El Joventut pone en pie a Badalona

La Penya encendió el Olímpic y jugará este sábado contra el Tenerife (21.30, Movistar) las semifinales de su Copa tras una emocionante remontada ante el Baskonia. Creyó el Joventut, aupado por su gente en la grada y por Tomic (18 puntos y 5 rebotes) y Parra (15 y 4) en la pista. Cayó uno de los grandes, un conjunto con mayor arsenal. El baloncesto aún entiende de romanticismos.

El Joventut debió remar de lo lindo. Giedraitis congeló el Olímpic en un arranque arrollador. El lituano firmó 11 de los 15 primeros puntos de su equipo con la mirilla muy ajustada desde el perímetro. Al alero se...

La Penya encendió el Olímpic y jugará este sábado contra el Tenerife (21.30, Movistar) las semifinales de su Copa tras una emocionante remontada ante el Baskonia. Creyó el Joventut, aupado por su gente en la grada y por Tomic (18 puntos y 5 rebotes) y Parra (15 y 4) en la pista. Cayó uno de los grandes, un conjunto con mayor arsenal. El baloncesto aún entiende de romanticismos.

El Joventut debió remar de lo lindo. Giedraitis congeló el Olímpic en un arranque arrollador. El lituano firmó 11 de los 15 primeros puntos de su equipo con la mirilla muy ajustada desde el perímetro. Al alero se unió Enoch en la zona para dar la lata a Tomic, que no podía detenerle en ninguno de los dos aros. El Baskonia no necesitaba de Howard, seco en el primer cuarto, seguramente renqueante de sus problemas de espalda. Los muchachos de Joan Peñarroya perforaban la zona a toda mecha (4-17). El Joventut quería meterle leña a la caldera, pero en ese subidón confundió la energía con las prisas y Vives cargó con dos faltas. El equipo verdinegro pujaba con el factor ambiental, y ahí tampoco se quedaba corto el Baskonia. Otro partido se jugaba entre la hinchada de Badalona y la vibrante afición de Vitoria. El arranque de la noche animó mucho más a las gargantas de fuera. El grito de “¡Penya!” no sonó hasta el primer triple, regalo de Pau Ribas. Aquello encendió una mecha que heredó Parra con otro acierto exterior y un apretón badalonés para alcanzar con vida la primera orilla (14-19).

El Joventut había calentado la mano y las piernas, y no solo el corazón. Sin tanta agonía, el grupo de Carles Duran se envalentonó y compitió de tú a tú con el favorito Baskonia (22-23) en un duelo jugado a mucha velocidad. No había pausa en el Olímpic. Unas y otras camisetas atacaban las redes con el cuchillo entre los dientes. Ausente Howard, penalizado con tres faltas, el mecano del Baskonia lo movía Darius Thompson, otro torbellino. Ribas y Parra aupaban a los suyos hasta que despertó Tomic y la cita volvió a empezar: 32-32. El descanso se alcanzó con dos tiros libres fallados por Ellenson y un triple de Costello cuando sonaba el despertador (35-42). Cuestión de pegada.

Joel Parra es otro de esos chicos que ha disparado su autoestima y su rendimiento después del oro en el pasado Eurobasket. Como Darío Brizuela, Alberto Díaz y Jaime Fernández, todos con notas altas en esta Copa. De Berlín a Badalona, la misma inspiración. El tirador del Joventut apretó los puños al sumar desde el triple, el botón que conectó a la Penya en la segunda parte. Andrés Feliz consumó la vuelta al calcetín (46-44) y Peñarroya no tuvo más remedio que echar mano de su estrella Howard. En su primera acrobacia tras volver a la pista, el base estadounidense enchufó uno de esos lanzamientos lejanos que parecen imposibles. En la siguiente jugada se ganó tres tiros libres. Ya no faltaba nadie en la fiesta. El desigual inicio de partido era ya solo un espejismo. Ahora sí, las gargantas enrojecidas eran las de casa. El Joventut defendía con fiereza, reboteaba, corría y lanzaba lleno de fe. Así festejaron Guy y Brodziansky desde el perímetro, y así el tiro de Howard no tocó ni aro. Por primera vez la Penya tenía al rival contra las cuerdas: 68-57 al final de un tercer cuarto en que voló con un parcial de 33-15.

La quinta falta de Howard condenó al Baskonia. Los vitorianos perdieron al hombre capaz de producir puntos con menos juego colectivo, justo cuando el tiempo corría en contra. La distancia se alargó (82-65). Botaba el pabellón y nadie le echaba el freno a los verdinegros en su ofensiva liderada por Tomic (cumplía 36 años). Cada figura estaba encendida, mientras en el Baskonia cada uno hacía la guerra por su cuenta. Hay hambre de gloria en el Joventut, que no muerde una Copa del Rey desde hace 15 años. Vibra Badalona.

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