Los Denver Nuggets superan con claridad a Miami en el primer partido de la final de la NBA (104-93)
Jokic y Murray logran 53 puntos en un despliegue ofensivo de los campeones del Oeste, que juegan su primera final en 47 años
Denver ha aplastado a Miami en el arranque de la final de la NBA: 104-93. Se sabía que este iba a ser un camino cuesta arriba para los Heat, que se han convertido en el segundo equipo de la historia de la Liga que disputa el trofeo Larry O’Brien después de haber terminado octavo en su conferencia. Los Nuggets de Nikola Jokic mostraron su poderío en casa, un territorio que aún no sabe qué es ganar un campeonato de baloncesto y donde el equipo ha sido prácticamente imbatible. La estrella serbia, después de un inicio modesto, cerró otra noche con un triple doble con 27 puntos, 14 asistencias y 10...
Denver ha aplastado a Miami en el arranque de la final de la NBA: 104-93. Se sabía que este iba a ser un camino cuesta arriba para los Heat, que se han convertido en el segundo equipo de la historia de la Liga que disputa el trofeo Larry O’Brien después de haber terminado octavo en su conferencia. Los Nuggets de Nikola Jokic mostraron su poderío en casa, un territorio que aún no sabe qué es ganar un campeonato de baloncesto y donde el equipo ha sido prácticamente imbatible. La estrella serbia, después de un inicio modesto, cerró otra noche con un triple doble con 27 puntos, 14 asistencias y 10 rebotes. El canadiense Jamal Murray acumuló 26 puntos y 10 asistencias. Erik Spoelstra, el coach de los campeones del Este, tendrá que hacer ajustes para el segundo partido, que se disputará en Colorado el domingo.
La final de la NBA comenzó con una gran pregunta. ¿Qué debían hacer los Heat para frenar a Jokic? La interrogante quedó despejada en los primeros minutos. Quedó claro que la defensiva de Miami podía anular a la estrella serbia si se lo proponía. El Joker, como lo llaman, solo hizo un lanzamiento en los primeros 12 minutos. Rompió el cero en su marca personal con un par de tiros libres tras una falta. Y su primera canasta fue segundos antes de que se agotara el último cuarto. A pesar de este modesto comienzo, cerró la noche con 27 puntos y su noveno triple doble de los playoffs. Murray y Jokic se sumaron la pasada noche a un selecto grupo de jugadores que anotan en su debut de una final más de 25 puntos y realizan por lo menos 10 tiros. Los otros dos son Michael Jordan y Russell Westbrook.
Denver probó pronto por qué dominaron en el Oeste durante la temporada. El estadio Ball es una fortaleza. Este duelo fue el partido 50 en casa en la temporada y solo han perdido siete. La afición tiene hambre anillo, que espera desde que el equipo llegó a la NBA en 1976. Los locales presumen de que este es el pabellón más alto de la Liga, pues se juega al baloncesto a 1.600 metros sobre el nivel del mar. Cuando Miami saltó a la cancha, los de Denver les recordaron que aquí hay menos oxígeno.
Jokic tiró poco durante el arranque del partido, pero mostró que desde hace muchos años se adhiere a la filosofía del pase de Magic Johnson. Tuvo 10 asistencias en la primera mitad. En el segundo cuarto, estando casi debajo de la canasta, Jokic lanzó la pelota al otro extremo de la cancha para encontrar libre a Bruce Brown, quien anotó un triple. “Dar un pase hace felices a dos personas. Anotar solo hace feliz a una”, dijo Jokic hace algunos años citando al legendario número 32 de Los Ángeles. Después de brillar en otra noche, la estrella europea lucía relajada. No tuvo acción durante nueve días, los que han transcurrido desde que eliminaron a LeBron James y los Lakers. “Disfruté”, dijo a la prensa el dos veces MVP. “Estuve en la piscina con mi familia, puedes ver que estoy un poco bronceado”.
También se divirtió dentro de la cancha. Fue Bam Adebayo el encargado de defenderlo. Por momentos, tuvo la ayuda de algún compañero, lo que dejaba libre a algún rival. Aaron Gordon fue quien aprovechó la doble vigilancia ordenada por Spoelstra. El ala-pívot no tuvo problemas en atacar la canasta desde la pintura al estar libre. Anotó 16 puntos, 14 en los primeros dos cuartos. Fue su mejor partido desde los 22 que anotó en la eliminación de los Lakers. Michael Porter Jr. también registró un doble-doble con 14 puntos y 13 rebotes.
La disciplinada defensa de Denver puso en aprietos a Miami. Los tiros exteriores fueron la estrategia más socorrida por el Heat. En la primera mitad lanzaron 17 triples, pero solo anotaron cuatro. Mejoraron en la segunda parte, convirtiendo el 33% de 39 intentos, 13 triples. Denver, en cambio, metió 8 de 27 (29%).
En el descanso, cuatro de los ocho jugadores de Denver tenían dos dígitos. En Miami, en cambio, solo Adebayo había anotado más de 10 puntos. Este se convirtió en el motor ofensivo del Heat con una gran presencia en la pintura y logrando 26 puntos, 13 rebotes y 5 asistencias. Jimmy Butler tuvo solo 13 puntos en lo que ha sido su cosecha más pobre en los playoffs. El base Max Strus se quedó en cero tras 10 lanzamientos en 21 minutos de juego y Caleb Martin, en tres puntos en 24 minutos. Estos habían sido jugadores decisivos en la eliminación de los Celtics, pero esta vez se quedaron a deber, al igual que Duncan Robinson (2 de 11). Esta noche, el Heat convirtió 39 de 96 tiros, apenas 40%. Entre los ajustes que hizo el entrenador estuvo darle más minutos a Kyle Lowry, un veterano que ya fue campeón con Toronto. Este logró revolucionar el ataque con 11 puntos.
La distancia entre los locales y sus rivales se fue agigantando cuarto a cuarto. La ventaja en el primero fueron solo nueve puntos. Al descanso eran 17. Se estiró a 21 al cierre del tercer periodo. En el último, los Nuggets levantaron el pie del acelerador. Esto fue lo que permitió a Miami recortar la diferencia con la ayuda de Haywood Highsmith, que salió desde el banquillo y anotó 12 puntos en el tramo final.
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