El dolor de Pedri y la rabia de Raphinha

El Barcelona de Xavi Hernández tiene dos caras. Una segura y fiable, Ter Stegen tiene una fortaleza en la Liga (siete goles recibidos en 21 partidos); mientras que, cuando se muda a Europa, los azulgrana se convierten en un equipo endeble y dubitativo: ha encajado 14 dianas en siete encuentros, 12 en la fase de grupos de la Champions y dos ayer en los dieciseisavos de final de la Europa League ante el United. En la Ciudad Deportiva azulgrana tenían un diagnóstico. “Cuando quedamos fuera de la Champions teníamos lesionados a nuestros mejores centrales”, explicaban desde el organigrama del Barce...

El Barcelona de Xavi Hernández tiene dos caras. Una segura y fiable, Ter Stegen tiene una fortaleza en la Liga (siete goles recibidos en 21 partidos); mientras que, cuando se muda a Europa, los azulgrana se convierten en un equipo endeble y dubitativo: ha encajado 14 dianas en siete encuentros, 12 en la fase de grupos de la Champions y dos ayer en los dieciseisavos de final de la Europa League ante el United. En la Ciudad Deportiva azulgrana tenían un diagnóstico. “Cuando quedamos fuera de la Champions teníamos lesionados a nuestros mejores centrales”, explicaban desde el organigrama del Barcelona, en referencia a las bajas de Koundé, Araujo y Christensen ante el Inter en la fase de grupos. Ante el Manchester United, en cualquier caso, Xavi contaba con Araujo y Koundé y optó por darle descanso al danés Christensen (saltó al campo en el segundo tiempo). El Barcelona, sin embargo, volvió a sufrir en la zaga.

“Ellos te aprietan bien. Nos ha costado un poco la salida de balón, pero la presión tras pérdida ha sido buena. El United tiene grandes futbolistas, que eligen bien”, analizó Xavi. “Sabíamos que el United es un equipo que le gusta tener el balón, pero también le gustan los partidos de ida y vuelta. Nos apretaron un poco más”, reflexionó Sergi Roberto. Esta vez, el problema del Barcelona no estuvo en la última línea sino en el centro del campo. Pedri pidió el cambio en primer tiempo y el Barça se rompió tras el paso por los vestuarios.

El canario está solo en el Barcelona. Lo está al menos para Xavi Hernández. Cuando se cerró el mercado de fichajes del último verano, el técnico del Barça aseguró que le hubiese gustado un jugador más. Y, aunque no mencionó públicamente ningún nombre, desde el cuerpo técnico aseguraban que el futbolista que quería el entrenador azulgrana era Bernardo Silva. Pero el City, que mostró buena predisposición para negociar los traspasos de Ferran Torres y Éric García medio año antes, fue menos flexible en el caso del portugués. Básicamente, el club inglés no estaba, según el Barça, dispuesto a negociar. Entonces, Xavi se quedó sin Bernardo Silva. Es decir, se quedó sin un perfil de jugador como Pedri. Un dolor de cabeza para los técnicos.

“Es el único jugador de la plantilla que tiene la capacidad de dar el último pase”, aseguran desde la caseta. Ni la lesión de Busquets, tampoco la de Dembélé, los dos ojitos derechos de Xavi en la plantilla, generan el vacío que supuso la baja de Pedri. “Hablé con él la media parte. Me dijo que era algo en el cuádriceps. Pedri es imprescindible para nosotros. Esperemos que sea poco tiempo”, apuntó Sergi Roberto sobre la lesión del volante canario. Al dolor de Pedri se le sumó la rabia de Raphinha. El brasileño, una de las armas más peligrosas del Barcelona (marcó el segundo gol), no pudo contener la ira cuando fue reemplazado. “Entiendo perfectamente el enfado. Yo también me enfadaba. Lo hago por el bien del equipo. Rafa ha venido a disculparse, pero no lo tiene que hacer”, expuso Xavi.

Sin problemas con Raphinha, satisfecho con la actitud de sus jugadores —”Hemos competido bien”, dijo el técnico—, Xavi apunta a Old Trafford: “Combate nulo y ahora a Manchester a intentar pasar”. A Raphinha seguramente se la pasará el enfado, lo que no sabe Xavi es si podrá contar con Pedri, su jugador irremplazable. Gavi, sancionado, no estará en el Teatro de los Sueños.

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