Francia se reengancha al Seis Naciones

Apenas quedan segundos en Saint-Denis y Francia tiene el balón con una exigua ventaja de cuatro puntos. La prudencia invitaría a agotar el reloj, pero a Les Bleus no les vale cualquier victoria. La derrota en Dublín obliga a buscar el punto bonus que otorga el cuarto ensayo: máximo riesgo. Gaël Fickou, un veterano con el que siempre se puede contar, percute en la zona de marca, reengancha a su selección a la pelea por el Seis Naciones y deja la remontada de Escocia, ...

Apenas quedan segundos en Saint-Denis y Francia tiene el balón con una exigua ventaja de cuatro puntos. La prudencia invitaría a agotar el reloj, pero a Les Bleus no les vale cualquier victoria. La derrota en Dublín obliga a buscar el punto bonus que otorga el cuarto ensayo: máximo riesgo. Gaël Fickou, un veterano con el que siempre se puede contar, percute en la zona de marca, reengancha a su selección a la pelea por el Seis Naciones y deja la remontada de Escocia, que venía de ganar sus dos primeros partidos por primera vez en 24 años, en una derrota honrosa.

Francia asumió el cartel de favorita con un comienzo imponente. Lo necesitaba Romain Ntamack, que se está jugando el puesto de apertura de cara al Mundial. Tras el avance de sus delanteros, estiró el acordeón en busca de la grieta. La encontró el 10 para ensayar en apenas cinco minutos. Así empezó la macedonia de dramas de los escoceses, que un minuto después asistían a la expulsión de su delantero Grant Gilchrist por placar con el hombro en la cabeza de Jelonch. Sin tiempo para procesar el papelón, Ntamack asistía a Dumortier y ponía el 12-0.

La mesa estaba puesta para un festín francés, pero Mohammed Haouas se llevó el mantel por delante. En una acción torpe, golpeó cabeza con cabeza a Ben White, que cayó hacia atrás mientras se disponía a liberar el balón. Nika Amashukeli, el colegiado principal, no veía suficiente peligrosidad para la tarjeta roja, pero sus asistentes le convencieron. Es la segunda expulsión de Haouas contra Escocia; la de 2021 le costó a Francia el torneo y el Grand Slam. Con todo, Escocia siguió endeudándose en el formato 14 contra 14. Rozó dos veces el ensayo –a Zander Fagerson se le escapó el oval en el posado y Ritchie arruinó la superioridad de Van den Merwe con un mal pase– y concedió una intercepción a Thomas Ramos rumbo al 19-0.

Lo que siguió fue una gesta incompleta de Escocia, que nunca dejó de creer en la remontada, iniciada por Huw Jones, en estado de gracia, tras romper al fin la última cortina francesa. El primer ensayo caledonio no maquilló mucho el déficit al descanso (22-7), pero Jones repitió tras diez minutos iniciales de la segunda parte en que Escocia tuvo el 80% de posesión. La fórmula para voltear el marcador fue el pie de Fin Russell, siempre listo para la diablura, incluso en las zonas más comprometidas. Su equipo levantó el campamento base en la zona noble rival y llegó el tercer ensayo, obra del propio Russell. El partido estaba en un pañuelo (25-21).

Francia salvó una tarde descafeinada con su solvencia defensiva. Antoine Dupont, su gran creador, firmó un par de placajes quirúrgicos para que su selección no pagara las dudas en la definición de Dumortier, que tenía el ensayo a tiro, pero no se animó a zambullirse y vio cómo los escoceses le volteaban. No perdonó Fickou, cuyo ensayo cambia la clasificación. Hasta ese momento, Escocia sumaba el punto bonus defensivo por perder de siete puntos o menos. En un suspiro, el centro le quitó un punto a su rival y puso otro en su casillero. Ambas acompañan a Inglaterra en un triple empate a 10 puntos en segunda plaza, a cinco de Irlanda, la única que suma sus partidos por victorias.

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