Alcaraz: “Hemos demostrado que Sinner y yo somos el presente”
El murciano asegura que el triunfo contra el italiano es “el mejor” de su carrera, mientras el rival lamenta: “Esta derrota me va a doler durante mucho tiempo”
En el paseíllo de Carlos Alcaraz hacia la tarima desde la que departe no se adivina el agotamiento que sí va por dentro. El paso tiene brío pese a las 5h 15m de refriega con Jannik Sinner en la central de Nueva York, donde se ha vivido una noche eléctrica, épica e histórica. El español, de 19 años, ha logrado el pase a las semifinales del US Open y está tan feliz como emocionado. Aspira a su primer major y al número uno, un dos en uno, aunque de moment...
En el paseíllo de Carlos Alcaraz hacia la tarima desde la que departe no se adivina el agotamiento que sí va por dentro. El paso tiene brío pese a las 5h 15m de refriega con Jannik Sinner en la central de Nueva York, donde se ha vivido una noche eléctrica, épica e histórica. El español, de 19 años, ha logrado el pase a las semifinales del US Open y está tan feliz como emocionado. Aspira a su primer major y al número uno, un dos en uno, aunque de momento su horizonte se reduce a Frances Tiafoe, un pegador que viene pisando fuerte estos días.
Alcaraz, un chico de pueblo que reúne unas condiciones excepcionales para la raqueta, es el décimo tenista español que accede a la penúltima ronda del torneo después de que lo consiguieran previamente Rafael Nadal (8 veces), Pablo Carreño (2), David Ferrer (2), Juan Carlos Ferrero, Carlos Moyà, Manolo Orantes y Manolo Santana (2), por parte masculina, y Conchita Martínez (2) y Arantxa Sánchez Vicario (6) en el cuadro femenino. El nombre del murciano ya se ha grabado en la lista e interviene ante los periodistas después de que lo haya hecho Jannik Sinner, lógicamente dolido.
“Esta derrota me va a doler durante mucho tiempo”, admite el italiano, el otro componente de un binomio llamado a escribir la próxima era masculina. Así lo ha explicado John McEnroe durante la retransmisión para la ESPN, empleando el término “evolución”. Viaja el tenis hacia nuevos derroteros y ambos, Alcaraz y Sinner, Sinner y Alcaraz, tienen mucho que decir. De repliegue la vieja guardia y quemada la generación intermedia, harta de estrellarse contra los tres gigantes, la punta de lanza de la nueva hornada se abre paso.
“Sí, creo que lo hemos demostrado”, apunta Alcaraz, el jugador que más títulos (4) ha conseguido este año junto con Rafael Nadal. Primero celebró Río de Janeiro, luego se convirtió en el primer español en elevar el Masters de Miami y durante la primavera se hizo con el Godó y el Masters de Madrid. “Mientras estén Rafa, Djokovic y Federer serán los mejores y su rivalidad siempre será la primera, pero hoy hemos demostrado que somos el presente y que tenemos una larga carrera por delante. Vamos a enfrentarnos muchas veces y vamos a demostrar nuestro nivel”, prosigue el ganador.
Líder en títulos y victorias
Recuerda que él y el italiano (21 años, 13º del mundo) ya se han medido cuatro veces a lo largo del último año. “Y van a ser muchísimas más”, matiza bajo la supervisión de su agente, a un costado de la sala. El año pasado Alcaraz se impuso en París-Bercy y ahora en Flushing Meadows, pero en el trazado intermedio Sinner lo doblegó en los octavos de Wimbledon y la final de Umag, Croacia.
“Es el mejor partido que he jugado en toda mi carrera, sin duda. Desde la primera a la última bola han sido de una calidad inmensa, tanto por parte de Jannik como de la mía. Hemos estado los dos ahí. En todos los sets ha habido puntazos. Hemos tenido muchas oportunidades los dos. Tanto él como yo vamos a recordarlo siempre”, expone, sabiendo que en este 2022 marca el paso en cuanto a trofeos (4, como Nadal) y victorias (49), y que ya está clasificado para el Masters de noviembre en Turín, donde se reunirán los ocho mejores.
Ha sido un pulso total, abreviado en 18 roturas de saque, artillería por todas partes ―63 ganadores y 13 aces el rival, 61 y 6 por su parte― y un matiz diferencial: el casillero de Sinner refleja casi 30 errores más (67-41).
“Me siento cansado, pero a la vez muy contento de haber podido sacar adelante este partido. Al final se ha visto alta calidad de tenis, nos hemos llevado al límite. Hemos aguantado durante cinco horas después de un nivel espectacular”, continúa. “Pero es un resultado más. Tengo las emociones a flor de piel, me han venido muchas cosas a la cabeza. He ido a la bici [para recuperar] con el equipo y con la familia, he hablado con mi madre… Así que todavía no me he parado a pensar que es mi primera semifinal en un Grand Slam”, añade antes de retirarse al hotel, donde completará la puesta a punto del cuerpo.
La sesión se extenderá de manera considerable, de modo que al día siguiente preparará el duelo con Tiafoe en el hotel. No será la primera vez que el estadounidense ―verdugo de Nadal en los octavos, de 24 años y 26º de la ATP― se interponga en su camino. El año pasado apeó al murciano en la primera ronda del Godó y el miércoles se ha quitado de encima al ruso Andrei Rublev (7-6(3), 7-6(0) y 6-4). Lo abordará el norteamericano bajo advertencia: Alcaraz ha ganado siete de los ocho duelos que ha disputado a cinco sets.
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