Cuando nadie lo esperaba en el Barcelona, Alejandro Balde
El lateral azulgrana se ha convertido en una de las grandes revelaciones del equipo de Xavi
Cuando nadie lo esperaba, en el Barcelona, apareció Alejandro Balde (19 años). En el último verano, la idea de la dirección de fútbol del club azulgrana, en armonía con el cuerpo técnico, era que el canterano realizara la pretemporada con el primer equipo y que luego su representante, el poderoso Jorge Mendes, le buscara acomodo lejos del Camp Nou. Por entonces, el Barça ya tenía apalabrado a Marcos Alonso para que compitiera con Jordi Alba en el l...
Cuando nadie lo esperaba, en el Barcelona, apareció Alejandro Balde (19 años). En el último verano, la idea de la dirección de fútbol del club azulgrana, en armonía con el cuerpo técnico, era que el canterano realizara la pretemporada con el primer equipo y que luego su representante, el poderoso Jorge Mendes, le buscara acomodo lejos del Camp Nou. Por entonces, el Barça ya tenía apalabrado a Marcos Alonso para que compitiera con Jordi Alba en el lateral izquierdo. Ocurrió, sin embargo, que Balde cautivó a Xavi y compañía en la gira por Estados Unidos. “A este chaval no me lo toquéis”, pidió el técnico a la dirección deportiva. “Por sus características, es el lateral del futuro”, subrayan desde el cuerpo técnico. Y Jorge Mendes tomó nota. El agente portugués, que con Joan Laporta en la presidencia aumentó su poder en el Barça, ya trabaja en la negociación del canterano, todavía tiene ficha del filial y con contrato hasta 2024.
Los informes de Balde antes del subir al primer equipo no eran uniformes. En el filial había quién se rendía a la capacidad para atacar del lateral, como también estaban los que cuestionaban su contundencia en defensa. “No es un problema solo de Alejandro. A los defensas de la cantera les cuesta cuando el equipo no tiene el balón”, explica un entrenador del fútbol base. En su proceso de crecimiento, a Balde le costaba encontrar regularidad. De hecho, en sus últimas dos temporadas en el filial nunca se consolidó como uno de los referentes del equipo. En la campaña 2020-2021 jugó 16 partidos (11 de titular) y en la 2021-2022, cuando ya había debutado en el Camp Nou, 15 (13). “Había partidos en los que creímos que tenía un potencial increíble y otros en lo que pensábamos que no le daba”, cuentan desde el Barça Atlètic.
Pero Xavi relativizaba los vaivenes futbolísticos del canterano. El técnico se terminó de convencer, según cuentan en la Ciudad Deportiva, después del último duelo de la gira por Estados Unidos frente al Red Bulls. “Es un jugador que nos dará algo distinto de lo que nos ofrece Jordi Alba”, explicaban desde el cuerpo técnico. Balde no se venció en la competencia frente a un tótem del vestuario como Alba. Al contrario. También se sobrepuso a un mal trago en el partido de la ida en el Bernabéu. En el clásico de la primera vuelta, los jugadores del Madrid, medio en broma, medio en serio, apuntaron a la inexperiencia de Balde y Eric García para quedarse con el partido (3-1). Ni siquiera en ese momento, Xavi dudó de su apuesta por el canterano, mucho menos después de conversar con Lewandowski.
El polaco es la piedra angular del proyecto que diseñó la dirección deportiva. Xavi quería más gol y el Barça pagó 50 millones, más otros 10 en variables por el delantero de 34 años. El dilema para el técnico era cómo abastecer de balones a su 9. Lewandowski no esconde su preferencia por el 4-3-3, con dos extremos abiertos. Xavi, en cambio, entiende que el equipo es más sólido cuando suma a un cuarto volante. La solución, Balde. “Xavi me dice que sea yo. Me pide que tire para arriba”, cuenta el canterano. Entonces, con Dembélé en un ala (ahora que el francés está en la enfermería, la orilla derecha la ocupa Raphinha), Balde se ha convertido en un puñal en ataque cuando el Barça tiene la pelota. “Balde es de sorprender. De transición, de dividir, de generar superioridades con la conducción”, describe Xavi al canterano, que ya suma cinco asistencias en la campaña.
Tan tímido en las zonas mixtas, como extravagante a la hora de elegir sus looks, Balde se refugia en el grupo de los jóvenes que lidera Ronald Araujo, justamente el cabecilla de la defensa azulgrana, sobre todo ante el Madrid. “Tiene esa apariencia de moderno, pero es un súper buen chico. Nunca un problema. Ni ahora ni cuando estaba en el filial”, apuntan en la Ciudad Deportiva. De madre dominicana y padre guineano, Balde se crio en el distrito de Sant Martí. A sus padres, que regentaban un locutorio, no es extraño verlos pasear por su viejo barrio, tampoco al jugador del Barça. El ruido del Camp Nou, por ahora, no borra el silencio de su infancia. Esta semana, en la previa del clásico, Balde volvió a la escuela. “Qué bonito volver a veros”, publicó en sus redes sociales. Nadie lo esperaba en su vieja escuela, tampoco en el primer equipo. Una alegría para Xavi, por supuesto también para los niños de Els Porxos.
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