La graduación de Hugo González, la última perla del Real Madrid de baloncesto
El canterano, que fue decisivo en la plata de España en el Mundial sub-17 de este verano, se convirtió con 16 años en el cuarto más joven en debutar con el primer equipo blanco tras Doncic, Núñez y Garuba
La cantera fue uno de los emblemas del Real Madrid en la época de Pablo Laso, y ahora con Chus Mateo en el banquillo, la Fábrica blanca sigue reclamando su peso en el equipo. El pasado domingo, en el partido contra Monbus Obradoiro (93-79) en la segunda jornada de la ACB, un soplo de aire fresco redondeó el triunfo con un registro histórico: Hugo González (16 años, Madrid) debutó con el p...
La cantera fue uno de los emblemas del Real Madrid en la época de Pablo Laso, y ahora con Chus Mateo en el banquillo, la Fábrica blanca sigue reclamando su peso en el equipo. El pasado domingo, en el partido contra Monbus Obradoiro (93-79) en la segunda jornada de la ACB, un soplo de aire fresco redondeó el triunfo con un registro histórico: Hugo González (16 años, Madrid) debutó con el primer equipo y se convirtió en el cuarto jugador más joven en vestir la camiseta del Real Madrid. Con 6.083 días, solo Usman Garuba (6.077 días), Roberto Núñez (6.057 días) y Luka Doncic (5.905 días) superan la precocidad del joven alero madrileño. Tras pasar por todos los estratos de la cantera blanca, a la que llegó en 2017 proveniente del C. B. San Agustín de Guadalix, su momento ha llegado.
Con el siete que lució Doncic a la espalda, González saltó a la cancha para disputar los últimos tres minutos con el partido ya resuelto (88-67 en ese momento). Sumó cuatro puntos sin fallo en su único tiro de campo y en dos lanzamientos desde la línea de libres. “Es un jugador muy prometedor”, señaló Chus Mateo sobre su primer debutante. “Tiene muchísima calidad y nos va a ayudar mucho durante el año cuando tengamos problemas de lesiones, como está pasando”. Tras una pretemporada en la que pudo rodarse con el primer equipo, las bajas de Hanga y Rudy, lesionados tras la Supercopa, abrieron la puerta a González. “Estoy soñando”, tuiteo tras el partido. Un sueño que se ha hecho realidad.
Miembro de la selección que este verano se colgó la plata en el Mundial sub-17, González fue uno de los jugadores más importantes del equipo dirigido por Javi Zamora, a pesar de ser el más joven del roster. En la Federación apuntan a esa generación como la más prometedora del baloncesto nacional desde los Júniors de oro, y Zamora destaca de su pupilo lo rápido que se convirtió en uno de los líderes del vestuario. ”A pesar de tener un año menos se integró perfectamente desde el primer día”, explica el técnico. “Fue creciendo con el campeonato hasta ser una de las referencias en los dos lados de la pista. Aparte de sus excelentes cualidades físicas y técnicas, destacaría su capacidad de trabajo, de sacrificio, y su talante, siempre intentando buscar la excelencia, con humildad, intentando ser cada día mejor”. Sus cifras fueron 9,3 puntos y 5 rebotes de promedio por partido, dejando uno de los highlights del torneo con un mate impresionante en la final ante Estados Unidos.
Una de las claves que explican su precoz irrupción es que el baloncesto corre por sus venas. Sus padres, Paco González y Montserrat Peña, fueron ambos jugadores de baloncesto y actualmente continúan ligados al deporte entrenando a equipos de jóvenes como su hijo. Pero no solo han sido unos genes prodigiosos lo que le han transmitido sus padres, también una mentalidad que impresiona en alguien de su edad. “Siempre ha tenido las cosas muy claras y ha sido muy responsable. Por un lado, el baloncesto y por el otro los estudios”, explica Mónica Friera, profesora de González hasta este año, en el que ha pasado a Bachillerato y ha recibido una beca para continuar sus estudios en un centro especializado en deportistas. Friera describe a su alumno como un chico que siempre está feliz, afable y con una capacidad para atraer a la gente a su bando. “Era uno de los más populares del instituto no solo por el baloncesto, sino también por su carácter. Tiene una forma de ser que siempre muy positiva, intenta motivar a sus compañeros, y eso hace que le acepten muy rápido. Es un líder natural”.
Friera señala a sus padres como los grandes responsables de que González destaque tanto en la cancha como en los estudios. “Siempre han estado muy pendientes de cómo iba, dando tanta importancia a la formación como al baloncesto y sin pedir ningún favoritismo. Si tenía que ausentarse de clase por algún entrenamiento o partido se lo facilitábamos, pero luego él se ponía a estudiar por las noches y no quedaba tanto con sus amigos porque sabía que tenía que ponerse al día. Sacaba tiempo de debajo de las piedras, la verdad que es de admirar su empeño”, relata la maestra.
Tras la salida este verano de Juan Núñez, el Real Madrid tan solo cuenta con un canterano en el primer equipo, el senegalés Eli Ndiaye (18 años, Senegal), que debutó la temporada pasada de la mano de Pablo Laso. La incorporación de González a la rotación puede ser una solución en momentos en que el equipo tenga ausencias de jugadores exteriores. El reto de ganarse un puesto en el Real Madrid es titánico, pero el primer objetivo ya está conseguido. La puerta se ha abierto, y ahora el futuro es suyo.
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