Rory McIlroy vence a Patrick Reed en medio de la gran guerra del golf
El número uno mundial y estrella del circuito americano y el golfista de la liga saudí protagonizan un tenso cara a cara en el campo y fuera de él. El norirlandés gana por un golpe en Dubái
No era un putt cualquiera. No era una victoria cualquiera. En ese último golpe había mucho más que un torneo. En juego estaba también un triunfo dentro de la guerra que vive el golf mundial entre el bando de los dos grandes circuitos, el americano y el europeo, y la rompedora liga saudí que ha atraído a muchas estrellas con el encanto de los petrodólares. Todo eso estaba en las manos del norirlandés Rory McIlroy, número uno mundial y bandera del PGA Tour, cuando en el par cinco del hoyo 18 d...
No era un putt cualquiera. No era una victoria cualquiera. En ese último golpe había mucho más que un torneo. En juego estaba también un triunfo dentro de la guerra que vive el golf mundial entre el bando de los dos grandes circuitos, el americano y el europeo, y la rompedora liga saudí que ha atraído a muchas estrellas con el encanto de los petrodólares. Todo eso estaba en las manos del norirlandés Rory McIlroy, número uno mundial y bandera del PGA Tour, cuando en el par cinco del hoyo 18 del Hero Dubati Desert Classic, cita del circuito europeo, se disponía a patear para birdie. Si embocaba, ganaría el torneo con un solo golpe de ventaja sobre el estadounidense Patrick Reed, uno de los símbolos de la liga saudí. Si fallaba, ambos irían a un tensísimo desempate por su enfrentamiento dentro y fuera del campo de golf. Alta tensión. La bola rodó suave, cuatro metros y medio, y cayó dentro mientras Reed, que ya había terminado su ronda, seguía la escena por televisión. Victoria de McIlroy (-19), bingo del tour americano frente a LIV Golf. Otro episodio más en un conflicto que sigue subiendo de temperatura, en el green, en la cancha de prácticas y en los tribunales.
La bomba había estallado el lunes. Durante el entrenamiento previo al torneo, Reed se acercó a la zona donde se ejercitaba McIlroy. El estadounidense, 33 años, número 90 mundo (los jugadores de LIV no puntúan para el ránking), estrechó la mano con el caddie de su rival, Harry Diamond, y alargó su brazo en dirección al norirlandés, que estaba en cuclillas. McIlroy, 32 años, número uno del mundo, no le devolvió el saludo. Ni siquiera se giró. Ofendido, Reed se dio media vuelta, rebuscó en su bolsillo derecho y le lanzó un tee. La escena fue grabada en vídeo por los periodistas de la web Tengolf. Teegate, se ha llamado al caso.
El episodio reflejó esa tensión que se vive hoy entre las dos partes en que se ha dividido el golf y que conviven en los torneos del circuito europeo, DP World Tour, ya que los representantes de LIV no tienen prohibido todavía participar en estas citas, como sí tienen cerradas las puertas del circuito americano. “Patrick se acercó a saludar y yo realmente no quería que lo hiciera, yo no quería saludarle. Por lo que recuerdo, eso fue todo. Yo estaba de espaldas. No vi ningún tee ni lo sentí. Si hubiera sido al revés, ahora estaría yo esperando una demanda suya”, explicó McIlroy sobre el incidente. Y añadió contexto sobre su relación con Reed: “Recibí una citación de su abogado en Nochebuena. Es un día en el que yo estaba tratando de pasar un buen rato con mi familia y alguien aparece en tu puerta y te entrega eso. No te lo tomas bien. Yo vivo en la realidad, no sé dónde vive él. Si estuviera en su lugar, no esperaría un saludo o un apretón de manos”.
Reed, en efecto, ha presentado una demanda a Rory McIlroy, y también a Tiger Woods, en el marco de la batalla judicial de los jugadores de LIV contra el PGA Tour, al que acusan de violar las leyes antimonopolio tras expulsarles de sus competiciones por su marcha a la liga saudí. El estadounidense, que juega con una gorra con las letras LIV Golf, admitió después que lanzó ese tee: “Era del Team Aces LIV (su equipo en el nuevo circuito). Es lamentable, porque siempre hemos tenido una buena relación. Pero si vas a actuar como un niño pequeño e inmaduro, es mejor que te traten como tal”.
El pique entre ambos se trasladó al campo en un apasionante cara a cara que no se solucionó hasta el putt final de McIlroy. “Era la batalla del día, era la batalla de la semana, una de las más duras que he tenido en mi vida. Significaba mucho para mí por todo lo que ha pasado en el último año. Tenía que centrarme mucho en mí mismo y en el juego. Era fácil dejarse llevar por las emociones y demostré mucha fuerza mental”, comentó el ganador tras ese emboque decisivo. Un comienzo de curso triunfal para McIlroy, ganador de cuatro grandes y entre los 10 primeros clasificados en el Grand Slam el pasado curso (segundo en el Masters, octavo en el PGA, quinto en el US Open y tercero en el Open Británico). El número uno mundial se ha convertido, junto a Jon Rahm, en el gran emblema del circuito americano contra su enemigo saudí. Cuando estos días le preguntaron si veía posible arreglar su relación con Sergio García, otros de los golfistas de LIV, el norirlandés respondió con una sola palabra: “No”.
La liga saudí comienza el 24 de febrero en Mayakoba (México) dentro de un calendario que le llevará a Valderrama del 30 de junio al 2 de julio. Después, en septiembre, tendrá lugar la Ryder Cup, cita en la que McIlroy y Reed han sido dos estandartes de Europa y Estados Unidos. Hasta entonces, dentro y fuera del campo de golf, el choque entre dos mundos se recrudece.
Clasificacion final del Hero Dubai Desert Classic.
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