Los bomberos de la ‘nueva’ Juventus
El grupo familiar que controla el club nombra una nueva directiva tras la marcha de Agnelli y los escándalos económicos
Andrea Agnelli, tras 12 años al frente de la Juventus, se sentó ante el ordenador el 28 de noviembre y le dio a enviar. Segundos después, todos los empleados y jugadores leyeron su adiós definitivo y, aunque nada sorprendente, les pilló a contrapié porque alguno estaba en Qatar y otros en las Maldivas, o donde fuera. Entre las líneas, un mensaje subliminal. “La unanimidad ha terminado”. Se refería Agnelli a la falta de entendimiento con su primo Jon Elkann, director general de Exor, el holding familiar que controla el club, que le acababa de sentenciar porque la situación económica y ju...
Andrea Agnelli, tras 12 años al frente de la Juventus, se sentó ante el ordenador el 28 de noviembre y le dio a enviar. Segundos después, todos los empleados y jugadores leyeron su adiós definitivo y, aunque nada sorprendente, les pilló a contrapié porque alguno estaba en Qatar y otros en las Maldivas, o donde fuera. Entre las líneas, un mensaje subliminal. “La unanimidad ha terminado”. Se refería Agnelli a la falta de entendimiento con su primo Jon Elkann, director general de Exor, el holding familiar que controla el club, que le acababa de sentenciar porque la situación económica y judicial ya no era sostenible sino judiciable. Demasiados enredos que podrían devolver al club a Segunda División como cuando fue salpicado por el Calciopoli, cuando se demostró que en las temporadas 2004-05 y 2005-06 la Juve intervino en las designaciones arbitrales para generar ventajas competitivas. Después de tres cursos con una triada al frente [Giovanni Cobolli de presidente; Jean-Claude Blanc de director general y Alessio Secco como director deportivo], Andrea Agnelli tomó el mando hasta ahora.
“La nueva directiva estará integrada por expertos y profesionales, con la tarea de defender a la Juventus”. Así definió ayer Exor a los miembros de la nueva junta que se someterá a votación por los accionistas el 18 de enero. El nuevo presidente será Gianluca Ferrero, un asesor corporativo, auditor y miembro de la junta de numerosas compañías de la familia Agnelli, acompañado por Fioranna Vittoria Negri (experta en auditoría y estados financieros, así como en control de riesgos). También estarán Maurizio Scanavino (director general que hará las veces de consejero delegado) y Diego Pistone (experto en finanzas y control), además de Laura Cappiello (experta en derecho y órganos de control). Todos ellos saben que no será por entuertos.
Resulta que con Andrea Agnelli —el cuarto de la dinastía que asumía la presidencia tras la adquisición del club en 1923 por su abuelo Gianni— la Juve se escribió con letras doradas, pues se hizo el nuevo estadio, se sumaron nueve Ligas consecutivas (lo nunca visto en Italia) y llegaron a dos finales de la Champions (2015 y 2017), perdidas ante el Barça y el Madrid. Pero lo deportivo, desde 2018, quedó manchado. Así se descubrió el 1 de diciembre pasado, cuando la fiscalía de Turín (con más de 14.000 páginas sobre las cuentas del club) solicitó, enmarcado el caso como la investigación Prisma, que Agnelli y sus 11 directivos salgan a la palestra porque la Juve es sospechosa de haber manipulado el mercado al difundir informaciones financieras sesgadas, además de haber producido facturas por traspasos inexistentes de 2018 a 2021, lo que generó unas plusvalías de unos 155 millones. Un ejemplo es la operación de 2020 con el Barça, cuando el club catalán vendió a Arthur por 72 millones, aunque según la web Transfermarkt valía 52, y compraron a Pjanic por 60. El Barça ganó 12 millones en la operación, pero solo presuntamente, ya que el brasileño cobraba nueve millones por tres años frente a los 30 que cobraría Pjanic.
Hay más. El club acumula denuncias de Consob (Comisión Nacional de Sociedades y Bolsa italiana) por falsedad de documentos, al tiempo que la UEFA le abrió un expediente independiente que podría derivar en sanciones económicas, restricciones en el mercado o en participaciones a competiciones europeas. La Vecchia Signora, que validará unas cuentas con déficit por quinto año seguido —239,3 millones de pérdidas en el ejercicio pasado y 226,8 en la precedente—, está exigido a recuperar el juego limpio económico de la UEFA, estamento con el que ya tiene un conflicto abierto con la instancia europea sobre la Superliga desde hace un año y medio.
En el curso (2023) que la Juve, el club más laureado de Italia (36 scudetti) cumple 100 años y tras una temporada en la que se quedó en blanco por primera vez desde 2011, el equipo anda refugiado en la Europa League tras ser eliminado de la Champions a las primeras de cambio. En la Serie A, aunque suma seis triunfos seguidos, está a 10 puntos del líder Nápoles. Y, aunque cuando el balón entra todo se mitiga, en esta ocasión los magistrados dictarán el futuro bianconero. Hasta entonces, la nueva directiva tratará de sofocar todos los incendios.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.