El Benfica supera a la Juventus y la deja fuera de la Champions

La Juventus se cae y no jugará, tras ocho años sin faltar a la cita, los octavos de final de la Liga de Campeones. Ahí estará el Benfica, que derrotó a los italianos (4-3) y pasa de la mano del París Saint-Germain y con tanta autoridad como el multimillonario cuadro galo al que incluso puede dejar atrás en la resolución del grupo. También cerró su pase el ...

La Juventus se cae y no jugará, tras ocho años sin faltar a la cita, los octavos de final de la Liga de Campeones. Ahí estará el Benfica, que derrotó a los italianos (4-3) y pasa de la mano del París Saint-Germain y con tanta autoridad como el multimillonario cuadro galo al que incluso puede dejar atrás en la resolución del grupo. También cerró su pase el Chelsea y el Borussia Dortmund, que empató (0-0) contra el Manchester City, un marcador que les valía a ambos, al equipo que adiestra Pep Guardiola para acabar la fase de grupos como campeón y a los alemanes para llegar a las eliminatorias. También el Milan atisba ese objetivo al golear en Zagreb (0-4). Ahora le sirve un empate en su feudo ante el Salzburgo.

El Benfica está inmerso en un proceso extraordinario. Durante las últimas campañas se orientó a acoger futbolistas en retirada, veteranos que a duras penas le ayudaban a mantener un mínimo estatus en el continente. Ahora, con una leyenda como Rui Costa a los mandos y el teutón Roger Schmidt en la pizarra, colecciona talento al tiempo que rebaja la edad media de su plantel. Los resultados delatan lo que allí ocurre. El equipo ha jugado 25 partidos desde que se puso en marcha esta campaña, incluída la pretemporada, y nadie le ha ganado, ni siquiera el PSG en su doble enfrentamiento de un grupo de la Champions en el que ha solventado el pase con una jornada de antelación y tras dejar atrás a la Juventus.

No es sólo una cuestión de marcadores, ver al Benfica es una gozada y su gente lo agradece, abarrota el Estadio da Luz, vibra, se entrega. El equipo responde. A la Juventus la recibió bajo una premisa que parecía inquietante: a los italianos sólo les valía el triunfo para mantener un hilo de vida en la máxima competición continental. Y ahí el Benfica mostró carácter y jerarquía. Fue a por su rival, lo desarboló con un caudal futbolístico incontenible y, tras un cuarto de hora de cerco, le marcó tres goles en menos veinte minutos. Mostró a Antonio Silva, un central que el lunes cumplirá 19 años y que adelantó a su equipo con un testarazo imposible para Szczesny.

La Juventus fue italiana hasta el final. Empató sin apenas haberse estirado gracias al poderío de Vlahovic, pero se llevó dos sopapos casi seguidos de Joao Mario y el genial Rafa Silva, un orfebre del balón que juega con la confianza de los elegidos. Duele que hace un mes haya anunciado su retirada de la selección lusa, donde ha jugado 40 partidos sin pasar de ser un secundario, y no vaya a mostrarse en el Mundial en el mejor momento de su vida futbolística. Suyo fue el 4-1 al poco de regresar del descanso. Pero la Juventus se retorció, marcó dos goles consecutivos por mediación de Milik y Mckennie y regresó orgullosa a un partido en el que nadie le esperaba. Demasiado tarde. Octavo en la Serie A a diez puntos del líder Nápoles, el cuadro turinés podría quedarse incluso sin la pedrea de la Europa League en una última jornada en la que recibirá al PSG. El Parque de los Príncipes gozó con una goleada al Maccabi Haifa (7-2) con dos rúbricas de Messi y Mbappé y una de Neymar.

El Chelsea cerró su pase a octavos en Salzburgo con su tercera victoria consecutiva en el torneo, una contundente racha para enmendar el errático inicio con derrota en Zagreb y empate en Londres ante el equipo austriaco. El cuadro que ahora dirige Graham Potter venció con menos suficiencia que autoridad. Se adelantó con un gol de Kovacic en la primera parte, pero cedió el empate en un duelo que controlaba y que resolvió a la postre Havertz al embocar un remate por la escuadra.

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