El cambio de plan del Barcelona
El club alteró la planificación para llegar al pico físico en el tramo final y renovó el equipo con jugadores expertos
Fue un quiero y no puedo. El Barcelona se coronó durante buena parte de la temporada pasada como el mejor para acabarla como un segundón. En la fase regular de la Liga Endesa y de la Euroliga se hizo con el liderato, pero cayó en la final de la ACB ante el Madrid (3-1) y en las semis de la Final Four europea, de nuevo ante el conjunto blanco. “No se dio lo mínimo que se esp...
Fue un quiero y no puedo. El Barcelona se coronó durante buena parte de la temporada pasada como el mejor para acabarla como un segundón. En la fase regular de la Liga Endesa y de la Euroliga se hizo con el liderato, pero cayó en la final de la ACB ante el Madrid (3-1) y en las semis de la Final Four europea, de nuevo ante el conjunto blanco. “No se dio lo mínimo que se esperaba. Más allá de los resultados, no se ofreció la idea de consistencia ni de equipo que se quería. Algo no funcionaba”, señala una fuente del Barcelona. Y se trazó un nuevo plan que comienza a ponerse a prueba desde hoy (20.00, Dazn) en los cuartos de la Euroliga ante el Zalgiris.
Concluido el curso anterior, el vicepresidente azulgrana y responsable del área de baloncesto, Josep Cubells, se reunió con el mánager de la sección, Juan Carlos Navarro, con el director deportivo, Mario Bruno, y con el técnico, Sarunas Jasikevicius. Bastantes horas alrededor de la mesa, preocupación por lo deportivo y por lo económico, toda vez que había que reconfigurar la plantilla y recortar sueldos —la masa salarial es de unos 36 millones—.
Lo primero que se determinó es que el equipo debía cambiar la preparación y redefinir los objetivos. “Lo que se trasladó al grupo es que había que recuperar la pegada y la identidad en los momentos importantes”, advierten desde los pasillos de la ciudad deportiva; “que no era tan importante el camino como el último mes, siempre y cuando se acabara entre los cuatro primeros, que es lo que te garantiza luchar por los títulos”. Del mismo modo, también se argumentó que el pico de forma debía darse en el epílogo de la temporada. “Se ha trabajado más o menos como siempre, pero sí que desde hace un tiempo, en las pocas semanas que hemos jugado un solo partido, el equipo ha hecho más sesiones físicas”, explican desde el vestuario. Como cuando el Barça perdió en cuartos de la Copa en marzo, que hizo dos días de trabajo doble de solo físico. “Estamos bien. Lástima las últimas lesiones [Abrines, Higgins y Vesely se marcharon al camerino en el pasado encuentro liguero ante el Madrid, que sirvió para que los azulgrana tomaran el liderato], pero el equipo llega al tramo final en forma”, constatan desde el club.
La otra decisión que se tomó fue hacer una renovación en el camerino, descartar a jugadores de no habían dado la talla en los momentos clave. El más flagrante, a ojos del entrenador, era el director de orquesta Calathes, que tenía un salario de casi dos millones. También fueron desterrados jugadores importantes como Hayes, Brandon Davies y Exum, además de perfiles de rotación como Pierre Orriola. “Nos obligamos a fichar carácter y experiencia, jugadores que se crecen en los momentos importantes y que han llevado el peso de sus equipos a la espalda”, resuelve una fuente del Barça.
Como Vesely, que era la referencia del Fenerbahçe; como Kalinic, que lideraba al Estrella Roja; o como Satoransky, que regresaba de la NBA para tomar las riendas. “Pero también se quería tener una plantilla más amplia para poder hacer rotaciones y dar descansos, que todos se sintieran importantes en mayor o menor medida para cuando llegaran los últimos partidos”, amplían desde el club. Así que llegaron Da Silva (Alba Berlín), Tobey (Valencia) y Paulí (Andorra) para hacer vestuario.
“Los roles están bien definidos, son jugadores de segunda fila que suman, ayudan y mejoran la sintonía grupal. En eso es fundamental Mirotic, que se preocupa por todos, y también los de casa porque transmiten lo que somos”, agregan las mismas fuentes. Sucede que no hay tantos canteranos y eso preocupa por lo económico, por la identidad y valores, además por el sentido de pertenencia. Por eso confían en que vuelva Caicedo de su cesión al Granada el año próximo. Pero para eso falta mucho. Tanto que no saben si el nuevo plan que se fraguó en verano dará resultado, fijado el objetivo de ganar la Liga y asaltar Europa. Para eso tendrán que descontar desde hoy al Zalgiris de Kaunas.
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