España deslumbra con una tunda a Ucrania y se mete en la final del Europeo sub-21
La selección de Santi Denia se medirá por el título contra Inglaterra tras desplegar un juego coral liderado por la calidad y la inteligencia de Abel Ruiz
Una España armoniosa y punzante por igual, con la inteligencia y la calidad individual de Abel Ruiz, desatada en el área y fuera de ella, le clavó una manita a Ucrania para meterse en la final del Europeo sub-21. Fue un completo y gran repertorio el exhibido. Cinco goles de cinco jugadores distintos y un portero autor de dos paradas que impidieron el crecimiento ucranio. España fue jugona del uno al...
Una España armoniosa y punzante por igual, con la inteligencia y la calidad individual de Abel Ruiz, desatada en el área y fuera de ella, le clavó una manita a Ucrania para meterse en la final del Europeo sub-21. Fue un completo y gran repertorio el exhibido. Cinco goles de cinco jugadores distintos y un portero autor de dos paradas que impidieron el crecimiento ucranio. España fue jugona del uno al once. Además de volver a mostrar el carácter competitivo que le ha hecho sobrevivir en los partidos farragosos que ha tenido que sacar adelante durante el torneo. Nada que ver con la soltura que exhibió ante los ucranios, que llegaban en crecida tras pasar por encima de Francia con un Mudrik estelar. El ajuste que hizo Santi Denia con Sergio Gómez fue definitivo para apagarle tras su centelleante arranque.
Ya con el billete para los Juegos de París en el bolsillo antes del partido, la selección se soltó de la tensión que le generaba la plaza olímpica y firmó un partido excelente. El sábado a las 18:00 le espera Inglaterra. El duelo más puro que puede haber para dirimir otra batalla por la supremacía entre LaLiga y la Premier League. Cantera contra cantera, sin carteras de por medio y todo producto autóctono.
Para llegar al pie del título, los futbolistas de Santi Denia han pasado por todo tipo de vicisitudes. Empezaron imperiales contra la selección local, Rumania (3-0), sufrieron contra Croacia (1-0) y Ucrania en la primera fase (2-2). También fue una victoria sufrida la de Suiza en cuartos, resueltos en la prórroga (2-1). Anoche volvieron a la excelencia de su estreno. Quizá picados porque los ucranios en el partido del grupo les quitaron la pelota, los muchachos de Santi Denia salieron con la intención de ser ellos desde el inicio los que marcaran el paso con ella. Sancet y Baena rondaron el gol en dos buenas jugadas que anunciaron el torrente de buen juego que se avecinaba. Con todo, fue Ucrania la que golpeó primero. Obligada por España a replegarse, al primer agujero, lanzaron a Mudrik. El extremo del Chelsea protagonizó una de sus carreras al espacio que entraban en la cuenta de los 100 millones de euros que pagó la entidad londinense. Venía de dulce tras marear y ajusticiar a Francia. Cuando se plantó en el área, le ganó la línea de fondo a Víctor Gómez. Su centro atrás lo remachó Bondarenko. La reacción española fue inmediata y contundente pese al palo que suponía encajar un tanto mandando en el juego. Apareció para paliarlo un equipo hecho. Y en lo que va de torneo, Abel Ruiz aparenta estar en su punto ideal. No solo hizo el gol del empate, también intervino en la gran mayoría de los goles y las jugadas de ataque. Quizá le vino demasiado pronto aquella llamada de Luis Enrique para la absoluta en 2021, aunque tampoco fue un piernas. Se le vieron algunos destellos de esos movimientos dañinos por todo el frente del área y ese juego asociativo que le distingue, le mete en el debate de si es más un nueve, que un nueve y medio.
Hasta ahora, en este Europeo, ha sido las dos cosas. Ha sido trascendental en todo el engranaje ofensivo de juego de ataque de Santi Denia y se ha plantado en la final con tres tantos, todos de peso en el marcador. Como el de anoche, pocos minutos después de que Mudrik castigara por primera vez a Víctor Gómez. Este se tomó la revancha metiéndole un balón a las agujas de la defensa ucrania, entre el central y el lateral. El control, la pausa, y el regate hacia afuera, un tanto embarullado, le sirvieron para terminar por encontrar un hueco para marcar. Casi de seguido, de un taconazo suyo brotó hacia la frontal del área una pelota rasa a la que Sancet enganchó con una derecha furiosa y ajustada. El volante del Athletic es el pulmón de esta selección. Único futbolista que ha disputado todos los encuentros desde el inicio, anoche hizo su partido más completo.
Necesitaba España un mayor peso ofensivo de sus interiores como llegadores de segunda línea y también con un mayor desequilibrio y lo tuvo. Además, en momentos puntuales muy oportunos. Como el tercer tanto, también fue de factura similar. Se produjo tras dos picotazos de Ucrania nada más iniciarse el segundo tiempo. Y de nuevo, Abel Ruiz, ya crecido, fue el que capitalizó y catalizó la jugada. En tal estado de fluidez de cabeza a pies que se sacó una rabona en la línea de fondo para llegada de Antonio Blanco, ancla dominante del equipo. Ese tanto terminó ya por deshacer a Ucrania. Un buen puñado de futbolistas que compiten con la cabeza puesta en las penalidades de las atrocidades de la guerra. Aimar Oroz hizo un cuarto gol fabuloso. La rosca de los extremos a piernas cambiada fue antológica por la ajustada trayectoria que describió la pelota. Fue un endiablado putt curvado, justo de fuerza y efecto para entrar pegado al poste. El mazazo final lo dio Sergio Gómez, para cerrar un partido glorioso. Juego atractivo y goles. El fútbol que nadie discute.
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