Alcaraz disfruta del inánime Dimitrov
El murciano despacha a un rival en pleno declive (6-1 y 6-3, en 1h 11m) y se medirá este viernes con el danés Rune (6-4 y 7-5 a Rublev) en los cuartos de Bercy
Desde hace tiempo, Grigor Dimitrov ni está ni se le espera. Una verdadera lástima, porque el búlgaro reúne algunas de las mejores condiciones del circuito: tiene golpes, tiene saque, tiene físico, e incluso tiene mucha clase. En términos estéticos y académicos es un jugador pulcro, casi perfecto.
Ocurre que al margen del paréntesis que supuso el triunfo en la Copa de Maestros de 2017, cinco años ya, y de la hermosísima batalla que brindó aquella temporada con Nadal, a un tris de batir al español en Au...
Desde hace tiempo, Grigor Dimitrov ni está ni se le espera. Una verdadera lástima, porque el búlgaro reúne algunas de las mejores condiciones del circuito: tiene golpes, tiene saque, tiene físico, e incluso tiene mucha clase. En términos estéticos y académicos es un jugador pulcro, casi perfecto.
Ocurre que al margen del paréntesis que supuso el triunfo en la Copa de Maestros de 2017, cinco años ya, y de la hermosísima batalla que brindó aquella temporada con Nadal, a un tris de batir al español en Australia tras 4h 56m, se ha deshecho de manera incomprensible. Dimitrov es un Poltergeist, lo que pudo ser y no fue. No es. Se repite la escena en Bercy, donde a Carlos Alcaraz le basta con poco más que poner la raqueta y asiste al enésimo derrumbe de un competidor inánime, un alma en pena: 6-1 y 6-3, en 1h 11m.
En un chasquido de dedos, el número uno –que se enfrentará con el danés Holger Rune (6-4 y 7-5 a Andrey Rublev) en los cuartos de este viernes– se encontró cuatro juegos por encima, sin la necesidad de apretar lo más mínimo ni de buscar grandes tiros. Visto lo visto, dado el desplome anímico del rival, le valía con pelotear mansamente y acabar forzando el fallo. A los 28 minutos ya había sellado el primer parcial y en apenas 10 ya había trazado un 3-0 en el segundo, que finalmente se dilató algo más porque Alcaraz sesteó y el búlgaro, con poco ya que perder, pudo sacar a relucir por fin algunas de sus genialidades.
Equilibró, e incluso dispuso de un 15-40 con el 3-3, pero en cuanto el murciano advirtió la posibilidad de que se estirase demasiado la historia, cortó por lo sano.
No necesitó desenfundar el de El Palmar, que firmó 15 ganadores, por los 14 de su adversario, y edificó la victoria sobre los errores del errante Dimitrov, 15-32. El búlgaro, de 31 años y 28º del mundo, perdiendo año tras año más y más gas, solo pudo retener el 28% de los puntos jugados bajos sus segundos servicios. La sangría encontró además apoyo en el buen hacer de Alcaraz, que el primer día ofreció un rendimiento aceptable contra Yoshihito Nishioka y esta vez disfrutó de un mediodía reconfortante. El líder actual del circuito firmó su 57º victoria del año e incrementa la renta en el ranking respecto a Rafael Nadal, apeado en la noche del miércoles por Tommy Paul.
En el caso de que conquistara el torneo, el murciano –sin molestias en la rodilla izquierda, tocada– se aseguraría finalizar la temporada en lo más alto, independientemente de lo que pueda suceder en el Masters de Turín (del 13 al 20 de noviembre). Cabe recordar que ya están asignados los ocho billetes para la cita maestra, a la que acudirán Alcaraz (por primera vez y como primer cabeza de serie), Nadal, Daniil Medvedev, Casper Ruud, Stefanos Tsitsipas, Novak Djokovic, Felix-Augger Aliassime y Andrey Rublev. El noruego Ruud, que tenía opciones remotas de encabezar el listado a 31 de diciembre, las perdió al ceder contra el italiano Lorenzo Musetti por 4-6, 6-4 y 6-4.
Esta tarde, no antes de las 19.30, el asturiano Pablo Carreño tratará de acompañar en la próxima estación a Alcaraz; para ello tendrá que vencer al estadounidense Paul.
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