España gana el Eurobasket sub-18 y prolonga un verano de ensueño en los junior
Liderada por Izan Almansa, la selección tumba a Turquía en Esmirna (61-68) y certifica la quinta medalla en apenas un mes para las categorías formativas
A orillas del Egeo, en Esmirna, la tercera ciudad más poblada de Turquía, fundada por los griegos hace más de 5.000 años, un grupo de adolescentes españoles ha conquistado este domingo el Europeo de baloncesto sub-18 ante la selección anfitriona (61-68). En el pabellón Mustafa Kemal Atatürk, con más de 6.000 aficionados locales, ruidosos, gargantas airadas y banderas rojas al viento, España ha vencido con autoridad, dominando de principio a fin, aunque con susto final, liderada por la intimidación de Izan Almansa (14 puntos, 15 rebotes, tres robos, dos tapones), MVP del campeonato, y la punter...
A orillas del Egeo, en Esmirna, la tercera ciudad más poblada de Turquía, fundada por los griegos hace más de 5.000 años, un grupo de adolescentes españoles ha conquistado este domingo el Europeo de baloncesto sub-18 ante la selección anfitriona (61-68). En el pabellón Mustafa Kemal Atatürk, con más de 6.000 aficionados locales, ruidosos, gargantas airadas y banderas rojas al viento, España ha vencido con autoridad, dominando de principio a fin, aunque con susto final, liderada por la intimidación de Izan Almansa (14 puntos, 15 rebotes, tres robos, dos tapones), MVP del campeonato, y la puntería en el tiro de Rafa Villar (20 puntos, cinco asistencias).
A escasos días del Eurobasket de la transición definitiva en la absoluta, ya sin los hermanos Gasol, las categorías formativas de la selección española han acreditado este verano un relevo generacional que invita al optimismo: oro en los europeos sub-20 masculino y femenino, y plata en los Mundiales sub-17 masculino y femenino, solo a la sombra de Estados Unidos.
En el Europeo sub-18, España ya venció a la anfitriona en la primera fase, aunque, como hoy, no sin sufrimiento (64-56). Aquel día, Turquía comenzó errática, anotando un solo punto en el primer cuarto. Hoy, con la lección aprendida y los vídeos estudiados, el grupo dirigido por Fikret Doğan ha sabido rehacerse y, más claro de ideas, sumó 14 tantos antes del primer parón. No contaban, claro, con los 22 de España, que gobernó el partido desde el arranque con una renta volátil, aunque siempre superior a los cinco puntos.
Dos días antes, en la semifinal, España había borrado del mapa a una Serbia incapaz, reducida a tan solo 38 puntos cuando su anterior marca negativa era de 68. Ahí, Izan Almansa, inconmensurable durante todo el torneo, sumó 21 puntos, 12 rebotes y dos robos: mejor jugador del partido, una designación a la que se ha acostumbrado. El joven interior murciano, nuevo miembro de la academia Overtime Elite —un proyecto estadounidense para potenciar a las jóvenes promesas que aspiran a jugar en la NBA—, fue designado MVP del Mundial sub-17 hace menos de un mes, cuando España, siempre rocosa, terminó por hincar la rodilla en la pelea por el título ante el poderío de Estados Unidos.
En Esmirna, corrido el segundo acto de la final, ya camino al descanso, España elevó la renta a la decena, colchón psicológico, losa para el ímpetu turco; incluso alcanzó la máxima ventaja del partido hasta el momento (12 puntos), pero el acelerón final de los locales, aupados por el juego interior de Kerem Konan, acortó distancias justo antes del entretiempo: 31-36.
Izan Almansa, protegido por Dani Miret, se sentaba en el banquillo al tiempo que los turcos, con la clara consigna de cargarlo de faltas, alegraban las caras. La táctica de la selección anfitriona para detener al MVP de España: Samet Yigitoglu, una torre espigada, 216 centímetros de huesos que, pese a todo, no fluyeron ante el baile de movimientos, siempre inteligentes, del pívot murciano.
A la vuelta de los vestuarios, algo fría, fue España quien decidió elevar el nivel tras varios minutos de juego raso. El grupo de Dani Miret enlazó buenas defensas con un gran tino ofensivo y, comandados por la intimidación de Izan Almansa y la dirección de Rafa Villar, que resolvía espacios en cada jugada al tiempo que castigaba desde fuera, consiguió fijar la diferencia en los dobles dígitos, un mal irremediable para los locales.
O eso parecía. Ya en el último cuarto, después de varias jugadas de acierto local, los nervios de España amenazaron con tirar por la borda todo lo sembrado hasta el momento.
Fue a un minuto de la conclusión, cuando el conjunto turco, aupado por una grada encendida, amenazaba con recortar distancias, incluso igualar el partido, Rafa Villar elevó su inspiración a la máxima potencia y anotó un triple lejano que, aunque bien defendido, sentenció el encuentro, la final y el campeonato. Punto y final. Esperanzas rotas para el pabellón turco, ahora enmudecido.
Pese a todo, honor para Turquía, primer equipo en endosarle 60 puntos a España y gran alternativa a una selección que, como en el resto de categorías formativas disputadas en las últimas semanas, se ha propuesto arrasar con todo. Tras el pitido final, Jorge Garbajosa, presidente de la Federación Española de Baloncesto (FEB), ha celebrado tras otro éxito más de las categorías inferiores: “Nuestra formación permitirá que España siga teniendo un lugar relevante en el baloncesto mundial”. En definitiva, un verano para enmarcar.
Estadísticas del partido
Turquía 61, España 68 (14-22; 17-14; 8-15; 22-17)
Turquía: B. Buyuktuncel (8), A. Sivas (2), K. Efeoglu (3), T. Yildizoglu (2) y S. Yigitoglu (5), O. Cengiz (12), E. Deniz, H. Mestoglu (9), E. Buyukcangaz (10), B. Cal, E. Demirel, K. Konan (10).
España: R. Villar (20), J. Rodríguez (6), S. Garuba (7), E. Pinedo (6), I. Almansa (14), N. Cebrián (8), A. Moreno (3), M. Iglesias (2), L. García (2), D. Gómez, J. Tachyn, V. Onuetu.
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