El Barça suda la gota gorda ante el Unicaja

Fue algo más que un sobresalto. Tenía el Barça 17 puntos de ventaja y, aturdido ante un Sima exquisito, ante un Unicaja combativo como pocos, pasó a dos en el tercer cuarto. Pero Vesely negó la mayor y aclaró que el Palau es mucho Palau, pues el equipo azulgrana cuenta los partidos ligueros (19) por victoria en el curso. Uno a cero para el Barça en las semifinales.

Comenzó el choque con el aro empequeñecido, con los tiradores chasqueando la lengua y el gesto torcido, pues durante casi tres minutos no hubo canastas que paladear. Vesely, Mirotic, Satoransky, Kravish, Perry, Djedovic... Na...

Fue algo más que un sobresalto. Tenía el Barça 17 puntos de ventaja y, aturdido ante un Sima exquisito, ante un Unicaja combativo como pocos, pasó a dos en el tercer cuarto. Pero Vesely negó la mayor y aclaró que el Palau es mucho Palau, pues el equipo azulgrana cuenta los partidos ligueros (19) por victoria en el curso. Uno a cero para el Barça en las semifinales.

Comenzó el choque con el aro empequeñecido, con los tiradores chasqueando la lengua y el gesto torcido, pues durante casi tres minutos no hubo canastas que paladear. Vesely, Mirotic, Satoransky, Kravish, Perry, Djedovic... Nadie atinaba. Hasta que Vesely, gobernador bajo el poste, cogió un rebote y abrió la lata. Carrete para Mirotic, que volvió a explicar que tiene grabada a fuego la pifia ante el Madrid en la semifinal europea, con tres puntos irrisorios, que ahora se exige brillar para darse la oportunidad de la reválida con los blancos en la final liguera si son capaces de superar al Joventut del inspirado Guy. Trató Brizuela encontrar la inspiración copera, cuando con 27 puntos descosió al Barça. Pero ni él ni un afilado Ejim pudieron poner remedio al arma de destrucción masiva azulgrana: los triples. Firmó 18 -récord en la competición- en el último envite para descabalgar al Valencia y así abrió brecha en el primer cuarto, con Abrines y Sanli de francotiradores.

El Unicaja, bajo la batuta de Alberto Díaz o Perry, pretendió atacar rápido, tirar de piernas para descascarillar la casi siempre eficiente defensa azulgrana. Y aunque menudeaba en el rebote ofensivo, sufría gatillazos de muñeca en el tiro. Suficiente para que la segunda unidad del Barça mantuviera las distancias y oxigenara los pulmones del quinteto Marvel (no hay partido clave que no salgan los mismos de inicio), que volvieron a la cancha para retorcer un poco más al rival, al punto de que hasta Satoransky metió un triple sin querer en su intento de alley oop para Mirotic. Le siguió Laprovittola, que tuvo un rifirrafe con Perry que no pasó a mayores pero que sirvió para explicar la tensión propia de una semifinal. Y el Barça, ya en el entreacto, tenía encaminado el primer encuentro. O no…

Resulta que el Unicaja, al fin, empezó a encestar desde la pintura gracias a un Sima que abusó del aro, estelar, al más puro estilo NBA, capaz de acabar con 19 puntos. Impulso -con más de un 70% de acierto en el tiro en el cuarto- secundado por Carter y Kalinoski, que estrechó el duelo, tres puntos de distancia. Aparecían los fantasmas para el Barça, acusado con frecuencia de no saber rematar los partidos, de perder el tono competitivo para complicarse la vida. Tara que rechazó Vesely para sellar el cuarto con un resoplido de alivio (66-58). Pero quedaba el epílogo. Ejim quería poner su firma, excepcional en los rebotes. Pero el autógrafo también lo quería estampar Vesely, feliz por encontrar tiros desde media distancia, esa que le hace ser uno de los mejores pívots europeos. También quería decir la suya Kalinoski, omnipotente en la pista, artífice de que a falta de 19 segundos por disputar, el equipo azulgrana solo tenía un sorbo de ventaja, tres puntos (82-79). Pero la rúbrica final, articulada con dos tiros libres de Laprovittola y un robo sobre la bocina de Mirotic que impidió el triple rival, fue del Barcelona que, con ardores, cumplió para llevarse el primer encuentro de la eliminatoria.

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