Mbappé vuela a Múnich vestido de superhéroe
La baja de Neymar y el respaldo de Messi afirman el liderazgo del goleador del PSG ante el reto de remontar (0-1) al Bayern
Pase de Messi, gol de Mbappé; pase de Mbappé, gol de Messi; pase de Messi, gol de Mbappé. El ritual por triplicado de la asistencia y la definición culminó la ceremonia. La acogió el templo del Velódromo de Marsella en el clásico de la Ligue 1 celebrado el pasado 26 de febrero: 0-3 a favor del PSG. El juego del balón también precisa de sus formalismos. Un año y medio después de encontrarse en el mismo club, y apenas dos meses después de disputarse la final de la Copa del Mundo, ...
Pase de Messi, gol de Mbappé; pase de Mbappé, gol de Messi; pase de Messi, gol de Mbappé. El ritual por triplicado de la asistencia y la definición culminó la ceremonia. La acogió el templo del Velódromo de Marsella en el clásico de la Ligue 1 celebrado el pasado 26 de febrero: 0-3 a favor del PSG. El juego del balón también precisa de sus formalismos. Un año y medio después de encontrarse en el mismo club, y apenas dos meses después de disputarse la final de la Copa del Mundo, Messi y Mbappé se abrazaron como solo se abrazan los cónyuges futbolísticos consagrados. El evento sirvió para situar a Mbappé en una nueva dimensión. A sus 24 años, el aspirante a suceder al rey del fútbol asume su condición de líder del Paris Saint-Germain con el reconocimiento afectuoso del monarca que le precede. Pocos futbolistas en el mundo son más complementarios y pocas veces su sintonía resultó más oportuna. La baja por lesión de Neymar Júnior, confirmada oficialmente el lunes, y la vuelta de los octavos de final de la Champions ante el Bayern, el miércoles, refuerzan la figura de Mbappé en el punto culminante del curso.
No hay gesto superfluo en la estudiada carrera del deportista más importante de Francia. Jaleado hasta por Emmanuel Macron, presidente de la República, se ha envuelto en la capa de superhéroe para anunciar públicamente que confía en remontar la eliminatoria después del 0-1 de la ida. “Vamos a Múnich para clasificarnos”, dijo el sábado, sobre la hierba del Parque de los Príncipes, ante las tribunas todavía repletas de hinchas que le aclamaban, tras vencer al Nantes (4-2) en Ligue 1. “Jugaremos con la confianza de que vamos a ganar”.
Micrófono en mano, Mbappé se dirigió a los miles de hinchas que se agolpaban en las gradas tras verle meter por el camino su gol 201 con la camiseta del PSG. El tanto —coronado con otro abrazo de Messi— superó el récord de 200 que ostentaba Edinson Cavani con el club parisino. Mbappé instrumentalizó la ocasión para arengar a las masas en vísperas de la jornada más decisiva de una institución que ha hecho de la conquista de su primera Champions su razón de ser.
“Haber marcado con el brazalete de capitán es magnífico para mí”, dijo el goleador, que suma 30 tantos en 30 partidos esta temporada. “Pero yo estoy para conseguir cosas con el equipo. Las tres victorias consecutivas que hemos logrado después de la derrota ante el Bayern hablan de una progresión colectiva. ¡Estamos listos!”.
Mbappé proclamó su liderazgo plenamente consciente de que el escenario se despejaba de la figura indeseada de Neymar. Desde hace una semana, en el club de París manejaban evidencias que apuntan a la baja del brasileño por lo que resta de temporada. La noticia se hizo oficial ayer. El tobillo derecho de Neymar necesita una operación. La que fuera la estrella indiscutible del proyecto catarí entre 2017 y 2022 volvía a desaparecer en vísperas de otra eliminatoria de Champions.
Fuentes próximas a la administración del PSG señalan que el partido con el Bayern reúne una carga insólita. Una derrota podría desencadenar consecuencias impredecibles, incluso con potencial para iniciar una desvinculación progresiva de los propietarios de Qatar. “Es imposible que el PSG pase la eliminatoria sin un gran partido de Mbappé”, indica un colaborador del PSG, que, igual que los jeques, apunta al poder del delantero. Si por algo renovaron su contrato hasta 2025 comprometiéndose a pagarle lo que jamás ha cobrado un futbolista, una suma bruta total de 630 millones de euros por tres temporadas, según Le Parisien, fue porque tanto el club como el goleador se conjuraron para ganar esta Champions.
La única condición que puso Mbappé para seguir —y renunciar así a destinos como el Liverpool o el Real Madrid— fue remodelar la estructura deportiva para lograr un funcionamiento “más profesional”, en palabras de un asesor del futbolista. El PSG entendió que este mensaje apuntaba subliminalmente a despedir a Neymar, polo de folclore y farándula, o a disipar la influencia que había tenido su vida privada en el quehacer cotidiano del equipo. La contratación de Luis Campos como director deportivo sirvió a este efecto. El destino ha terminado de apartar a Neymar en medio de la batalla.
“El Balón de Oro está en un rincón de mi cabeza”, admitió Mbappé el sábado. La carrera hacia la cima comienza mañana en Múnich.
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