El Madrid coge ventaja en el Olímpic ante el Joventut

Después de alcanzar una diferencia de 30 puntos, se relaja en el último cuarto y los badaloneses maquillan el marcador

Dzanan Musa en una jugada ante Joel Parra y Henry Ellenson, durante el tercer partido del playoff de la ACB, en el Pabellón Olímpico de Badalona este sábadoEnric Fontcuberta (EFE)

El Real Madrid remonta la eliminatoria y vuelve a coger ventaja en la semifinal frente al Joventut, que en el primer partido sorprendió con Kayle Guy, en el segundo vio cómo se le secaba la fuente después de un marcaje implacable de Hanga y en el tercero vivió momentos en los que arrolló al equipo badalonés, falto de energía pese al empuje del Olímpic. Sin embargo, después de alcanzar 30 puntos de diferencia, el Madrid tuvo que sudar tinta en los minutos finales cuando los verdinegos ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Real Madrid remonta la eliminatoria y vuelve a coger ventaja en la semifinal frente al Joventut, que en el primer partido sorprendió con Kayle Guy, en el segundo vio cómo se le secaba la fuente después de un marcaje implacable de Hanga y en el tercero vivió momentos en los que arrolló al equipo badalonés, falto de energía pese al empuje del Olímpic. Sin embargo, después de alcanzar 30 puntos de diferencia, el Madrid tuvo que sudar tinta en los minutos finales cuando los verdinegos se acercaron a cinco.

De principio a fin dominó el Real, que enseguida superó los diez puntos de ventaja en el primer cuarto, para estabilizar su juego y señalar a los mejores jugadores del Joventut por su incomparecencia. De nuevo Guy quedó empequeñecido por la defensa que planteó Chus Mateo, y tampoco aparecieron Tomic o Vives, muy remiso a la hora de lanzar. Con el nombre de Xavi Villanueva a la espalda, los jugadores de casa no pudieron homenajear con su juego al directivo fallecido tres días atrás.

El Madrid siguió a lo suyo, robando, dominando el rebote y apareciendo bajo la canasta contraria para ir, pasito a pasito, distanciándose en el luminoso. Tavares, poderoso en defensa, pero que se quedó sin anotar, impedía cualquier reacción bajo los tableros a los hombres altos del Joventut. Aunque la grada del Olímpic coreaba cada falta que cometía, nadie pudo desestabilizar al gigante madridista. La renta al final del primer parcial era de 9 puntos (16-25), pero fue en aumento con el comienzo del segundo. Con un Musa descomunal (5 de 7 en tiros de dos al final, y 3 de 6 en triples), el torpedero bosnio desangraba al equipo local con cada lanzamiento. Al descanso (32-48), la diferencia ya era enorme para el Madrid, muy complicada de remontar, a pesar de que Guy reverdeció en los minutos finales con 13 puntos que le dieron un hálito de esperanza a su equipo.

La segunda parte fue a peor para la Penya, que encajó un parcial de 5-19 para que el marcador se colocara en un escandaloso 37-67, treinta puntos por debajo y con muchos minutos por delante. Sólo Guy destacaba en el Joventut, con un Madrid en modo orfeón, y entonces se abría la disyuntiva que debía resolver Carles Durán. Tenía la opción de decidir dejar de pensar en el partido que se estaba jugando y ponerse a preparar el siguiente, también en casa, o dar la batalla hasta el final como si el tercer choque fueran las Termópilas.

Y la verdad es que, tal vez pensando en lo primero, al técnico del Joventut le empezó a salir lo segundo. Puso en la cancha a jugadores menos habituales, lejos de su quinteto titular, y su equipo comenzó a morder la diferencia en el marcador. Canasta a canasta, con el Madrid narcotizado por un resultado que suponía infranqueable, llegó a los últimos minutos siempre por detrás, pero más cerca que nunca en el marcador.

Nunca, en todo el partido, salvo en los dos minutos iniciales, estuvo el Joventut a menos de seis puntos del Real, y a 1,10m para acabar, la diferencia se redujo a sólo cinco. El parcial de 31-11 hizo añicos los pronósticos que se habían hecho diez minutos antes, pero Birgander, Kraag y también Guy le dieron otro aire al partido ante el desconcierto madridista. Cinco puntos pueden ser un abismo, pero también una pequeña brecha. Sin embargo, el Joventut se ahogó en la orilla, imperó la lógica y en los últimos ataques demasiado apresurados, con Chus Mateo imponiendo la calma entre sus huestes, el Madrid aplicó su ley para alargar la distancia hasta los diez puntos al final del partido (73-83), un marcador más lógico para lo que había sucedido en el partido, pero que obliga a la reflexión en el bando blanco, que en esos diez minutos desastrosos (30-13), fue incapaz de anotar y perdió los números globales del rebote (36 por 39).

Pese a todo, Durán, el técnico verdiblanco, reconocía al final que, “el Madrid nos ha dominado en todo, aunque hayamos hecho un buen último cuarto”. Ahora a su equipo le queda una tarea de titanes. Ningún equipo ha remontado un 2-1 en contra en las semifinales de la ACB, claro que cosas más raras se han visto. Como el último cuarto madridista.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Más información

Archivado En