Punto de despegue para España en la Liga de las Naciones

La selección busca el primer título en 11 años ante la Croacia de Modric, prodigios aún sin copa

Charla de Luis de la Fuente a la selección española antes de la final de la Liga de las Naciones.JOHN THYS (AFP)

En la final de la Liga de las Naciones de esta noche en el estadio del Feyenoord (20.45, La1), coinciden dos futbolistas incombustibles cuya presencia resume parte de la historia reciente de las selecciones de España y Croacia. Jesús Navas y Luka Modric van camino de los 38 años, que el croata cumple en septiembre, dos meses antes que el español, y ambos tienen intención de seguir.

“Espero estar ...

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En la final de la Liga de las Naciones de esta noche en el estadio del Feyenoord (20.45, La1), coinciden dos futbolistas incombustibles cuya presencia resume parte de la historia reciente de las selecciones de España y Croacia. Jesús Navas y Luka Modric van camino de los 38 años, que el croata cumple en septiembre, dos meses antes que el español, y ambos tienen intención de seguir.

“Espero estar muchos años más jugando”, dijo Navas al llegar a la concentración de Las Rozas, antes de convertirse, contra Italia, en el más veterano en jugar con España en la historia. El sevillista, el único de la lista campeón del mundo en Sudáfrica en 2010, es uno de los rescatados por Luis de la Fuente para un grupo que dijo que había confeccionado con el propósito especial de ganar un título, 11 años después de la Eurocopa de 2012. Allí también estaba Navas. Mientras, Modric apura su carrera sin señales de aflojar, con una semifinal soberbia con prórroga incluida contra Países Bajos, en busca de su primer título con su país, después de haber llenado la vitrina con el Real Madrid. Perdieron la final del Mundial de Rusia en 2018 contra Francia y en Qatar cayeron en semifinales contra la Argentina de Messi, luego campeona. Croacia busca coronar una época en la que ha competido a un nivel asombroso, mientras que España persigue un impulso para una nueva era.

Lo explicó ayer Rodri, que fue titular en la final de la Liga de las Naciones que España perdió contra Francia (1-2) hace dos años: “Sería muy importante no solo por ganar, sino para crear una cultura ganadora para futuros torneos. Nos daría la posibilidad de tener una mentalidad más ganadora”.

La final de esta noche tiene también una importancia capital para el naciente proyecto del seleccionador, que ya ha levantado copas en las categorías inferiores: un Europeo sub-19 en 2015, los Juegos del Mediterráneo en 2018 y el Europeo sub-21 en 2019. Además, ganó una plata olímpica en Tokio en 2021, la única final que ha perdido con España. Aunque De la Fuente quiere enmarcar los triunfos en el contexto del proceso: “Lo que da reconocimiento son los títulos, pero creo que lo más importante es el trabajo previo a la consecución de los títulos. El título es el barniz; lo importante es el trabajo previo”, explicó ayer. “Queremos ganar esta competición. Quiero que estos jugadores se lo ganen, que en España ganemos el espacio que nos corresponde. Es mi máxima ilusión. Me gusta ver feliz a la gente. Disfruto más de la felicidad de la gente que con mi propia felicidad”.

Entre ese deseo y el título, se interpone tal vez la selección más persistente del mundo: “Creo que hemos jugado siete veces con prórroga o penaltis y hemos ganado seis. Eso muestra nuestro carácter y fuerza mental”, recordó el seleccionador croata, Zlatko Dalic.

De la Fuente prefiere no llegar a ese terreno: “Nos gustaría terminar el partido dentro de los 90 minutos. Cuanto menos se alargue, si es un resultado favorable, mejor”, dijo. “Cuando llega un momento dado de la prórroga, en una final, para los que viven esa situación es una experiencia vital. Ahí hay muchas cosas que se te pasan por la cabeza. Hay que llegar muy entero psicológicamente. Es un momento donde el físico marca mucho, pero fundamentalmente creo que lo que marca la pauta es la seguridad, la cabeza, que ordena muchas cosas que a veces el cuerpo cree que no puede dar, y en esas situaciones límite, las hace. Vamos a intentar no llegar a la prórroga, pero si llegamos, estoy tan tranquilo y seguro. He visto al equipo físicamente muy fuerte, capaz de aguantar una prórroga, y otro partido al día siguiente si fuera necesario”.

En lo psicológico también puede jugar lo ambiental: los aficionados croatas han comprado unas 20.000 entradas, por 6.000 de los españoles. “España va a sentirse como si jugara en Croacia”, avisó Dalic. Su gente espera el trofeo que culmine la obra de una generación. España confía en alumbrar con él la siguiente.

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