Medvedev y París, la pesadilla continúa
El dos del mundo cae ante el brasileño Seyboth Wild, 172º y procedente de la previa: 7-6, 6-7, 2-6, 6-3 y 6-4. Suma cinco caídas en la ronda inicial, en sus siete apariciones
Se decía que algo había cambiado, que Daniil Medvedev tal vez había rectificado su animadversión y que incluso podía haber llegado a cogerle el punto a pelotear sobre la arcilla. Pero nada más lejos de la realidad. Señor farol lo de Roma, el triunfo de hace solo nueve días; su primer título sobre tierra batida. La alergia sigue ahí, enquistada: 7-6(5), 6-7(6), 2-6, 6-3 y 6-4, tras 4h 15m. Ko técnico en París, a las primeras de cambio y frente al brasileñ...
Se decía que algo había cambiado, que Daniil Medvedev tal vez había rectificado su animadversión y que incluso podía haber llegado a cogerle el punto a pelotear sobre la arcilla. Pero nada más lejos de la realidad. Señor farol lo de Roma, el triunfo de hace solo nueve días; su primer título sobre tierra batida. La alergia sigue ahí, enquistada: 7-6(5), 6-7(6), 2-6, 6-3 y 6-4, tras 4h 15m. Ko técnico en París, a las primeras de cambio y frente al brasileño Thiago Seyboth Wild, 172º del mundo y procedente de la fase clasificatoria. La prueba del algodón vuelve a revelar una desafección absoluta.
“No voy a verlo de nuevo en la tele, pero no creo que haya jugado tan mal. Él jugó bien; de hecho, si sigue así terminará el año en el top-30. La historia es que siempre es lo mismo…”, explica ante los periodistas el ruso, de vuelta a las andadas. Menciona el viento, el peso de las bolas, el cansancio. Era el año, se decía. Medvedev, por fin aspirante. Solo ciencia ficción. “Estoy muy decepcionado, no creo que haya hecho nada mal. Voy a estar una semana pensando en este partido…”, divaga.
Otro buen trompazo –cinco caídas en la primera ronda, en siete participaciones– y la prueba de que él y el elemento granuloso son como agua y aceite, dos imanes que se repelen. No hay manera. Los octavos del curso pasado y los cuartos del anterior, su límite en el Bois de Boulogne, constan como meros amagos. Tiene condiciones Medvevev para la superficie, pero no puede. Su rival se ha revuelto con fe y le ha desesperado. “¡Silencio!”, ordena varias veces a la grada. Hay desencuentro.
“Por el viento y la pista seca, tuve la boca llena de tierra desde el tercer juego del partido, y no me gusta…”, apunta el líder de la temporada en victorias (39), títulos (5) y finales (6). “No sé si a la gente le gusta comer tierra, tenerla en sus bolsas, en sus zapatos, los calcetines blancos que tienes que tirar a la basura después de la temporada de arcilla”, prosigue antes de rematar con retranca: “No cambiaría ni una vez la sensación de felicidad que tengo cuando termino aquí [en París]. Estoy feliz de nuevo. Voy a tener tiempo libre... Hay que sacar lo positivo de esto”.
SORRIBES SOBREVIVE A UN DURO DÍA
La caída del tenista de Moscú marcó una jornada en la que la valenciana Sara Sorribes batió a Clara Burel (7-6(0) y 6-2) y en la que cedieron tres representantes españoles: Rebeka Masarova (3-6, 6-1 y 6-2 contra Coco Gauff), Cristina Bucsa (6-4 y 6-0 ante Iga Swiatek) y Jaume Munar (6-1, 2-6, 7-6(5) y 6-1 frente a Francisco Cerúndolo).
Este miércoles compiten Carlos Alcaraz (hacia las 16.00, Eurosport; ante Taro Daniel), Alejandro Davidovich (Luca van Assche), Roberto Carballés (Stefanos Tsitsipas) y Roberto Bautista (Juan Pablo Varillas). En la sesión nocturna (20.30) intervendrá Novak Djokovic, enfrentado al húngaro Marton Fucsovics.
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