La Copa del Rey, un flotador para la crisis del Sevilla
Monchi busca reforzar la plantilla con pérdidas de 25 millones
”Es muy importante pasar. Queremos estar entre los cuatro mejores de este torneo”, afirmó Jorge Sampaoli, entrenador de un Sevilla que vive encima de un volcán y que busca en la Copa el bálsamo para aliviar una temporada muy decepcionante. Será en Pamplona y ante Osasuna (22.00, TVE), en un choque crucial para el presente de la entidad, que pelea en múltiples frentes.
El Sevilla ganó un partido muy importante el pasado sábado en la Liga ante el Cádiz (1-0), q...
”Es muy importante pasar. Queremos estar entre los cuatro mejores de este torneo”, afirmó Jorge Sampaoli, entrenador de un Sevilla que vive encima de un volcán y que busca en la Copa el bálsamo para aliviar una temporada muy decepcionante. Será en Pamplona y ante Osasuna (22.00, TVE), en un choque crucial para el presente de la entidad, que pelea en múltiples frentes.
El Sevilla ganó un partido muy importante el pasado sábado en la Liga ante el Cádiz (1-0), que le hizo salir de la zona de descenso. Un choque que dejó imágenes muy significativas y que señalaron directamente al director deportivo, Monchi. El gaditano vive una temporada muy dura. La planificación que ha realizado es la peor que se recuerda en sus muchos años de trabajo en la entidad andaluza y la presión a la que se ve sometido le juega malas pasadas. Contra el Cádiz, saltó al césped al descanso y se encaró con el colegiado, Hernández Hernández, por un gol bien anulado a Lamela a instancias del VAR. El árbitro incluso consignó en el acta la conducta de Monchi, que llegó a golpear una botella de agua muy enfadado.
A la finalización del encuentro, un vídeo subido a las redes sociales mostraba a Monchi llorando de manera desconsolada después de que Rakitic hiciera el 1-0 de penalti en el último minuto. Quienes conocen bien al director deportivo apuntan que esta podría ser su última campaña en un Sevilla donde, además, se produce una lucha por el poder entre el actual presidente, José Castro, y una oposición que encabeza José María del Nido.
Monchi, no obstante, intenta arreglar, casi sin medios económicos, lo que organizó en verano. Han salido jugadores fichados en el inicio de temporada como Isco y Dolberg, el primero tras una bronca con el propio Monchi. Han llegado el central Badé y el extremo Ocampos. Lo del argentino es un caso muy singular. Salió cedido al Ajax y lo reemplazó Januzaj. Ahora el Sevilla lo repesca mientras intenta colocar al propio Januzaj. “Técnicamente es muy bueno, pero no me da lo que quiero de él”, afirmó Sampaoli con respecto al extremo belga. Ocampos, mientras, llega después de haber sido apartado del primer equipo del Ajax y entrenar con su filial. Disputó unos minutos ante el Cádiz sin haber jugado nada desde el pasado 12 de octubre.
Son los condicionantes de un mercado muy especial para el Sevilla. Si en los dos últimos años tiró de chequera para fichar al Papu Gómez, Martial o Tecatito Corona con un coste de 15 millones de euros, las apuestas actuales son mucho más discretas. Badé está jugando de titular después de disputar solo un partido con el Rennes desde el pasado verano. Llegó cedido con una opción de compra no obligatoria.
Una opción fallida
Fue el mismo caso del último futbolista que aterrizó en la capital andaluza. Se trata de Reine-Adelaide, centrocampista ofensivo perteneciente al Lyon, donde solo ha jugado 14 partidos este curso. El Sevilla acordó una cesión con opción a compra de 12 millones con el Lyon. El medio llegó a la capital andaluza, fue recibido por Monchi y en las pruebas médicas se detectó que necesitaba varias semanas para ponerse en forma. Con un futbolista que sufrió una doble rotura en los ligamentos de las rodillas, el Sevilla no lo contrató. Decidió no correr riesgos ante su falta de ritmo. Curiosamente, Sampaoli habló del futbolista como si ya estuviera en su plantilla. “Adeleide es un volante mixto con llegada y nos puede ayudar. Lo conozco de mi estancia en Francia y si se adapta nos puede venir muy bien en una zona en la que vamos muy justitos”, afirmó.
La conexión francesa de Monchi en este mercado invernal podría completarse con la salida de En-Nesyri al Niza, que ha presentado una oferta de 20 millones por el delantero. El marroquí, sin embargo, no quiere irse del Sevilla y la entidad, con la masa salarial superada y unas pérdidas de 25 millones de euros del pasado ejercicio, le aprieta para que salga.
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