El Madrid sufre para cerrar el triunfo ante el Asvel

El Madrid abrió un mes de marzo frenético, con ocho partidos de la Euroliga y otros cuatro de la ACB, con su quinta victoria seguida en la competición europea: 71-75 en la pista del Asvel Villeurbanne. Fue un triunfo de dos caras, después de un primer tiempo de los blancos sin apenas grietas y una renta de 15 puntos (llegó a ser de 17 durante el encuentro), y un segundo tramo en el que se atascó en ataque, dejó al Asvel asomarse a dos puntos y casi concede la remontada. Y un susto extra: Tavares no acabó el duelo por una torcedura del tobillo izquierdo durante una acción defensiva.

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El Madrid abrió un mes de marzo frenético, con ocho partidos de la Euroliga y otros cuatro de la ACB, con su quinta victoria seguida en la competición europea: 71-75 en la pista del Asvel Villeurbanne. Fue un triunfo de dos caras, después de un primer tiempo de los blancos sin apenas grietas y una renta de 15 puntos (llegó a ser de 17 durante el encuentro), y un segundo tramo en el que se atascó en ataque, dejó al Asvel asomarse a dos puntos y casi concede la remontada. Y un susto extra: Tavares no acabó el duelo por una torcedura del tobillo izquierdo durante una acción defensiva.

De entrada, una extrañeza. A Tavares alguien le miraba a los ojos: Youssoupha Fall, pívot senegalés de 2,21m, la misma estatura que el gigante de Cabo Verde. Fue lo único en lo que se igualaron, porque el techo del conjunto francés está mucho más tierno. Un tapón en una penetración a De Colo y un poderoso mate de Tavares dejaron claro quién mandaba en la zona. Con ese sustento habitual, las tuercas apretadas en defensa, una dosis superior de músculo y las zapatillas echando humo, el Madrid acumuló las primeras rentas (8-18). En los locales, el volante era para el eterno De Colo (35 años), cerca de Juan Carlos Navarro como el segundo máximo anotador histórico de la Euroliga (por delante de ellos, el griego Vassilis Spanoulis). El conjunto francés se atascó desde el arranque en el lanzamiento exterior. Su primer triple no llegó hasta el noveno intento, obra de Mathews. Por fuera no rascaba lo que no podía cosechar por dentro. En la tropa de Chus Mateo, fue Musa quien remarcó esa diferencia entre las dos plantillas con dos aciertos a distancia (17-29). Al Asvel lo sostenía la muñeca de Mathews mientras Tyus le daba guerra a Poirier cuando Tavares descansaba en el banquillo. Las penetraciones de Williams-Goss acabaron de lanzar al Madrid antes del descanso (32-47).

Al regreso, más de lo mismo en el Asvel: 1 de 13 en triples. De Colo buscaba alguna rendija para fabricarse alguna canasta (39-51), pero el Madrid mandaba también bajo el aro y bajo el acierto de un motivado Causeur. El conjunto blanco tenía tan a tiro el partido que levantó el pie del acelerador y abrió un pequeño espacio que el Asvel aprovechó para meterse en la pelea. Fall exprimió otro descanso de Tavares, el equipo francés elevó sus prestaciones en el rebote ofensivo y dejó de permitir canastas fáciles a los madridistas. La distancia fue recortándose gota a gota. Al final del tercer cuarto, el Madrid había perdido con mucha rapidez el cómodo colchón sobre el que reposaba hasta entonces.

El Asvel aceleró hasta ponerse a dos puntos (62-64) e incluso tuvo posesión para consumar una remontada casi impensable. El Madrid bajó su acierto en el tiro exterior y el grupo francés encontró posiciones por dentro incluso en los morros del Tavares, ya de vuelta para cerrar el partido. Le faltó al Asvel una mirilla más ajustada en los triples (4 de 26 al final del encuentro). Causeur (14 puntos) y un buen último cuarto de Deck dejaron a salvo la victoria para el Madrid.

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