Acabado el duopolio, el Masters ya no tiene dueño
En los siete últimos años hubo seis campeones diferentes, la misma cifra que en los 15 previos. Sin Federer y trastabillado Djokovic, el abanico ha ido abriéndose
En el duelo de alumnos aplicados, a cada cual más esperado, la linealidad de Casper Ruud termina imponiéndose a los dientes de sierra que presenta la gráfica de Felix Auger-Aliassime: 7-6(4) y 6-4, en 1h 51m. La Copa de Maestros ya ha echado a andar, el Pala Alpitour de Turín ya crepita y la apertura se resuelve con el gesto victorioso del nórdico, que pese a haber alcanzado la temporada pasada las semifinales del torneo en su primera aparición, parecía partir en desventaja respecto al canadiense. Este, uno de los dos debutantes en la presente edición –el otro es el estadounidense Taylor Fritz...
En el duelo de alumnos aplicados, a cada cual más esperado, la linealidad de Casper Ruud termina imponiéndose a los dientes de sierra que presenta la gráfica de Felix Auger-Aliassime: 7-6(4) y 6-4, en 1h 51m. La Copa de Maestros ya ha echado a andar, el Pala Alpitour de Turín ya crepita y la apertura se resuelve con el gesto victorioso del nórdico, que pese a haber alcanzado la temporada pasada las semifinales del torneo en su primera aparición, parecía partir en desventaja respecto al canadiense. Este, uno de los dos debutantes en la presente edición –el otro es el estadounidense Taylor Fritz–, se erigía hasta hace nada como el jugador más en forma en esta gira final bajo techo. Pero sufre otro pinchazo.
El noruego incide en el daño ocasionado la semana pasada por Holger Rune en las semifinales de Bercy e inflige otra derrota al norteamericano, encogido de hombros, seriote, cabizbajo. Aliassime, tres títulos y 16 triunfos sucesivos hasta el cruce parisino con el danés, parece haber perdido un punto de chispa en el momento más inoportuno y empieza a remolque. Pero esto es largo, puede consolarse por dentro. Mientras, Ruud celebra y hace un guiño hacia su gente, dedicándoselo a sus dos abuelas: “Es la primera vez que han venido y las adoro”, sonríe con el primer punto en el casillero. “Va a ser un torneo duro. Tienes que intentar convencerte a ti mismo de que no es el último”, prolonga.
Esto es el Masters, caja de sorpresas y torneo partido en dos, según el relato del nuevo siglo. Dominado de forma tiránica por Roger Federer y Novak Djokovic entre 2000 y 2015, seis y cinco títulos respectivamente, a partir del último año citado fue abriéndose el abanico y lo que antes transcurría entre certezas, salvo alguna excepción, es hoy día un territorio indescifrable. Todo es posible, no hay garantías. Así lo dice el historial moderno: seis campeones distintos en la primera franja y la misma cifra en la segunda, pero en dos lustros menos.
En el primer periodo, solo cuatro nombres interfieren entre los del suizo y el serbio; son los del brasileño Gustavo Kuerten (2000), el australiano Lleyton Hewitt (2001 y 2002), el argentino David Nalbandian (2005) y el ruso Nikolai Davydenko (2009). En sentido opuesto, las siete últimas ediciones ofrecen una alternativa tras otra; de aquella última vez que Nole consiguió atrapar el éxito en el O2 de Londres hasta la segunda coronación del alemán Alexander Zverev, primer ganador en el recinto turinés, el curso pasado. Excepto él, hoy ausente por una lesión duradera, el resto fueron vencedores primerizos; de Andy Murray (2016) a Daniil Medvedev (2020), pasando por las huellas de Grigor Dimitrov (2017) y Stefanos Tsitsipas (2019).
Adiós, dudas y edades
El progresivo paso a un lado de Federer y las dudas de Djokovic en los últimos asaltos han dibujado un paisaje muy diferente. La transición generacional marca un antes y un después Aunque el de Belgrado reclama la soberanía e intenta por todos los medios atrapar la plusmarca del suizo, el presente plantea un horizonte inmediato más bien incierto. Nole llega con fuerza, pero no consigue imponerse desde ese 2015; Medvedev ha dejado de ser Medvedev, o no al menos ese que intimidaba; Nadal se enfrenta a una negación histórica, tocado casi siempre a estas alturas o, caso de ahora, corto de ritmo; y la candidatura de los demás se viene a interpretar como una moneda al aire, porque todos parten aparentemente por detrás, pero aquí nadie descarta a nadie. No se debe.
“La intensidad será muy alta. Debo concentrarme como si estuviera en la final desde el primera día”, transmitía el viernes el balcánico, que entre los vaivenes de los siete últimos años logró colarse dos veces en la final, y en las dos cayó; en 2016 cedió contra el escocés Murray y en 2018 no pudo con el gigantón Zverev. “Estoy contra la pared, eso está claro. Hubiera sido mejor empezar con una victoria y seguro que Casper se ha quitado un gran peso de encima”, comentaba este domingo Aliassime, el tenista que más partidos ha ganado esta campaña en superficie dura (41) y también bajo techo (27). De poco le sirvió ante Ruud. El Masters, hoy por hoy, no tiene dueño. Se acabó el duopolio y el carrusel sigue girando.
ASÍ ES LA COPA DE MAESTROS
Formato.
Dos grupos con cuatro integrantes cada uno. Los dos mejores accederán en las semifinales, en las que se medirán el primero del Grupo Verde contra el segundo del Rojo y viceversa.
Grupos.
Verde: Rafael Nadal, Casper Ruud, Felix-Augger Aliassime y Taylor Fritz.
Rojo: Novak Djokovic, Stefanos Tsitsipas, Daniil Medvedev y Andrei Rublev.
Calendario.
Resultados. Domingo 13: Ruud, 7-6(4) y 6-4 a Aliassime; Fritz, 7-6(3) y 6-1 a Nadal. Lunes 14: Medvedev-Rublev (14.00) y Tsitsipas-Djokovic (21.00).
Semifinales: el sábado 19, a las 14.00 y las 21.00.
Final: el domingo 20, a las 19.00.
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