No hay quién pare al Baskonia

El Baskonia es el equipo del momento y se ha ganado el derecho a soñar. El conjunto de Joan Peñarroya cerró el 2022 con una enorme victoria ante el Real Madrid, la 11ª consecutiva en un diciembre impoluto para auparse como el líder de la Euroliga empatado a 16 triunfos con el Mónaco, a la espera de lo que hagan este viernes Barça y Fenerbahce. El Buesa Arena fue una vez más un fortín inexpugnable, una cancha en la que esta temporada solo ha...

El Baskonia es el equipo del momento y se ha ganado el derecho a soñar. El conjunto de Joan Peñarroya cerró el 2022 con una enorme victoria ante el Real Madrid, la 11ª consecutiva en un diciembre impoluto para auparse como el líder de la Euroliga empatado a 16 triunfos con el Mónaco, a la espera de lo que hagan este viernes Barça y Fenerbahce. El Buesa Arena fue una vez más un fortín inexpugnable, una cancha en la que esta temporada solo han ganado Olympiacos en la Euroliga y Lenovo Tenerife en la ACB, ambos en octubre. El Real Madrid llegaba en un buen momento pero, de nuevo, se vio sobrepasado por la inercia de su rival, que ya les venció en el enfrentamiento en Vitoria en la ACB. Los de Chus Mateo pagaron muy cara su desconexión en el segundo cuarto, en el que encajaron un parcial de 28-4 que luego fue una losa demasiado pesada para levantarla a tiempo.

Howard, autor de 21 puntos en la primera parte (28 al final), y Giedraitis (21 puntos, 5 rebotes y 2 robos) fueron los más destacados, pero contaron con la buena aportación de Henry (10 puntos), Hommes (12) y Costello (12). La exuberancia ofensiva del Baskonia contrastó con el Real Madrid, al que el juego exterior volvió a fallarle y le costó encontrar respuestas más allá de Tavares. Willam Goss completó uno de sus mejores partidos vestido de blanco, y Deck tiró del equipo en el tramo final para apurar las opciones.

De inicio, los dos equipos se hicieron fuertes demostrando cuáles son sus virtudes. El Real Madrid, imparable en el juego interior, con Tavares y Cornelie llevando el peso en los primeros minutos. El Baskonia, el rey del triple en la Euroliga (11 de media por partido), se entonó rápido desde la línea exterior con dos bingos seguidos de Giedraitis y Howard. Ninguno de los dos conseguía despegarse en un primer cuarto en el que las dos defensas dejaron que desear. El Madrid logró una mínima ventaja gracias a un gran triple de Cornelie (24-28) y el segundo cuarto comenzó de la mejor manera para los de Chus Mateo, que se fueron hasta el +8 (26-34) en un santiamén con dos zarpazos triples de Yabusele y Hezonja.

Pero entonces, como si hubiesen retrocedido para coger impulso, los de Peñarroya desataron una tormenta en el Buesa Arena. Howard y Hommes, que descansaron en el último partido ante Breogán en la ACB aquejados de unas molestias, lideraron un parcial de 28-4 ante un Real Madrid noqueado, al que el cambio de Poirier por Tavares le restó muchísimo en los dos lados de la pista. Musa no encontraba los espacios para penetrar y las pérdidas se multiplicaron. Howard entró en trance y los blancos no encontraban la manera de frenar al base estadounidense a pesar de que Abalde le perseguía como si fuera su sombra. Del +8 del Madrid se pasó a un +16 del Baskonia al descanso (59-43).

Chus Mateo rehizo la defensa y el equipo se reconectó, pero el acierto del Baskonia desde la línea de tres lastraba el intento de remontada. A tirones, consiguieron llegar vivos al último cuarto (73-67). Deck puso a los suyos a solo dos puntos (73-71), pero entonces Giedraitis se sacó dos triples de la chistera para volver a abrir brecha y despertar a su equipo. El Madrid no aflojó y llegó con opciones al último minuto, pero un rebote ofensivo de Henry fue oro para el Baskonia, que vuela solo en lo alto de la Euroliga.

El Madrid no tiene tiempo para asimilar el sopapo ya que, tras las uvas de Nochevieja, se medirá al Barcelona.

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