De Jong despeja las dudas
El neerlandés, que fue sometido a un proceso de desgaste por el Barça en verano, se comienza a ganar la confianza de Xavi
Todos dudaban de Frenkie de Jong. Al cuerpo técnico liderado por Xavi Hernández le gustaba, pero no le convencía. “Es un jugador de nueve o 10 puntos para un determinado sistema, pero en el juego posicional es un siete u ocho. Tiene que crecer”, subrayaban. Tampoco el presidente Joan Laporta lo tenía demasiado claro. “A Jan le encanta Frenkie”, argumentaban desde la Ciudad Deportiva. Sin embargo, aunque el máximo directivo azulgrana aseguraba públicamente que el neerlandés no estaba en el m...
Todos dudaban de Frenkie de Jong. Al cuerpo técnico liderado por Xavi Hernández le gustaba, pero no le convencía. “Es un jugador de nueve o 10 puntos para un determinado sistema, pero en el juego posicional es un siete u ocho. Tiene que crecer”, subrayaban. Tampoco el presidente Joan Laporta lo tenía demasiado claro. “A Jan le encanta Frenkie”, argumentaban desde la Ciudad Deportiva. Sin embargo, aunque el máximo directivo azulgrana aseguraba públicamente que el neerlandés no estaba en el mercado —”No está a la venta”, dijo el pasado julio—, lo cierto es que el club azulgrana presionaba al volante para que se marchara. “La presión para que me fuera llegó de todos lados: el presidente, la prensa...”, explicó De Jong. En el vestuario nadie dio la cara por Frenkie y hasta algunos le recriminaban su buena relación con Ronald Koeman. Pero, entre tanta duda, había dos partes en esta historia que no titubeaban. La dirección deportiva estaba dispuesta a limpiar a De Jong, mientras que el neerlandés no quería saber nada de dejar el Camp Nou. “Yo estaba tranquilo. Decidí en mayo que quería quedarme”, resolvió el futbolista. El pulso, por ahora, lo gana el volante. O, al menos, lo empieza a ganar, sobre todo después de su partido ante el Villarreal.
El desgaste sobre De Jong había comenzado mucho antes de que empezara el verano. Desde octubre de la temporada pasada, el neerlandés tiene la sensación de que en el club lo quiere fuera. En la dirección deportiva tampoco lo escondían. “Tiene un salario desorbitado”, subrayaban. Después de diferir su sueldo, esta temporada, según el área deportiva, Frenkie cobra cerca de 40 millones brutos. De hecho, los abogados del club entendían que “había indicios de criminalidad” en las renovaciones de los contratos de De Jong, Piqué, Lenglet y Ter Stegen realizadas en 2020. “Un impacto salarial de 311 millones”, remarcan en la entidad azulgrana. De Jong, sorpresivamente, aguantaba la desestabilización. Hasta cuando Xavi en el inicio de la pretemporada lo mandó a jugar de central.
En el entorno del neerlandés aseguraban que el jugador no tenía ninguna intención de aceptar la oferta del Manchester United —”Quiere jugar la Champions”, explicaban—, mientras aseguraban que el City, el Bayern y el PSG también habían preguntado por él. A Frenkie, por su parte, todo le hacía ruido. La actitud del club, también la de su agente. “Se sentía desprotegido”, explica un empleado del Barça cercano al jugador. Se refugió en su novia y en el nuevo grupo que se gestó en el vestuario junto a Lewandowski, Ter Stegen y Memphis. Se refugió, esencialmente, en sus ganas de demostrarle a Xavi que quería jugar. Cuando se cerró el mercado y la dirección deportiva se resignó a no poder ahorrarse el salario de De Jong, los responsables del área deportiva entendían que había que aprovechar al internacional con Países Bajos. “Con centrales como Araujo y Koundé, que suben la línea de presión, no hace falta jugar con un pivote posicional. Frenkie puede jugar de mediocentro”, señalan. Una solución que le gustaba el neerlandés. “Prefiere jugar de pivote”, contaban desde el entorno del exjugador del Ajax. Y añadían: “El fútbol moderno es para jugadores rápidos y en el Barça hay muchos lentos”.
De Jong jugó el clásico como interior y repitió en el once ante el Villarreal. Esta vez, como pivote. Después de 94 toques, 95% precisión en los pases y 100% de victorias en los duelos (10 de 10), el Camp Nou ovacionó al holandés. “Me siento cómodo cuando estoy involucrado en el juego y toco mucho la pelota”, expuso De Jong. “Cuando tiene el fútbol de cara es cuando disfruta. Será importante, juegue donde juegue”, completó Xavi, en la previa del duelo ante el Athletic en el Camp Nou (21.00, Movistar).
De Jong, al menos por ahora, despeja las dudas y Xavi cede frente un mediocentro menos posicional.
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