La Real Sociedad gana al Celta y se pone a rebufo de los dos grandes
El equipo donostiarra vence en Vigo, su cuarto partido consecutivo en la Liga, y ya ocupa puestos de Champions
El cuarto triunfo consecutivo en Liga de la Real Sociedad (1-2) hizo penar al Celta, que cayó en un partido que no mereció perder por una desatención defensiva tras un saque de esquina que remató Zubeldia, sin marca en el corazón del área pequeña.
El partido se decidió en un detalle tras un trasiego que por momentos fue espeso. Se anunciaba un duelo ameno y futbolero, pero todo amaneció con trabas, con un choque cabeza contra cabeza entre Hugo Mallo y Ahien Muñoz que fue el preludio de un sinfín de interrupciones. ...
El cuarto triunfo consecutivo en Liga de la Real Sociedad (1-2) hizo penar al Celta, que cayó en un partido que no mereció perder por una desatención defensiva tras un saque de esquina que remató Zubeldia, sin marca en el corazón del área pequeña.
El partido se decidió en un detalle tras un trasiego que por momentos fue espeso. Se anunciaba un duelo ameno y futbolero, pero todo amaneció con trabas, con un choque cabeza contra cabeza entre Hugo Mallo y Ahien Muñoz que fue el preludio de un sinfín de interrupciones. Nada fluyó en la primera media hora, espesa, sin continuidad. Hasta que Illarra engatilló un disparo en la frontal y la Real ganó su primera ventaja en su primer disparo a puerta.
El Celta se revolvió y encontró el empate pronto en un error de la Real en la salida del balón, empeñado como está el equipo de Imanol Alguacil en encontrar ventajas desde el fondo. Zubimendi fue el que salió en los focos, también Iago Aspas, del que se ha querido extender la especie de que no defiende, o que al menos podría hacerlo más. Una vez más demostró que es una falacia. Quizás no defienda como pide el seleccionador, pero se faja como el primero. Y ya firma, con el que le rascó a la Real, siete goles en lo de va de campeonato.
El descanso llegó con esas tablas, pero el partido ya se había abierto. La Real se estiró. Marchesi negó a Merino en una clara opción de gol que terminó en un córner que fue mortal para el Celta porque decantó el partido. Zubeldia remató sin vigilancia y con el meta local atornillado a la línea de gol.
El Celta volvió a revolverse contra su fortuna. Buscó el empate con anhelo y con fútbol. Estuvo cerca de esa igualada Carles Pérez con un disparo que repelió Remiro. Y apretó hasta el final, hasta una última jugada en la que la pelota entró en la portería visitante casi sobre los tres pitidos del árbitro. Ya todo había acabado y la Real se dispara hacia los puestos cabeceros de la tabla, instalada entre el pelotón que persigue a los dos grandes.
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