Asier Martínez: “Habrá muchos atletas de tapado, como era yo”
El atleta navarro, medallista de bronce en el Mundial hace 20 días, es el favorito para la victoria en la final del miércoles de los 110m vallas de los Campeonatos Europeos de Múnich
“Cuando me preguntan por Asier, cuando me preguntan qué destacaría de él, nunca hablo de su talento físico, de su capacidad, sino de su cabeza. Lo que le hace único es la cabeza, su seriedad, su inteligencia, su control. Le pones al lado a los mejores del mundo, al recordman Holloway, al campeón olímpico Parchment, a atletas ante los que otros temblarían, y él ni se inmuta”. Habla François Beoringyan, el entrenador de Asier Martínez. Habla y no para. “Tener a Asier”, continúa el técni...
“Cuando me preguntan por Asier, cuando me preguntan qué destacaría de él, nunca hablo de su talento físico, de su capacidad, sino de su cabeza. Lo que le hace único es la cabeza, su seriedad, su inteligencia, su control. Le pones al lado a los mejores del mundo, al recordman Holloway, al campeón olímpico Parchment, a atletas ante los que otros temblarían, y él ni se inmuta”. Habla François Beoringyan, el entrenador de Asier Martínez. Habla y no para. “Tener a Asier”, continúa el técnico francés, “es como tener el hijo perfecto, es tenerlo todo”. Asier Martínez (Mutilva Alta, Navarra, 2000) llegó como una bomba a la alta competición absoluta hace un año y allí se mantiene, allí se ha establecido, una explosión continua en los 110m vallas, 10 vallas, 40 pasos, 13,17s. Sexto en los Juegos, cuarto en los Mundiales en pista cubierta, tercero en los Mundiales absolutos. Siempre por encima de las expectativas. Casi como si no le quedara otro remedio, llega con la mejor marca de todos los participantes, favorito natural a la victoria a sus primeros Europeos absolutos, en Múnich, la pista de Rod Milburn. Nadie piensa que no vaya a ganar.
Pregunta. Después de su bronce en el Mundial de Eugene, hace tres semanas, ha pasado de ser un atleta que se exige a sí mismo a uno que tiene que responder a las exigencias de los demás…
Respuesta. Bueno, pues yo creo que me mantengo pensando un poco lo mismo que antes. La lista de mejores marcas puede ser un indicativo de una realidad pero no es lo que va a determinar para nada lo que pase en el campeonato. De la misma manera que accedí al Mundial vía ránking, yendo el 29, creo que ahora tampoco hay que sacar conclusiones porque vaya el primero empatado con Sasha Zoya.
P. La diferencia es que uste siempre ha competido por encima de lo que decía su ranking, en Tokio, en Eugene... Y ahora será imposible que lo haga mejor.
R. Sigo sin pensar en eso. Sigo pensando lo mismo que hacía cuando estaba más atrás y podía aspirar a unos puestos más caros. Creo que ahora, estando en esos puestos caros, digamos, creo que va a haber muchos, muchos atletas de tapado, como era yo, gente con marcas que no se asemejan un poco a la realidad. De la misma manera que cuando iba por detrás no me asustaba, ahora cuando voy por delante, pues tampoco me veo como favorito.
P. ¿No quiere ser el crack a por el que todos vayan?
R. Eso es, exacto.
P. Hablando de cracks, en Múnich el único que va de crack en las vallas altas parece el actual campeón de Europa, el francés Pascal Martinot Lagarde, el que compartió el bronce con Orlando Ortega en el Mundial de Doha, uno que hasta Eugene siempre quedaba en las finales un puesto por delante de usted...
R. Compartimos muchas bases técnicas. La filosofía que desprende corriendo es un poco la que buscamos François y yo a nivel técnico. Por eso yo siempre digo que no tanto en el aspecto personal, sino más en el deportivo, Martinot Lagarde es para mí un referente en el atletismo.
P. Y un rival ahora.
R. Va a ser el rival más duro en Múnich, sobre todo porque es uno de los atletas más veteranos, con un estado de forma que siempre es engañoso. Siempre parece que está peor de lo que está. Y sabe competir muy bien. Tiene ya muchos campeonatos de mucho nombre, con mucho palmarés, a sus espaldas y eso va a ser clave para para gestionar un poco por su parte la competición. Será el rival más duro, pero no el único.
P. Él dice que cuando está en forma nota cómo le hace daño al suelo con su pisada...
R. Físicamente es muy poderoso y cuando está bien se le ve aún más poderoso. Pero si no me han intimidado, o he intentado que no me intimiden, los del otro lado del charco, pues tengo que intentar también que no me intimide gente como Martinot, con mucho nombre.
P. Y usted no quiere romper la pista con sus pisadas, claro...
R. No, no. Yo soy yo otro tipo de atleta. No tengo esas características, tanta fuerza, tanto poderío. Yo soy un atleta bastante más ligero y los indicativos de que estoy bien o no son otros para mí. Por ejemplo, la salida de la valla, el tobillo, notarme reactivo en el suelo, pero, bueno, el poderío que desprende Martinot pocos atletas lo tienen. Y qué hombros.
