España desmonta a Montenegro (65-82) y llega a octavos del Eurobasket
La selección recupera su fortaleza defensiva y en el rebote, y este miércoles se jugará ante Turquía el primer puesto del grupo. Rudy es duda por lesión
España volvió a ser España, al menos en esta nueva versión del cambio generacional, y desmontó a Montenegro (65-82) para atar su clasificación para octavos del Eurobasket. Este miércoles contra Turquía (13.30, Cuatro) el conjunto de Scariolo se jugará el primer puesto del grupo a la espera de conocer su rival en la siguiente ronda, un coco que saldrá del cuadro que forman Alemania, Francia, Eslovenia, Bosnia, Lituania... Un reto de aúpa.
La selección apareció en Tbilisi con ...
España volvió a ser España, al menos en esta nueva versión del cambio generacional, y desmontó a Montenegro (65-82) para atar su clasificación para octavos del Eurobasket. Este miércoles contra Turquía (13.30, Cuatro) el conjunto de Scariolo se jugará el primer puesto del grupo a la espera de conocer su rival en la siguiente ronda, un coco que saldrá del cuadro que forman Alemania, Francia, Eslovenia, Bosnia, Lituania... Un reto de aúpa.
La selección apareció en Tbilisi con otro traje muy diferente del que vistió ante Bélgica. A este grupo de esforzados solo le sienta bien el mono de trabajo y la gorra bien ajustada. Defensa, defensa y defensa. Cualquier otro ingrediente se le indigesta. Lorenzo Brown resistió el dolor en el hombro derecho, consciente de que era una de esas faenas para las que ha sido fichado, y se juntó con Jaime Fernández para mover a la tropa. Todos a una de una canasta a otra. Anulado Dubljevic por Pradilla, su compañero en el Valencia, Willy impuso envergadura en los primeros cuerpeos y su pareja de zona pidió el balón en otro ejercicio de carácter. El joven alapívot del Valencia, de 21 años y 2,05m, tiene un aire a Felipe Reyes en esos arrebatos en los que se agiganta ante torres más altas y tipos de más caché. El novato estuvo rápido de manos para atajar y de piernas para correr: nueve puntos de oro en el primer cuarto y la sensación de que el puesto de Juancho Hernangómez como cuatro puede ser suyo. En ese tramo en que se definía la tarde, la selección golpeó a su rival bajo el aro: 3-12 en el rebote. Los brazos se multiplicaban. Alberto Díaz regalaba su habitual dosis de sudor y Darío Brizuela recuperaba la fe en el lanzamiento, mientras Montenegro resistía con los golpes de riñón de Simonovic (17-27).
Aprendida la lección belga (un bajón se paga con el pellejo), el conjunto de Scariolo continuó con la mandíbula apretada. Y con la muñeca caliente para desmontar la zona montenegrina en un arranque del segundo cuarto muy chisposo. España se dio un festín desde el triple con tres dardos seguidos de un desatado Brizuela y otros dos de Juancho Hernangómez, los cinco desde la misma baldosa, la esquina del ataque derecho español. La selección se llenó el estómago (22-42) y comenzó la digestión. El banquillo celebró un balón enviado por Radovic a un espacio donde no había nadie como un tesoro. Era la marca de esta España que crece desde atrás. El gen del sacrificio regresó al ADN español y el combinado nacional alcanzó el descanso con mucha superioridad en el rebote (solo en ataque ya sumaba más, ocho, para 25 en total, que los montenegrinos, seis) y en el marcador (31-53).
Pradilla y Willy retomaron el tajo donde lo habían dejado y España fue sumando nuevos actores al reparto. Los minutos andan caros y son muchos los que echan leña al fuego. López-Arostegui, Joel Parra y Usman Garuba dieron varios relevos y la selección siguió respirando (48-67) mientras a Montenegro el aro le escupía cada balón y Dubljevic seguía fuera de foco, con Pradilla en sus pesadillas (su única canasta de campo la firmó con Willy delante). También Lorenzo Brown se concedía alguna escapada en ataque (12 puntos y 7 asistencias) cuando los deberes defensivos estaban entregados. Scariolo recompensó a su jornalero con minutos de descanso en el tramo final para que relajara el hombro lastimado. Este miércoles tendrá delante otro miura, Shane Larkin, al mando del tanque turco. Para la cita será duda Rudy, con un fuerte golpe en la rodilla derecha.
Esos últimos kilómetros los consumió España sin sustos en el resultado (55-75) pero con una marcha menos. El botín estaba a salvo pero Scariolo repartió un tirón de orejas por la pérdida de gas en el último tercio de la carrera y una fuga total de 20 pérdidas: “Si bajamos la intensidad, somos vulgares”. Tampoco era cuestión de perder ni un punto de renta porque las posiciones en el grupo pueden decidirse a través de dobles o triples empates. España se aferró a la hucha de los rebotes (25-41; 13 de ellos para Willy), la firma de un triunfo que selló el pasaporte a los octavos, el sábado en Berlín.
Turquía dio antes cuenta de Bélgica (63-78), el conjunto que en la jornada anterior había desnudado a España. Heridos por la derrota ante Georgia y por el portazo de la FIBA a su reclamación de que se jugaron en ese partido 22 segundos menos (el organismo lo admitió, pero dijo que eso no demostraba que el resultado podría haber sido diferente), el cuadro de Ataman mordió de inicio (6-20) y no soltó la presa hasta el final. Sengun (24 puntos y 8 rebotes) y Korkmaz (16 y 5) dinamitaron a una Bélgica con menos colmillo que ante la selección. Este miércoles, turcos y españoles se jugarán el primer puesto del grupo rumbo a octavos.
España: Brown (12), Jaime Fernández (9), López-Arostegui (5), Pradilla (12) y Willy Hernangómez (14) -quinteto inicial- Díaz (2), Brizuela (18), Rudy Fernández (0), Juancho Hernangómez (6), Parra (0), Garuba (2) y Saiz (2).
Montenegro: Perry (10), Popovic (4), Radoncic (8), Simonovic (11), Dubljevic (3) -quinteto inicial-, Drobnjak (0), Ilic (2), Mihailovic (18), Nikolic (0) y Radovic (9).
Parciales: 17-27, 14-26, 17-14, 17-15.
Árbitros: Árbitros: Oskars Lucis, Sergii Zashchuk y Gatis salins. Sin eliminados
Tbilisi Arena ante 2.800 espectadores.
Resultados y clasificaciones del Eurobasket.
Los criterios de desempate
En el caso de empate entre dos equipos, decide el resultado del partido entre ellos.
En el caso de empate entre tres o más equipos, dicen los siguientes criterios, en este orden:
- Número de victorias en los encuentros disputados entre ellos
- Mayor diferencia de puntos en los partidos entre ellos
- Mayor número de puntos a favor, también entre ellos
- Mayor diferencia de puntos contando todos los partidos del grupo
- Mayor número de puntos en todos los partidos
- Si persiste el empate, decide el puesto en la clásificación de la FIBA
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.