Evenepoel, campeón del mundo, gana la etapa en La Molina y aprieta la competición
El belga, con una estrategia arriesgada al tirar su equipo en los ascensos, supera a Roglic en el ‘sprint’ final y le iguala en el liderato de la Volta a Catalunya
Parecía que Quick-Step se había equivocado de estrategia e inmolado, que no tenía sentido que tirase sin denuedo ni remisión, que sus ciclistas se desgastaran e hicieran el trabajo para Jumbo-Visma y Roglic porque el final de etapa, 400 metros de ascenso escarpado, era idóneo para el esloveno. Pero Evenepoel sabía lo que se hacía. Poderoso y tirano, fuego en las piernas y en los pedales, sprint mayestático el suyo, Remco se hizo con la etapa de La Molina para que, al fin en la Volta, saliera el arcoíris. Lució más que nunca el maillot del belga que le designa como el actual campeón del mundo. ...
Parecía que Quick-Step se había equivocado de estrategia e inmolado, que no tenía sentido que tirase sin denuedo ni remisión, que sus ciclistas se desgastaran e hicieran el trabajo para Jumbo-Visma y Roglic porque el final de etapa, 400 metros de ascenso escarpado, era idóneo para el esloveno. Pero Evenepoel sabía lo que se hacía. Poderoso y tirano, fuego en las piernas y en los pedales, sprint mayestático el suyo, Remco se hizo con la etapa de La Molina para que, al fin en la Volta, saliera el arcoíris. Lució más que nunca el maillot del belga que le designa como el actual campeón del mundo. Laurel que vuelve a explicar que la carrera es cosa de dos, de Evenepoel y Roglic, igualados en el segundero, calcados sus tiempos en la general, después de tres magnéticas etapas.
Entre los directores deportivos concentrados en la Volta había algo más que un presentimiento de que si se podía fraguar una fuga en la carrera, este era el día. Unos, los más experimentados o los que tienen corredores menos fuertes, marcaron a cinco o seis corredores en el meeting del autocar para que, aquellos que se vieran con fuerza, les cogieran rueda en caso de que saltaran. Otros, los que tienen exigencias en cada carrera, señalaron a sus bazas para intentar la épica. Y los que tienen a los hombres bien posicionados en la general, determinaron el tiempo podían aceptar de desventaja para que no se les enredara el asunto. Pero todos tenían en mente a Richard Carapaz (EF), el campeón olímpico, el ciclista con motor de serie en las ascensiones que en la jornada anterior se había descolgado antes de tiempo en la lucha por la general. Y Carapaz no decepcionó, pues a los seis kilómetros de etapa demarró para empezar a abrir brecha, acompañado por otros cinco ciclistas.
Ocurrió que a Carapaz, que solo lleva una carrera en la temporada (vencedor del campeonato nacional de Ecuador), no le alcanzaron las piernas, por más que jugara al ratón y al gato, y se hiciera el longuis durante las dos ascensiones anteriores e incluso en la última, donde Van Gils (Lotto) y Martin (Cofidis) intentaron la machada y se quedaron con las ganas. Como Carapaz, absorbido a nueve kilómetros de meta, mandíbula y corazón desencajado. Era, por una vez y para alivio del Jumbo-Visma, la voluntad del Quick-Step, que, tanto en el hors catégorie de la Coll de la Creueta como en el último puerto de La Molina, ponía el ritmo. Y era infernal.
Tanto, que nadie podía toser a Hirt, primero, ni Van Wilder, después, gregarios de lujo para un Evenepoel que parecía dispararse en el pie. Hasta que explicó lo contrario, confiado con su trabajo reciente en la concentración del Tenerife —donde rompió el récord de la ascensión al Teide—, una máquina bien engrasada. Así, a falta de 4,6 kilómetros, el belga le dio al botón del hiperespacio, arrancada que descontó a todos menos a un Roglic que debía levantarse sobre la bici para seguirle. Y lo consiguió, encantado por dirimir el final de etapa mano a mano porque se sabía favorito, al punto de que le negó por dos veces el relevo. Ni quería ni lo necesitaba. Acicate del bueno para Evenepoel, que estalló en la última pendiente y descosió a su rival para levantar los brazos en la meta. Quizá perdió un segundo con el festejo y el maillot de líder. Pero tanto da, era el punto y seguido a una batalla a la que le restan cuatro versículos.
CLASIFICACIONES DE LA VOLTA
3ª Etapa
Olost - La Molina (180,5 km)
ETAPA
1. R. Evenepoel (Bélgica/Quick-Step) 4h.40m.43s
2. P. Roglic (Eslovenia/Jumbo-Visma) a 2s
3. G. Ciccone (Italia/Trek-Segafredo) a 13s
4. Jai Hindley (Australia/Bora-Hansgrohe) a 13s
5. J. Almeida (Portugal/UAE) a 13s
6. Mikel Landa (Bahrain) a 13s
13. Marc Soler a 22s
GENERAL
1. P. Roglic (Eslovenia/Jumbo-Visma) 12h.42m.17s
2. R. Evenepoel (Bélgica/Quick-Step) mt.
3. G. Ciccone (Italia/Trek-Segafredo) a 19s
4. Mikel Landa (Bahrain) a 44s
5. J. Almeida (Portugal/UAE) a 44s
6. Jai Hindley (Australia/Bora-Hansgrohe) a 48s
10. Marc Soler (UAE) a 1m.12s
ETAPA DEL JUEVES
Llívia - Sabadell (188 km)
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