 17 disparos por encuentro. La igualdad estilística es latente.
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