Leo Messi ultima su renovación con el PSG

Y después de la gloria, ¿qué? Mientras festeja en un país que si un día muere será de delirio futbolístico, Lionel Messi comienza a preguntarse cómo se sigue después de haber hecho cumbre en el Everest. Siempre cultores de las exageraciones o de los escenarios más dramáticos, algunos argentinos lanzaron en las últimas horas una especie de advertencia o temor: “Que los franceses no le hagan a Leo lo mismo que los italianos a Diego”. Es cierto que Diego Maradona sol...

Y después de la gloria, ¿qué? Mientras festeja en un país que si un día muere será de delirio futbolístico, Lionel Messi comienza a preguntarse cómo se sigue después de haber hecho cumbre en el Everest. Siempre cultores de las exageraciones o de los escenarios más dramáticos, algunos argentinos lanzaron en las últimas horas una especie de advertencia o temor: “Que los franceses no le hagan a Leo lo mismo que los italianos a Diego”. Es cierto que Diego Maradona solo resistió nueve meses tras su tormentosa relación con los italianos en el Mundial 90, hasta que en marzo de 1991 jugó su último partido en el Nápoles. Pero la comparación del año después de los ídolos y su gran gesta mundial no parece tener anclaje con lo que le espera a Messi en los próximos meses.

En un vestuario en el que hace poco perdió a dos amigos y flamantes campeones del mundo, como Ángel Di María y Leandro Paredes —y que desde ahora pasará a compartir con su reciente vencido en la final, Kylian Mbappé, con quien no tiene un buen feeling—, el 10 tiene una invitación del Paris Saint Germain para firmar un segundo contrato y extender el primer vínculo, que terminará este 30 de junio. Existe, además, un principio de acuerdo, según ha podido saber EL PAÍS, que se oficializará cuando regrese de las vacaciones. Messi quiere quedarse en París y en un club que lleva años persiguiendo la Champions. A sus 35 años, la copa del mundo le ha dado fuerzas para seguir al máximo nivel y para soñar con más títulos. También con la Albiceleste. La Copa América 2024, que se iba a jugar en Ecuador hasta que el país andino declinó organizarla, podría pasar a Argentina. Si Messi no llega a jugar el Mundial 2026, cuando tendrá 39 años, una despedida en su país sería un final acorde al hombre que este martes hizo movilizar a cinco millones de personas por las calles de la capital.

Después de haber colocado a sus dos jugadores insignia en la final del Mundial —y Neymar estuvo a cuatro minutos de llegar a la semifinal—, los dueños del PSG quieren mantener su show. Y Messi parece dispuesto a aceptar. Tras un comienzo en el que su adaptación a Francia no fue fácil, el argentino y su familia están a gusto en París, hasta el punto que realizaron reformas en su casa, una señal de que mira hacia el futuro. Poco antes del Mundial, el club le ofreció renovar su contrato por un año con opción a una segunda temporada, hasta 2025. Durante el Mundial, parece haber aceptado. Si alguien dudaba de sus prestaciones actuales (la prensa francesa no lo incluyó entre los 30 candidatos al Balón de Oro 2022), el Mundial de Qatar tuvo la fuerza de la realidad y de la historia, también de la leyenda. Ya sin obsesiones por alcanzar pero siempre con objetivos por delante, Messi va ahora a por una nueva Liga de Campeones, la quinta tras las conseguidas en 2006, 2009, 2011 y 2015 en el Barcelona, donde asumen que los planes de Messi y el PSG son similares. La buena relación entre el argentino y Xavi queda como una carta sentimental para el club que marcó la carrera del 10.

Dispuesto a aprovechar sus últimos dos cursos de esplendor físico en Europa, el futuro abre otras hipótesis. Confirmado por el propio Messi que seguirá “unos partidos más” en la selección —en cambio dijo que difícilmente llegará al próximo Mundial—, la Copa América 2024 podría ser su última competición con la Albiceleste. Es cierto que la Conmebol reconoció que Estados Unidos y México parten en punta para organizar lo que sería un preMundial 2026, pero una mudanza del torneo a Argentina sería una magnífica despedida en casa. Las autoridades lo analizan en silencio.

Aunque la liga estadounidense MLS insiste en conseguir al último Messi de los campos de juego, la opción Newell’s, el equipo de cuyas divisiones inferiores se fue al Barcelona con 13 años en septiembre de 2000, también se vio favorecida con la Copa América 2021 y el Mundial 2022. Ya definitiva e irresistiblemente idolatrado por sus compatriotas, el equipo rosarino sabe que, a mayor cantidad de amor en el país, mayor será la posibilidad de una temporada de Messi en el fútbol argentino, su regreso al campo base tras haber escalado al Everest.

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