Jordi Alba, el indomable dueño de la banda izquierda
El lateral se despide del Barcelona en un emotivo acto después de diez temporadas en el club de su vida
Se suceden las despedidas en Can Barça. El miércoles fue Sergio Busquets, hoy le ha tocado a Jordi Alba. El lateral izquierdo de 34 años ha dicho adiós definitivamente al club de su vida en un acto en el ‘Auditori 1899′ del Camp Nou rodeado de sus compañeros, directiva y familiares. Igual que su amigo Busi esta semana.
El de L’Hospitalet de Llobregat ...
Se suceden las despedidas en Can Barça. El miércoles fue Sergio Busquets, hoy le ha tocado a Jordi Alba. El lateral izquierdo de 34 años ha dicho adiós definitivamente al club de su vida en un acto en el ‘Auditori 1899′ del Camp Nou rodeado de sus compañeros, directiva y familiares. Igual que su amigo Busi esta semana.
El de L’Hospitalet de Llobregat se marcha del Barça después de diez temporadas siendo el rey de la banda izquierda. Con el 18 a la espalda, llegaba a Barcelona procedente del Valencia a petición expresa de Tito Vilanova, quien acababa de sustituir a Guardiola en el banquillo blaugrana y que conquistaría la liga de los 100 puntos. “Me quiero acordar de una persona muy especial que me fichó en 2012. Y fue Tito Vilanova”, ha recordado un emocionado Jordi Alba tras jugar su último partido como culé ante el Mallorca. Alba se formó en la cantera azulgrana, llegó a la Masia con nueve años y tras siete temporadas se marchó al Cornellà. Después recalaría en las categorías inferiores del Valencia, jugó cedido en el Nàstic y al volver al conjunto che se ganó la confianza de Unai Emery para convertirse en un fijo.
“Recuerdo con mucho cariño mis inicios en la cantera donde aprendí muchísimo. Siempre recordaré orgulloso ser elegido para poner la primera piedra de la ciudad deportiva. Quién me iba a decir que años más tarde iba a estar aquí”, recordó ayer Alba.
Pero su verdadera explosión, el lugar donde Jordi Alba se presentó al mundo del fútbol, fue en la Eurocopa de 2012, donde España revalidaría el título de campeón. Fue una de las novedades de Vicente del Bosque en aquella convocatoria europea, pero más sorprendente fue su facilidad para adaptarse a un equipo que no había cambiado su estructura dos años después de coronarse campeones del mundo en Sudáfrica. Su rapidez permitía a La Roja respirar por la banda izquierda y variar el juego. Era el único de los titulares de la final contra Italia (4-0) que no estuvo en el Mundial de 2010. Pero poco le importó a Jordi que tras una carrera de 80 metros se plantaba delante de Buffon para poner el 2-0 de aquella histórica final. “Nosotros hemos tenido una gran suerte de encontrar a Jordi. Tenemos fe en él, no nos ha decepcionado y ha hecho un excelente campeonato”, declaraba Vicente del Bosque nada más ganar la Euro.
Con 23 años y una Eurocopa bajo el brazo llegaba Jordi Alba al vestuario del Barça. En él se encontraría a compañeros de selección como Xavi, Iniesta, Busquets, Piqué, Fàbregas, Valdés o Pedro. Sin embargo, sería con Leo Messi con el que mejor conectaría tanto dentro como fuera del campo. La conexión Messi-Alba fue clave y constante a lo largo de las temporadas. El mejor monumento de esta unión fue el gol de Messi en 2017 ante el Madrid en el último minuto a pase de Jordi Alba. “Yo siempre lo buscaba porque todas las que les daba las metía”, ha dicho hoy Alba sobre el argentino. Este, a través de un vídeo, le deseó lo mejor durante el acto de despedida.
Con la salida del astro argentino, el lateral perdía a su mejor socio. Pero, sorprendentemente, la primera temporada post Messi fue la mejor en términos de asistencias (10) para el de L’Hospitalet. Por lo que, este último año se esperaba a un Jordi indiscutible hasta que apareció un sorprendente Balde (18 años) que le arrebató la titularidad desde el inicio de temporada. Alba aceptó con naturalidad y profesionalidad su pérdida de protagonismo y trasladó su influencia del campo al vestuario. El segundo capitán junto a Busquets ha ejercido de líder en una plantilla cada vez más rejuvenecida. Alba y Busi, tras la marcha de Piqué en noviembre, se convirtieron en los más veteranos del equipo catalán. “Como jugador para mí ha sido un lujo tenerlo como compañero. El mejor lateral izquierdo del Barça y de los mejores de la historia. Y como persona es un 10″, afirmó esta tarde Busquets.
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