El Madrid estará en la final de la Liga ACB
Los blancos fulminan al Joventut en una segunda parte muy completa y esperan a Barcelona o Unicaja en la eliminatoria por el título
El Real Madrid estará en la final de la Liga ACB después de su segundo triunfo consecutivo en el Olímpic de Badalona, que se quedó mudo en los instantes finales ante la dolorosa evidencia. Los madridistas esperan ahora rival para los partidos que deciden el título.
No quería el Joventut quedarse otra vez a unos metros de la orilla a la que no llega desde hace una treintena de años, cuando jugaban Jofresa, Villacampa y Morales, y que reverdecía los laureles de los hermanos Margall o...
El Real Madrid estará en la final de la Liga ACB después de su segundo triunfo consecutivo en el Olímpic de Badalona, que se quedó mudo en los instantes finales ante la dolorosa evidencia. Los madridistas esperan ahora rival para los partidos que deciden el título.
No quería el Joventut quedarse otra vez a unos metros de la orilla a la que no llega desde hace una treintena de años, cuando jugaban Jofresa, Villacampa y Morales, y que reverdecía los laureles de los hermanos Margall o de Nino Buscató. Por eso Durán trató de plantearle un partido físico al Real Madrid, con el que hay que hacer un trabajo casi perfecto para rascar algo.
Le salió bien el plan en los primeros minutos al entrenador del equipo verdinegro y el marcador osciló en unos parámetros aceptables. Es complicado despegar al Real, pero el Joventut lo mantenía a raya e incluso lo miraba desde la ventaja. Un triple de Parra encendió a la grada del Olímpic y no fue hasta que salió a la cancha la vieja guardia madridista, Chacho Rodríguez, Llull y Rudy, cuando un tiro lejano del tercero puso por delante a los blancos por primera vez (15-17).
A pesar de los defectos que Chus Mateo trataba de corregir desde la banda, el Madrid hacía bastantes cosas bien. Entre otras, secar a Kyle Guy, que ha ido de más a menos en la serie. Hasta el descanso, el partido estuvo equilibrado, aunque en los minutos finales del segundo cuarto, el Joventut mostró algunos síntomas de debilidad en el rebote. El Madrid, con Tavares implacable cuando tocaba rebañar los balones que escupía el aro, corría al contragolpe para anotar en cuanto tenía la oportunidad. Al descanso, el jugador de Cabo Verde ya había cazado cuatro, que se doblaron tras el tercer parcial. Durán acabó contento con el juego de su equipo en la primera parte, que acabó con tres puntos por debajo (35-38), pero con las aspiraciones intactas.
Pero entre Tavares y Yabusele se las ingeniaron para, según avanzaba el tercer cuarto, ir deshaciendo la resistencia de la Penya, que sobrevivía apenas gracias a Broszianski, porque nadie encontraba soluciones en ataque, y las pérdidas provocaban que el Madrid fuera aumentado poco a poco su ventaja. Ni siquiera una doble falta antideportiva de Rodríguez y Hezonja, que otorgó cuatro tiros y saque de banda al Joventut, provocó algo más que un rasguño al equipo blanco. Feliz falló dos de los cuatro, respondió el Madrid con un triple, y la ventaja, que rondaba los quince puntos, se mantuvo bastante estable a medida que avanzaba el reloj.
Por momentos aparecía Tomic para encender a la grada, o levantaba Vives al público con un triple, pero la evidencia se iba abriendo paso. Llegó el Joventut a reducir la diferencia a once puntos (60-71), pero pidió Mateo un tiempo muerto para reconducir el partido de su equipo, y con seis minutos por delante, Musa, con tres tiros libres, elevó de nuevo la diferencia, que amplió Chacho Rodríguez con una canasta imposible con la zurda. A falta de cuatro minutos, el Joventut buscó los tiros triples, pero recibió la misma respuesta madridista. Con 2:53 en el luminoso, el Real alcanzó su máxima diferencia (66-86), y liquidó la eliminatoria. “No quiero triples”, les dijo Mateo a sus hombres, que obedecieron hasta dejar morir el partido.
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