El City castiga al Arsenal y se acerca a su quinta Premier en seis años
La sociedad conformada entre Haaland y De Bruyne destroza al equipo de Arteta, que sufrió una memorable exhibición táctica de Guardiola
El Manchester City se acerca a su quinto título de la Premier League en las seis últimas temporadas después de laminar al Arsenal (4-1) en una memorable exhibición táctica de Pep Guardiola. El cuadro londinense es todavía líder, pero con apenas dos puntos de ventaja y con dos partidos jugados más que el rival al que trata de derrocar. Por el camino queda cl...
El Manchester City se acerca a su quinto título de la Premier League en las seis últimas temporadas después de laminar al Arsenal (4-1) en una memorable exhibición táctica de Pep Guardiola. El cuadro londinense es todavía líder, pero con apenas dos puntos de ventaja y con dos partidos jugados más que el rival al que trata de derrocar. Por el camino queda claro además que el excitante, juvenil y refrescante equipo que ha construido Mikel Arteta dispone de muchas menos herramientas que el vigente campeón. Es complicado no quererle, pero este Arsenal tiene a día de hoy peores jugadores y es menos equipo que el City, por otra parte un gigante pilotado por el entrenador que cambió el fútbol en 2008 y que, tres lustros después, sigue marcando tendencia porque sabe evolucionar no sólo sus equipos sino también sus estrategias.
Miles de seguidores del fútbol no entienden el motivo que empuja a algunas escuadras a poner en juego la pelota delante de su portería y esperar ahí que el rival le encime, un riesgo si no se pauta una salida. Un visionado del primer gol del City ante el Arsenal les ofrecería varias respuestas: la de un trabajo de posicionamiento en el que todo el mundo está perfilado y sabe cual es su papel, la capacidad para atraer al rival y abrir y encontrar espacios. No hace falta salir tocando en corto cuando Haaland ofrece una salida a cincuenta metros. El City es indudable que ha ganado gol con el exuberante astro noruego, pero también ha profundizado en nuevos registros. El tanto que abrió el partido lo mostró: Ederson buscó al central Stones, que pegado a la línea de fondo atrajo a su par. Medio Arsenal dio un paso adelante y entonces la pelota salió teledirigida hacia Haaland, que con el suplente Holding a la chepa, fue capaz de bajarla, girarse con un control orientado y encontrar a De Bruyne al espacio. El belga definió con un preciso disparo combado.
El gol fue el maridaje perfecto entre el tiki taka y la tradición británica. Y supuso un chute de energía para el Etihad y su febril equipo, que durante los primeros veinte minutos no dejó de aplicar esa receta para llevar a la olla a un rival desactivado y merendárselo. Odegaard, Saka y Martinelli no tocaron bola porque el Arsenal fue incapaz de instalarse con la pelota en campo contrario. Y cuando la buscaba entró en pánico cada vez que el City le invitaba a subir líneas. Como para no hacerlo. Haaland se hizo dueño del círculo central y allí bajó al piso melones y sandías. Antes del descanso dejó pasar el noruego cuatro opciones de gol y generó un par más a De Bruyne. De manera increíble el Arsenal se mantuvo vivo, con el empate a tiro. Hasta que justo antes de los tres pitidos Stones remató de cabeza a la red una falta lateral que le encontró sin marca en el segundo palo, una suerte que despierta viejos fantasmas en el Arsenal. Parecía fuera de juego, incluso en la primera repetición televisiva, pero el VAR rastreó un pie de Ben White descolgado, trazó líneas y el City amplió ventaja sin el brillo que había merecido. Bien que lo festejó, en todo caso.
Haaland no dejó de fallar goles. Ramsdale, un meta excelente, le negó hasta cinco veces. Pero el vikingo no cesa de golpear. Y si no marca hace marcar. En un error de Odegaard, catastrófico en esta ocasión, De Bruyne conectó con su referencia para fabricar el tercer gol al poco de empezar la segunda parte.
El Arsenal no mejoró tampoco cuando Trossard y Jorginho ingresaron al campo a la hora de partido. Buscó el orgullo y descontó al final con un tanto de Holding, pero no encontró el fútbol. Al City le sobraron minutos para contemporizar en el campo y disfrutar del festejo de su grada. Hasta que Haaland se desmelenó, literalmente, y marcó su gol número 33 del campeonato. Citado con el Madrid en la semifinal de la Champions y con el Manchester United en la final de Copa, tiene siete partidos por delante en la Premier (Fulham, Everton, Brighton y Brentford a domicilio, y West Ham, Leeds y Chelsea en casa). Al Arsenal, que ya ha asegurado su regreso a la Champions, le quedan cinco duelos (Chelsea, Brighton y Wolves en el Emirates y Newcastle y Nottingham fuera). La gente de Manchester ya se lanzó a entonar la tonadilla que identifica a los campeones. Su equipo ha hecho un pleno en los últimos 21 puntos que ha disputado, mientras el Arsenal encadena cuatro partidos sin ganar.
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