P. Hablando de los del otro lado del charco, usted ha corrido con Grant Holloway desde que batió el récord del mundo de los 60m vallas en Madrid y usted era casi un júnior...
R. Y también cuando lo batió en las semifinales del Mundial de Belgrado... Alguna vez he bromeado con él de que soy su su talismán, de que siempre ha hecho el récord del mundo cuando yo estaba en su serie, pero no sé si es increíble en el 60 vallas y es increíble en el 110.
P. Y estuvo a su lado en la final olímpica y en la final de Eugene, cuando él ganó y usted fue tercero y ni se inmutó cuando Devon Allen protestó por su salida nula de 99 milésimas...
R. Es una norma que está así estipulada por ciertos motivos y que no sirve de nada indignarse o pretender cambiar algo cuando personalmente a ti te pasa. Entiendo su enfado, entiendo su frustración porque sé lo que hay detrás de cada atleta, que corría en casa. Pero no se le podía dejar correr porque la normativa así lo determina. Por supuesto que el debate sigue ahí y que se puede estudiar, y yo creo que incluso se debe estudiar, si realmente esa norma tiene sentido o no. Es cuestión de momento, de timing. Justo en esa salida nula no se te podía dejar correr.
P. ¿Si le hubieran dejado correr se habría producido un agravio comparativo? ¿Un poco como lo que se ha vivido en la forma de seleccionar el equipo español, cuando la federación ha dejado fuera a atletas que cumplían todas las condiciones...?
R. Exacto. Me parece una injusticia. Y así lo he hecho saber, creo yo. Cuando la selección ya se convierte en un criterio técnico y no un criterio objetivo, a mí ya me parece un problema. Y, luego, un poco más allá, el trasfondo de lo que se está viviendo últimamente en el atletismo español a nivel de federación, creo que es para analizarlo, creo que es para debatirlo y para ponerlo sobre la mesa, y hablar un poco con todos los agentes que forman parte del atletismo. Hay gente con mucho conocimiento que puede perfectamente sumar en este debate y me parece también que esa dicotomía que se ha puesto sobre la mesa hace poco de atletismo competitivo y participativo es bastante absurda. Yo estoy abierto al debate, estoy abierto a intentar dar una solución a esta problemática porque creo que los principales perjudicados somos nosotros.
P. ¿Se siente líder dentro y fuera de la pista? Normalmente los mejores deportistas suelen ser reacios a asumir este tipo de responsabilidades...
R. Bueno, a ver, ahora se pone un poco el foco en todo lo que yo pueda opinar, pero no me siento héroe para nada o punta de lanza de una lucha justa para nada. Simplemente me indigno como cualquier otro atleta y como muchos otros atletas que han mostrado su enfado, creo que mi opinión es igual de válida, pero no más válida que otras.
P. ¿Usa usted las nuevas zapatillas, las que dicen que mejoran todas las marcas?
R. Sí, yo corro con carbono. Yo creo que es, desgraciadamente, y hablando un poco del tema entre los atletas y tal todos coincidimos en que ojalá no hubiesen sacado estas zapatillas. Todos, tanto a los que les beneficia como a los que les perjudica. Ojalá no se hubiese desarrollado todo esto porque al final es un factor más que influye en el rendimiento, y es un factor que muchas veces no sabes cómo puede influir. En mi caso, yo creo que no me ha beneficiado, pero tampoco me ha perjudicado en exceso. Creo que soy un poco de esos atletas que se mantiene un poco en ese limbo de correr más, pero tampoco está muy claro si realmente son las zapatillas lo que me ayuda o no. Es algo muy generalizado ese rechazo a las zapatillas, independientemente de si te beneficien o no.
P. ¿Ha sido complicada la adaptación a un nuevo bote?
R. En una prueba tan especial como los 110m vallas creo que el debate es complicado, porque sí que es verdad que te puede aportar un par de centímetros más de altura, que eso con la valla siempre viene bien, pero la distancia entre vallas está limitada, y no siempre puede venir bien ese exceso de velocidad.
P. ¿El siguiente paso? ¿Bajar de 13,10s su marca?
R. A mí el primero que me gustaría esa marca. Pero ahora mismo mi objetivo es ser regular en ciertas marcas, en ciertas marcas muy peligrosas y que pueden llevar a cosas muy bonitas. Para mí es más peligroso y realmente mejor un atleta que se mantiene por debajo del 13.20 siempre es más importante que una atleta que corre en 13.30 siempre, pero que su marca personal está en 13 cero algo. Firmo mucho antes de ser muy regular por debajo de 13.20 que meter un cañonazo de 13.06, por ejemplo, y correr regularmente en 30.
P. O sea, dos carreras en 13.15s el miércoles, y campeón.
R. Exacto. Eso ser el objetivo.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.